***NARRA GRACE***Ciudad de MéxicoDespués de ese incomodo beso que me dio Nicolás, no pude sentirme peor tanto que lo único que quería era salir de ahí con Nathan lo más rápido posible, lo cual hicimos en cuanto me soltó Nicolás. Era un pasado, lo hizo con toda intención, todo lo hacía a base de los celos, pero no sabía que no era necesario, más no se lo iba a decir.Salimos de la oficina y afortunadamente el ascensor estaba disponible y Nathan y yo nos subimos inmediatamente. Yo sentía unas inmensas ganas de llorar, las que tuve que contener para no agravar los problemas que hubo entre ellos, justo ahora que ya se habían calmado. Nathan me observaba fijamente y yo no le pude sostener la mirada.- ¿Todo bien, Grace? -Sí. - ¿Segura?-Sí.Solo le estaba respondiendo con monosílabos y él era muy intuitivo, no se quedaría así nada más, pues se dio cuenta al entrar a la oficina de la tensión que existía entre Nick y yo. Eso se podía palpar, también Carmen se dio cuenta de la situación.
***NARRA NATHAN***En ese momento yo me vi muy directo, pero eso no me importó en absoluto. Me daba demasiado coraje que ella, mi Grace quién siempre irradiaba un brillo especial en sus ojos que iluminaban todo a su paso, ahora se viera así, tan disminuida, tan triste, tan apagada y atemorizada por ese desgraciado que sin duda alguna la manipulaba a su antojo. Estuve en silencio, dándole su tiempo para responderme y finalmente lo hizo.-Con Nick me va bien Nathan, te agradezco mucho tu preocupación, de verdad. Digo ese beso que nos hemos dado frente a ti, debe decir más que mil palabras, lo viste con tus propios ojos, no te voy a decir algo que no es - Se justificó - Lo amo y creo que ahora que mis padres saben lo nuestro y nos han dado su consentimiento, todo nos irá mucho mejor.Eso que dijo Grace me cayó como un balde de agua helada, este tipo ciertamente era peor de lo que pensaba, a todos los traía comiendo de su mano. Quién sabe bajo que artimañas consiguió que los padres de Gra
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo León.Fui a la oficina del Rector cuando ya tenía las cosas que me había solicitado de la profesora Diana Martínez Correa, que Dios la tenga en su santa gloria, pensé para mis adentros. El Rector había salido a comer, así que con la confianza que ya nos teníamos después de algún tiempo trabajando juntos, yo entré a su oficina para dejar el expediente de la profesora en su escritorio junto con el permiso, en el que no nos equivocamos al pensar que en efecto había sido la profesora Herrera quién se lo había expedido y por eso yo no estaba enterada.Coloqué los documentos en un lugar donde él pudiera verlos al entrar a su oficina, le mandé un mensaje confirmándole que ya se encontraban ahí. Al salir de la oficina del Rector, iba caminando por el pasillo para volver a mi oficina cuando recibí una llamada, saqué de nuevo el celular y en la pantalla se veía el nombre de Camilo. Casi lo llamé con el pensamiento, él era el único que me podía sacar de la
***NARRA LU FABIANO***En ese momento Nicky, parecía aparecer de la nada para lanzarse a los brazos de sus abuelitos emocionada. Mis papás la amaban y era su adoración así que ya no quisieron ni pasar a mi casa, para irse con su nieta a divertirse al cine.–Nos vemos hija.–Te amo mucho, mami.La voz de Nicky llenaba todo mi mundo, mi ángel, mi pedacito de cielo. La amaba por sobre todas las cosas del mundo. Era el regalo más preciado que le agradecía a la vida y a su padre aunque no se conocieran.–Yo también te amo, mi tesoro.Yo tomé un momento para despedirme de mi hija y darle algo de dinero, aunque fuera con mis papás a mí me gustaba que mi hija tuviera siempre dinero para comprarse sus cosas y que fuera desde pequeña independiente como lo era yo.–Hija, te cuidas mucho. Que te diviertas con tus abuelos Nicky, toma para que te compres algo que te guste – Le dije a mi hija y le di un beso – Nos vemos al ratito.–Adiós mami – Me dijo Nicky y se fue con mis padres.Al quedarme sola
***NARRA LU FABIANO***Monterrey, Nuevo León.Me quedé callada pensando en cómo podía ser esa chica con la que andaba ahora mi Nicolás y pensaba preguntarle a Camilo después de todo estábamos en confianza y sí el guardaría el secreto de mi hija, bien podía guardarle también a Nicolás el secreto de que yo pregunté por él, después de todo aunque él no lo supiera es el padre de mi hija y eso hará que estemos ligados toda la vida.– Lu, te conozco y quieres que te cuente quien es ella – Me sonrío Camilo divertido por mi curiosidad – Y yo no soy chismoso.–Está bien, no me digas nada. Seguramente ya ha subido fotos con la chica en cuestión en alguna Red social y aunque ya no tenemos contacto podré buscarlo sin problema – Sentencié muy segura –Tú eres quién sale perdiendo de todo esto por ocultarle cosas a una de tus mejores amigas o sea a mí.Camilo pareció pensarlo unos momentos, de él y yo era él quién no podía aguantarse de contarme siempre las cosas que él sabía que a mí me interesaban
***NARRA GRACE***Ciudad de MéxicoPasaron dos días, desde que Nathan y yo habíamos ido a comer, desde entonces no podía evitar pensar en él y en las cosas que juntos pasamos. Recordaba su ternura al hablarme, al escucharme siempre, su manera de decir mi nombre eran tantos recuerdos hermosos que nunca iba a borrar de mi mente y mucho menos de mi corazón. Nathan era ese tipo de personas que se te quedaba grabada en la piel.Las cosas con Nick, no estaban nada bien en esos momentos y a pesar de que él y Nathan habían hecho las paces, yo apenas si lo había visto a pesar de estar trabajando juntos y lo que era peor que en los pocos ratos libres que teníamos a solas, él se limitaba a estar en su celular o en hacer cualquier cosa antes que atreverse a darme una explicación de la mujer de la fotografía que vi en su departamento al que desde ese día no había vuelto para nada, así que no había logrado conseguir la foto para dársela a Nathan y para que pudiéramos investigar sobre ella.–Señorit
***NARRA NATHAN***Ciudad de MéxicoMe dio mucho gusto el haber podido ayudar a Grace, la pobre estaba afligida por la ausencia del director de Social Media, por lo menos, le hubiera avisado de la cita con el cliente, me parecía una bajeza de su parte, dejarla sola y que ella se las arreglara como pudiera.Típico de un patán desobligado. Si le dejaban pasar estas cosas que más podría hacer más adelante. Este tipo de situaciones pondría en muy mal status a la empresa, se podría considerar como incumplimiento de contrato.–Estuviste fantástico, Nathan, con solo mirar los documentos supiste lo que necesitaba el cliente, yo me quedé asombrada de tu inteligencia.Que el halago vinera de Grace me elevaba a las nubes, era un sentimiento que me llenaba de orgullo el poder ser elogiado por la persona que más quieres en la vida. –No fue nada, princesa, por ti haría lo que fuera.–Ay Nathan, tu nunca cambias.–Para qué quieres que cambie, así te voy a querer por siempre.No me cansaría de repet
***NARRA NATHAN***–Gracias Alicia, aprecio en serio tus palabras y créeme que si ella me acepta yo voy a ser el chico más afortunado del mundo, eso tenlo por seguro.–Grace te adora Nathan, por eso no pierdas más el tiempo y sube a hablar con ella. Debe ya de estar lista en su recámara.De antemano sabía que nuestros padres ya habían tenido una conversación con respecto a nuestro noviazgo y si nos llegábamos a casar, que ese era mi intención, de una posible unión de las dos empresas, y no lo hacía por eso, de verdad estaba locamente enamorado de Grace, no recuerdo desde cuándo, pero así era. Era mi amor desde tiempos ancestrales, estaba escrito en nuestro destino.–Muchas gracias Alicia, nos vemos más tarde. Con permiso. –Desde luego que sí.Subí a la recámara de Grace y ahí estaban Diana y Priscila quienes al verme ahí en la puerta con todos los regalos que tenía para Grace entendieron la indirecta que les lancé con la mirada y se fueron de inmediato, dejándonos solos a Grace y a m