Madeline sujetó la esquina del papel y miró a la niña en el borde del techo. Se obligó a mantener la calma.

"Lily, voy a ir contigo ahora. ¡Quédate ahí! No te muevas, ¿sí?". Madeline se dirigió a la niña y dio un paso adelante para intentar acercarse a ella.

Sin embargo, Lillian negó con la cabeza. Su rostro estaba lleno de melancolía.

Madeline retiró el pie. Le preocupaba que pudiera provocar a la niña si se acercaba demasiado a ella.

"Señora Whitman, ¿es su hija?", preguntó con curiosidad el policía que estaba a un lado.

Madeline asintió. Sus ojos rojos miraban fijamente a la niña que estaba mirando hacia al frente.

Sintió como si una bomba le hubiera hecho estallar el corazón. Al mismo tiempo, también estaba confundida acerca de por qué la niña estaba allí.

Mientras pensaba en ello, escuchó de nuevo la voz del oficial de policía.

"Señora Whitman, ya que es su hija, debería intentar hablar con ella y preguntarle qué quiere. Intente que se acerque a usted. Sería demasiado horr