“Pero… si te mataran, ¿quién nos guiaría a la nueva era?”. Una voz detrás de mí habló y giré sobre mis talones para dirigirme a la voz, sin embargo, me sorprendí cuando vi cuántas personas habían estado observándome hablar sin parar. Debía haber más de cien personas esperando anticipadamente mi respuesta.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta y la idea de volver a estar frente al mundo me atravesó con toda su fuerza. Mi corazón comenzó a martillar en mi pecho y mis ojos recorrieron a todas y cada una de las personas. Sentí que mis extremidades comenzaban a temblar, pero estas reacciones de mi cuerpo simplemente habían invalidado cada palabra que acababa de decir hace unos momentos, y entonces, antes de que pudiera entrar en pánico más de lo que ya estaba, apreté los puños con fuerza y ​​​​respiré profundamente, sabiendo que no podía perder el control ahora. Especialmente no frente a todos aquí.

“No soy una líder. Todo lo que quiero es que la gente que me importa esté a salvo