-Hola Daniel, gracias por venir por mí -dije con gran emoción. Me encanta que haya venido por mí, aunque estoy nerviosa aún por los besos que nos dimos en la playa. Aunque pasamos el fin de semana juntos, no nos volvimos a besar. Presiento que él me está dando mi espacio y dejando tiempo para que aclare mis sentimientos. Daniel es muy bueno y lo aprecio mucho. "Vamos, sube princesa", me dice con una ligera sonrisa mientras me abre la puerta de su auto. Le correspondí de la misma manera, con mi mejor sonrisa... ¿Qué pasará hoy en la escuela que nueva tortura ha planeado Sara para mí? No puedo evitar pensar en eso. "Oye, Ell, ¿sabes manejar?" Creo que le diré que no, aunque sí sé hacerlo. Me encanta cuando él maneja. "No, Daniel, nunca lo he intentado", le digo con mi cara de puchero, y él sonríe. Claramente sabe que le estoy mintiendo. "Saliendo de clases te enseñaré, ¿te parece?" Creo que es un pretexto para estar conmigo. "¿Tratas de distraerme, verdad?" le dije. La verdad es qu
"Tengo mucha hambre", pensé mientras escuchaba a mi estómago rugir como un dragón. No fui a almorzar por estar metida en el almacén. Si mis tripas se oyeren, se escucharían hasta la playa y aquí estoy sentada en medio del campo esperando a que Daniel termine con su entrenamiento... Por lo visto, es muy bueno en lo que hace. Le deseo lo mejor en su torneo. "Me esperas, iré a darme una ducha", me dijo él, y yo voltee a verlo. Estaba muy sudado a causa de estar corriendo y rebotando ese balón. "Daniel, qué sexy te ves lleno de sudor", dije con una sonrisa. Él sabe que estoy jugando, pero está sonrojado. "Jajaja, te pasas Ell. Ven acá, te daré un abrazo", él abrió sus brazos y se acercaba a mí muy despacio. Yo me puse en pie como cohete y salí corriendo. Él comenzó a corretearme. "Ni en tus sueños", le grité. Y continuamos jugando. Me pregunto ¿por qué tenemos tan buena relación? Siento que no somos ni amigos ni novios, pero el simple hecho de estar con él hace que mi día se ilumine..
Entramos a la cafetería. Todos nos miraron, pero los ignoramos y tomamos una mesa para dos personas. - Oye, ¿no estás nervioso? Ya mero es tu partido de básquet - lo vi fijo y lo miré esperando una respuesta. - Sí, un poco. Van a venir cazatalentos, sabes, pero no sé. Ocuparé suerte para que me tomen en cuenta - él se ve desanimado y no me gusta verlo así, pero he mirado lo mucho que se ha esforzado por obtener un lugar para que los cazatalentos lo vean. Serán unos tontos si no lo ven. - Quizá yo pueda darte suerte - dije mientras bebía de mi lechita. - ¿Así? ¿Y cómo harías eso? - No sé por qué siento que su mirada es un poco traviesa, pero yo solo sonrío... - Yo... este iré a echarte porras - dije alzando mis manos en lo alto. Él sonríe, pero Héctor nos interrumpe... Empieza a hablar como si estuviera gritando y justo en ese momento va entrando Marta y Will... - Ell, olvidaste tus bragas en mi auto anoche. Ya sé que tu novio no te llena por completo, pero ¿quién soy yo para no
Daniel... No sé por qué me afectó tanto saber que Ell volvió a caer con Will, si es obvio que él sigue estando en su corazón. Quizá debería dejar de engañarme a mí mismo creyendo que algo puede pasar entre nosotros. Ella me gusta y mucho, pero es obvio que a ella yo no. "¿Amigo Dani, estás bien?" - Le tiré a la canasta sin atinar. Debería dejar de pensar tanto. "Sí, Hilda, estoy bien" - Dije aunque es más que obvio que no es el caso. No estoy bien ni un poco. "¿Por qué siento que no?" - Me dice ella. Sé que Hilda se preocupa demasiado por mí. Nos conocemos desde infantes y sin duda es mi mejor amiga. "Hilda, estoy enamorado de Ell" - Le dije. "Sí, era de esperarse. Llevas meses tratándola. ¿Ella es muy linda, no?" - "Sí, lo es. Es la mujer más hermosa de todas". "Sí, pero de su corazón no saldrá ese idiota que no hace más que hacerla sufrir" - Tiré la pelota a la canasta y esta vez sí le di. Sin duda debo estar molesto para poder encestar. "No puedo creer que DANIEL se esté rin
Han pasado tres días sin saber de Daniel. No ha venido a clases y no me contesta el teléfono. "Hola Ell", dice Hilda. "¿Qué quieres, Hilda?", respondo. "No me odies, Ell", dice Hilda. "¿Te dieron permiso tus amigos para hablarme?", preguntó. "Perdón, Daniel no ha venido", dice Hilda. "¿Sabes por qué?", pregunto. "Sí, lo suspendieron por la pelea que tuvo con Héctor la vez pasada", responde Hilda. "¿Eso afectará su beca?", pregunto. "¿Quieres verlo? Sé dónde está el consultorio de su tío", ofrece Hilda. "¿Me llevarías?", pregunto. "Sí, Daniel es mi amigo y lo he visto triste. Quizá verte lo aliviane un poco", responde Hilda. "¿Te parece si vamos después de clase?", preguntó. "Sí, claro. Gracias, Hilda", responde Ell. Entramos a la clase de literatura. "¿Por qué estás tan triste, Ell?", pregunta Will. "¡Qué te importa!", responde Ell. "Si tienes razón, ¿qué me importa?", responde Will. "Eres un idiota", dice Ell. "Chicos, les encargaré un proyecto en parejas. Después d
-Listo, hemos llegado a tu casa, Ell -digo deteniendo el auto justo frente a su casa. Gracias, Will -dijo ella bajando de mi auto. Enciendo mi auto y me voy, no quiero volver a mi casa, no a esa m*****a casa... Empiezo a manejar sin rumbo fijo y me estaciono a la orilla de la playa... ¿Por qué siempre tengo que ser tan idiota?... Soy igual a mi padre. Me quedo viendo hacia el horizonte. La vista es increíble, las olas suben y bajan, la luna se refleja en el agua de una forma tan maravillosa... Decido bajar de mi auto y caminar en la orilla de la playa... ¿Ese es Daniel? ¿Aún sigues viniendo a la playa? -pregunté parado detrás de él. Antes solíamos venir mucho a la playa. ¿William? -preguntó él incrédulo. Parece que viste a un fantasma, Daniel -dije sentándome a su lado. -¿Will, qué haces aquí? Y ¿Ell, dónde está? -preguntó él sin despegar sus ojos de mí. Necesitaba pensar y Ell está en su casa. La acabo de dejar ahí -respondí con sinceridad. -Oh -él dirigió su vista de nuevo a
Ya ha pasado un mes desde el torneo que Daniel ganó y al parecer un cazatalentos se fijó en él. Estaba hablando con Daniel por teléfono."Daniel, ¿entonces no podrás pasar por mi casa? Te veo en la plaza entonces", le dije mientras me arreglaba frente al espejo."Sí, niña. Es que ya ves, el entrenador no me va a dejar hasta más tarde. Te veo a las 3, ¿ok? No llegues tarde", respondió él."Ok, te veo en el mismo lugar", le dije mientras jugaba con mi collar."Ok, novia mía", dijo él y yo sonreí. Creo que ser su novia me hace bien."Entrena mucho. Cuando ganes el próximo torneo, te daré un premio", le dije."¿Así que será, princesa?", preguntó él."Es sorpresa. Si te lo digo, ya no lo será. Y si no ganas, no te lo daré. ¿Entendiste?", respondí."Entonces tendré que ganar. ¡Ell, me gustas!", dijo él."¡Y tú a mí, novio mío! Oye, me tengo que ir. Me habla mi mamá", dije mientras escuchaba los gritos de mi madre."Ok, amor. Adiós", dijo Daniel."Adiós, Dani", respondí antes de colgar la ll
-¿Aún te sientes mal, Ell? Vamos, te llevaré con mi tío para que te revise.-¡Está bien, Daniel!Él me lleva con su tío y me hace muchos estudios...-¿Tío, está todo bien?-Niños, ¿no les enseñaron que cuando dos adultos tienen relaciones deben usar condón o por lo menos tomar la píldora...?-¿A qué te refieres, tío?-Pues mira, cuando el hombre toma la semilla de la mujer, se crea un cacahuatito y pues, Ell, felicidades, tendrás un cacahuatito. Tienes 6 semanas.Daniel se me queda viendo...Si Daniel no es el papá, ya que él y yo no hemos tenido sexo, el papá de mi cacahuate es Will de la última vez en el almacén y Daniel lo sabe...-Gracias tío, ¿podrías no decir nada de esto?-Me quita las palabras de la boca.-Ok, pero se te empezará a notar. Mira, te recetare multivitamínico y ácido fólico para tu cacahuate.-Ok, gracias.-Felicidades a ambos.-Gracias, tío...Salimos del consultorio.-¿Se lo dirás?-¿Tú crees que va a creer que es su hijo?-No lo sé, Ell, pero tienes que decirle