***NARRA NATHAN***

Monterrey, Nuevo León

Estando ya todos juntos, yo sugerí que fuéramos a un restaurante a cenar ya estaba empezando a caer la noche y así en calma y con el estómago lleno podríamos afinar mejor los detalles de lo que se haría en los próximos días.

–Chicos, que tal si nos vamos a cenar algo.

–Claro que sí – dijo Priscila y se puso de pie.

Se notaba que le urgía ingerir algo de comida, ella que era muy activa, necesitaba siempre de energía, como decía ella, hay que recargar las pilas, así que los otros chicos la imitaron y también decidí ponerme de pie.

– ¿Alguien sugiere algún lugar? ¿Milka, Diego?

Les hablé directo, ellos también podían opinar, éramos parte de un equipo ya debíamos empezar a llevarnos bien, con camaradería. Cualquiera podía opinar en lo que concernía al proyecto en el que empezaríamos a trabajar.

–Me parece que aquí estaría bien, además para qué movernos del lugar – dijo Milka y me pareció lo correcto.

–Entonces no se diga más.

Llegamos al restaurant