Jeremy sintió que su corazón se detenía.

Gracias al impulso, Madeline cayó hacia delante y en los brazos de Jeremy.

Ella no tenía ni idea de qué entidad ardiente atravesaba su cuerpo, pero la calidez y la satisfacción se adentraron en ella en el momento en que cayó en los brazos de Jeremy.

"Jeremy".

Levantó la mano para abrazar al perplejo hombre.

"Por fin me has encontrado, Jeremy". Madeline jadeó con la respiración entrecortada.

Con el rostro pálido, Jeremy atrajo a Madeline hacia sus brazos. No tenía ni idea de dónde estaba la herida en el cuerpo de ella, pero sentía la pegajosidad de la sangre fresca emanando de ella.

"No te duermas, Linnie. ¡Te llevaré al hospital!". Cargando a Madeline y corriendo frenéticamente hacia delante, Jeremy parecía haber olvidado por completo que él también era un paciente atormentado por el veneno de su interior.

Apoyada con fuerza en el pecho de Jeremy, Madeline se sintió feliz.

"Sabía que me encontrarías. Lo sabía, por eso te estuve