Mi madre cambia el tema de conversación y Kath se ahogan con poco con la comida.

—Madre…

—Tu padre me dijo que no me metiera, pero ayer tu caballo no paso la noche en la caballeriza y hoy han estado muy mirones entre ustedes.

Iba a responder, pero Kath se adelanta.

—Es que estamos comenzando, aún no es oficial porque nos estamos conociendo —aclara Kath—, y entiendo que lo correcto sería presentar a los padres después de un tiempo saliendo como novios, pero Aaron sabe lo mucho que me gusta el campo y no espero para traerme. —le sonríe.

—Ahora me siento mal por saber —mi madre se arrepienta y yo me reí.

—¿Por qué? —pregunté.

—Porque se ven lindos juntos y no quisiera que lo suyo no se diera solo porque me dijeron que están saliendo —responde mi madre.

—No se preocupe —dijo Kath.

—No puedo evitarlo, a veces es mejor no contar las cosas cuando ya las tienes, porque cuando no las tienes y las cuentas, los planes se dañan. —dice mi madre.

—Mi esposa es supersticiosa —comenta mi p