Después de que Madeline entrara, ella cerró la puerta. Se dirigió a la máquina de café de forma habitual y con tranquilidad antes de preparar el café para Jeremy.

Jeremy estaba sentado frente al escritorio mientras observaba a Madeline preparando el café. Un sentimiento sutil apareció en sus ojos sin fondo.

Él no dijo nada. Sus dedos largos y delgados controlaban el ratón mientras sus ojos estrechos miraban el escritorio, pero no estaba trabajando. En cambio, él estaba jugando algunos juegos para pasar el rato.

Él no tenía ninguna propuesta urgente que revisar. La razón por la que se quedaba en el estudio era porque no le gustaba regresar a su dormitorio últimamente.

Jeremy jugaba a su juego y miraba de vez en cuando a Madeline. Cuando vio que ella le estaba llevando el café cuando estaba listo, él cerró la pestaña de su juego y abrió un archivo de trabajo para fingir que estaba leyendo algunos documentos seriamente.

Madeline miró la pantalla del ordenador con indiferencia y puso