Eremitas capitulo 30.

                      Tiempo para la virtud.

Hacia una hora después del mediodía exactamente y unas piernas harapientas avanzaban hacia un lugar llamado "casi la nada" - Ahí... este viejo loco. Se dijo para si y al instante - ¿adonde es que se dirige ? y ¿ que planta es aquella que lleva en sus manos?. Dijo la mujer y se acerco al viejecillo. - ¡¡Es un árbol!! grandísimo, por cierto. Dijo el eremita con orgullo por la planta que cargaba. - ¡¡Se llama Elio!!. Y me dirijo hasta "casi la nada".

la vieja- ¿Elio? usted le a puesto ese nombre , o es que así se llama su especie.

el eremita - No yo no e puesto nada es de su especie.. ¡ Elio !. Me lo regalo un amigo eremita - agrego el viejecillo - el reside del otro lado del país , no es un árbol cualquiera. Señora

la vieja - Y es que por que no lo planta cerca de su casa , es que se va a deshidratarse hombre, "casi la nada" esta