¡¿Mi arma?! ¿Dónde diablos estaba mi arma? Este tipo, que no me conocía, acaba de salvarme la vida de un estúpido leal al Rey Josh. Entonces, ¿dónde diablos estaba mi arma para poder devolverle el favor?

Mi cabeza se giró, ignorando los cuerpos que luchaban y las voces llenas de dolor, mientras intentaba desesperadamente localizar mi arma. El pobre muchacho cuyo nombre ni siquiera sabía, estaba tirado en el suelo gimiendo mientras el lobo más grande lo acechaba como una presa. Era cruel.

Era bastante obvio por el tamaño del lobo del tipo que no se había transformado hace tanto tiempo. Un lobo solo crecía por completo después de su cumpleaños número 17, cuando finalmente podía encontrar a su alma gemela. Entonces, esencialmente, el licántropo que me acababa de ayudar todavía era conocido como un cachorro.

Muy rápidamente comencé a arrojar piedras y palos al lobo, intentando todo lo posible para detener sus avances, pero fue inútil. Necesitaba mi arma.

Justo cuando mi pánico aumentó,