"Bien, estoy esperando", me dice mientras espera mi respuesta. Mis caderas están sobre las de él y sería ciega si no sintiera su erección en mi intimidad. Me siento muy caliente al saber que no solo en mis sueños me desea. Quiero que me haga suya, pero temo a lo que va a pensar después de esto. Quizá esté mal, pero quiero sentirlo aunque después termine convirtiéndome en un ser desechado como en el caso de Sara. Empiezo a agacharme hasta el punto de quedarme de rodillas. Lo que haré será solo el comienzo de mi fin. Tal vez ya no vuelva a verte, William, después de esto, pero quiero intentarlo. "¿En verdad quieres que haga algo con tu asunto? Bien, lo haré", dije con una ligera sonrisa, llena de lujuria. Adiós a mi dignidad y a mi autocontrol. Comenzó a desabrochar su short y lo dejó caer junto con su bóxer. Mis ojos se fijan en su miembro, un pen* que ya ha estado en mis sueños, dentro muy dentro. En verdad quiero saber a qué sabe. Lo quiero completo y ya no pienso detenerme. Me ac
Después de haberle practicado sexo oral, él me abrió las piernas y ahora era su turno. Su lengua se paseaba por toda mi intimi**dad, mis labios temblaban solo de tenerlo ahí. Lo jalaba y lo presionaba del cabello con fuerza mientras su lengua se apoderaba de mí, me embestía con ella, lengoteaba de un lado para otro. Sin duda, Will es experto en todo esto, su lengua experta se abría espacio en mis profundidades. Me liber*é dos veces en su boca. Después de eso, él mordió su labio inferior. Sé que las cosas aún no han terminado, ya que su expresión hacia mí aún continúa siendo tan fuerte. Como es él, me hizo girar, me puso en cuatro y me dio varias nalgadas. Su mano estrellándose contra mis nalgas era algo asombrosamente fantástico. Yo me retorcía y le pedía más. Esta rudeza es algo muy bueno de experimentar. Estaba demasiado mojada. - Te quiero dentro, Will - dije mientras sentía cómo él paseaba su pe**ne en mi trasero, como lo deslizaba aún sin introducirse en mí. Era un barrote demas
Salgo de su auto y entro a mi casa. No quise quedarme a escucharlo decir que eso no se volverá a repetir. Eso me dolerá sin duda. Mejor solo fingiré a partir de mañana que nada pasó y que fue solo uno más de mis sueños, aunque todo mi cuerpo me duele y algunas partes de él tienen las marcas de esta tarde loca. Todos están dormidos y yo adolorida. Voy a mi cuarto y me doy una ducha. Al terminar, veo que mi celular suena. Al principio, no le iba a prestar atención, pero terminé por ver de qué se trataba. Odio cuando me llegan mensajes publicitarios. Un mensaje de texto, pero no conozco el número. Aun así, lo abro. Número desconocido* No olvides tomar la píldora. No llevaba condones. Finjo no saber quién me escribió y respondo, un pequeño chiste para su ego sin duda, aunque me sorprende que me haya escrito. Aunque no lo culpo, solo me escribió para evitar un embarazo no deseado. Yo: ¿Quién eres? (☞ ಠ_ಠ)☞ Registro su número... Cojida máxima (creo que es un buen nombre para él): ¿
Estaba revisando las actualizaciones y miré que no me aprobaron estos capítulos. Así que se los dejo para que los lean o si no pues pueden pasarlos por alto. Esto ocurrió antes de que Elizabeth fuera a casa de William es el capítulo 19 y 20, Subiré mi novela en la aplicación de W a t t p a d donde Subiré los capítulos sin censura.. Ya que tengo que eliminar muchas escenas de los capítulos para que sean aprobados... Me despierto temprano y me doy un baño. A pesar de querer darme prisa para alistarme, no lo hago. No sé por qué razón no puedo hacerlo. Me alisto lo más lento posible para el colegio de niños ricos. Aunque la verdad estoy muy, pero muy nerviosa, y la razón es muy, pero muy sencilla. -Hoy no, ayer Will y yo tuvimos relaciones, ¿qué voy a hacer? Él dijo que hoy lo veré en el instituto. -Tranquila, él tiene su reputación de no acostarse con la misma dos veces. Eso significa que ya no me tomará en cuenta. Relájate, Ell. Irónicamente, me regaño yo misma una y otra vez mientras
Me quedé un rato en el salón tratando de meditar mi siguiente paso a dar, si ir con él o quedarme donde estoy. -¿Eli, almorzamos juntos? - me pregunta Héctor, sacándome de la burbuja que se ha convertido en mis pensamientos últimamente por William, así que movida por eso he tomado una decisión. "Rayo, tengo que ir al almacén, me espera Wil." "No tengo hambre, Héctor, podrías invitar a Hilda y a Sara", le digo, tratando de que se aleje de mí para no quedar muy evidente de a dónde planeo ir. "Ya vete, Héctor, por favor, tengo que ir a ver a William." "Ok, está bien, te veo al rato", dijo él agachando la cabeza y se va acercando a Hilda, quien le sonríe. "Si en un momento los alcanzo", les digo con mi mano en lo alto, y me siento según revisando un libro. Los tres salen del salón.Espero que no esté nadie a la vista y salgo del salón como un rayo.Abro la puerta del almacén y siento como alguien me jala y cierra la puerta. "¿Por qué tardaste tanto?" - me dice 😊William. Le digo
Su teléfono comenzó a sonar, pero no me respondió, así que decidí regresar a mi casa. Por mis berrinches, me enfermaré. Estoy toda mojada. La lluvia no ayuda en nada. Lo único que me gusta realmente es que camuflajea mis lágrimas. Cuando estaba por dar media vuelta y enfrentar de nuevo a mis padres, Will me devolvió la llamada. -¿Sí, qué quieres? ¿Necesitas algo? -se oía molesto. -¿Estás ocupado? -le pregunté nerviosa al teléfono, sollozando aunque no quiero que se dé cuenta de que estoy llorando. -¿Qué te pasa? ¿Estás llorando? -relajó su voz un poco. ¿Tanto se me nota que estoy en un mar de lágrimas? Rayos, ¿cómo pudo saber? Trato de aclarar mi voz. Lo último que quiero es ser una molestia para él, ya que no quiero su lástima. -No, para nada. ¿Está Marta? -le pregunté tratando de cambiar un poco el tema. Lo escuché suspirar del otro lado. -No salió con su novio -dijo bajo. -Okay, podrías decirle que vine -trataba de alejarme de su casa. -¿Estás aquí? -escuché que algo cayó d
Me gusta leer, en especial novelas románticas y de finales maravillosos. También me gusta caminar en la playa, sentir la arena entre mis dedos es maravilloso. Cerré los ojos y suspiré. Soy muy romántica, aunque a veces me hago la que las cosas románticas no le interesan para nada. -¿Te gusta el romanticismo? -dejó de hacer lo que hacía y estábamos los dos cara a cara, hablándonos mutuamente. -¿A ti no? -le pregunté y él desvió la mirada con una sutil sonrisa de lado. -No soy romántico, y no creo en el amor -dijo él sin verme a los ojos. -¿Por qué, te lastimaron? -no debo preguntar cosas privadas, pero soy muy entrometida. -¿Alguna vez has tenido algún sueño que se pueda hacer realidad? -me preguntó él. Si supiera que él es mi sueño. -¿A qué viene esa pregunta, William? -no quería ser tan franca y decirle que sí, que sueño contigo y las mil formas en las que lo hacemos. -Hace poco soñé que te conocí, y hoy estás aquí sentada en mi escritorio -¿Will sueña conmigo? -¿Qué soñaste,
No sé cuánto tiempo he dormido, pero la voz de Martha me saca de los brazos de Morfeo. - Ella despierta- me mueve Marta. - ¿Qué sucede? - dije mientras me tallaba mis hermosos ojitos. - ¿Se puede saber qué haces aquí y en la cama de mi hermano? - La mirada de Martha era profunda, parecía molesta de que estuviera en la cama de Will. Creo que si yo tuviera un hermano y mirara a su novia en su cama, no me molestaría. Aunque ella no sabe que somos novios, y además traigo la ropa puesta de Will. - Déjala dormir - dice William. Yo volteo a verlo y él me sonríe. Qué sonrisa tan más linda la que se carga el condenado. - Vení a buscarte y William me recibió - le digo poniéndome en pie de la cama de Will, como si fuera un resorte. - Ah, ya veo, ¿por qué traes puesta la ropa de mi hermano? - me apunta a la ropa. Me siento como si un detective me interrogara. - ¡Ya deja de interrogar a mi novia Marta! - dice William. Al parecer, no le gustó que me estuviera interrogando, pero la palabra "mi