Madeline sentía que estaba soñando mientras estaba atrapada en una neblina adormecedora. Alguien la llamaba en su sueño.

"Eveline, Eveline, despierta".

La gentil pero preocupada voz de un hombre sonaba continuamente en sus oídos.

Eveline frunció el ceño y abrió poco a poco los ojos. El rostro de Ryan apareció lentamente en medio de su visión borrosa.

"Eveline, ¿estás despierta?", le preguntó.

"¿Ryan?".

"Soy yo", dijo Ryan mientras la miraba con preocupación. "¿Estás bien?", le preguntó.

¿Estás bien?

La claridad volvió a sus pensamientos de inmediato. Recordó lo que había pasado antes de desmayarse. Entonces se dio cuenta de que estaba tumbada en la cama.

Se incorporó de inmediato y las mantas se deslizaron por sus hombros. Se dio cuenta, sorprendida, de que le habían quitado la ropa. Solo llevaba una camisola.

Toda esta situación la hizo sentirse extrañada.

Levantó las sábanas y se envolvió con ellas inmediatamente.

"¿Cómo ocurrió esto?", preguntó confundida. No te