47. Yo nunca, nunca

[DIEGO] Mientras vamos hacia el bar, el hermano de Valle va escuchando la música a todo volumen, hasta que apaga el radio y me ve por el espejo retrovisor. Supongo que el interrogatorio está por comenzar.— Entonces cuñado ¿Eres empresario cierto?— me dice Carlos.— Así es— respondo con una sonrisa.— Mi hija es tu fan, no entiendo por qué, pero, cuando sepa que eres de la familia se va a morir — agrega.— Recuerdo que hace tiempo mi novio nos llevó a una degustación de tus vinos, me encantaron —habla Valente.— Gracias —digo feliz y de pronto me percato del alcan

48. Aclarando dudas

[VALLE]Mi padre se ha metido al cuarto enojado, sé que en este momento no debo ir a hablar con él, pero que en algún momento tocará el turno de hacerlo. Diego se ha ido con mis hermanos y sé que no debo preocuparme, mis hermanos parecen aceptarlo bien, y eso me alegra bastante.— ¡Ay Valle! En el problemón que te metiste— Me dice Irina interrumpiendo mis pensamientos.— Bueno, que sí serás descarada Irina ¿crees que yo estoy en problemas? Espérate a que mi hermano se entere de que le pusiste el cuerno con Abraham— Le respondo.— ¿Para eso hiciste esto cierto?, ¿te casaste con Diego para no estar ambas en la misma situación?, o ¿para opacarme?&mdash

49. Después de la fiesta

50. Esperar y disfrutar

Abro los ojos de nuevo y veo por la ventana que ya es de noche. No sé que hora es, pero si sé que me siento mucho mejor que hace horas atrás. Noto que mi celular está completamente descargado y no puedo ver la hora; aun así, calculo que son como las 9:00 pm. En la mesa de noche de al lado, veo una bebida de electrolitos sabor limón, supongo que mi esposa la dejó ahí porque sabía tendría mucha sed.— ¿Corazón?— pregunto, pero no escucho repuesta de ella.Me levanto de la cama y camino por la habitación. En la mesa pequeña de la sala puedo ver una hamburguesa que aún está caliente, la tomo de inmediato y comienzo a comer; muero de hambre. No he probado nada de comida desde la cena que comí anoche, que e

51. Algunas cosas cambian

[Valle] Cuando estudiaba la preparatoria y la universidad nunca destaqué en nada. Sí, era buena estudiante y sacaba buenas calificaciones, pero nunca fui popular, ni fui la típica reina del baile. Después, cuando empecé mi etapa profesional y mi vida adulta tuve uno que otro nombramiento, sin embargo, para nada especial, así que lo que se avecinaba a la mañana siguiente fue difícil de asimilar. Abrir las redes sociales y ver la foto de Diego y yo, saliendo de la capilla en Las Vegas me ha puesto los nervios de punta; afortunadamente él está a mi lado tranquilizándome y dándome una clase de como se deben tomar estas cosas. — Esto no se podía quedar tanto tiempo en secreto corazón — responde tranquilo mientras empieza a leer los mensajes que hay debajo de la foto. Mi celular no para de sonar. De pronto hay personas siguiendo la cu

52. El veredicto final

[Valle] ¿Se acuerdan del azar que comentaba hace días atrás?, pues llegó en forma de Diego D’Angelo, mi esposo, uno tan perfecto que aún o puedo creer que esté conmigo, así como tampoco puedo adivinar lo que esta noche pasará. Eso sí, puedo decir que Diego es un hombre de decisiones firmes y finales, así que cualquier cosa que decida debo tomarlo en serio, supongo que debo comenzar a acostumbrarme. La cita "del veredicto final" será en mi restaurante, algo bastante conveniente para todos porque, no solo yo iba a “pagar” por la comida, sino porque debía prepararle a mi padre su platillo favorito, pozole blanco de pollo y tacos dorados de papa; tratando así de llegar a su corazón a través del estómago. Así, antes de las 7:00 de la tarde todo está listo para la cena y con la mesa puesta para darle la bienvenida a todos. Yo, m

53. El trato

[Diego]El señor puede ser intimidante, pero por lo que me cuenta sé que únicamente está protegiendo a su hija y con mucha razón. Él no conoce nada de mí y ahora comparto la misma habitación con ella, supongo que debe ser difícil confiar.— Señor, yo estoy perdidamente enamorado de su hija— le contesto en tono formal y serio — y sé que ella de mí también.— Llevas por lo que sé, meses de conocerla, ¿cómo sabes que es amor y no un capricho?— inquiere.— Porque lo siento, no lo pienso — le respondo de inmediato — Valle me ama por quien soy, no por lo que soy. Ella no solo ve un empresario importante, sino tambi&ea

54. Todo estará bien

[VALLE]Después de la plática con mis padres, esa noche, Diego y yo decidimos dejar el hotel y regresarnos, por el momento, a mi casa, ya que queda más cerca de mi trabajo y por supuesto está más cómodo que el hotel; aunque admito que extrañaré la bañera y el enorme baño que tenía.Desgraciadamente, la casa es un desastre y las cajas que Rodrigo tiene dispersas por todas partes son un gran problema que, por unos días, tendremos que enfrentar, aunque espero no sea por mucho tiempo. Diego no ha dejado de hablar del viaje a Mendoza y de todas las cosas que haremos al final del año.— Mañana tengo que regresar al restaurante temprano