“Lo siento…”. Realmente lo sentía mucho, este hombre había pasado por algo incluso peor que yo. Él estaba optimista y animado, pero sus ojos contenían más dolor y traición de lo que sus palabras podían confesar. “No puedo imaginar por lo que debes estar pasando ahora mismo”. Se encontró con mis propios ojos con sorpresa por lo sincera que estaba siendo, debió haber estado poco familiarizado con recibir empatía, y en ese sentido, definitivamente podía identificarme con él. “La elección de ser marcado… bueno, eso es lo único en lo que tenemos voz, es lo único que está en nuestro poder controlar, pero eso te fue arrebatado por completo”.

“Es mi culpa por bajar la guardia. Estaba empezando a aceptarla lentamente, si ella hubiera esperado unos meses más, no creo que hubiera tenido que obligarme”. Así que incluso a este hombre le resultó difícil negar su vínculo con ella.

“Nunca te culpes. Se supone que debes ser capaz de bajar la guardia con la gente que te agrada. No deberías tener que t