Narra Lavinia.

No me podía esperar lo que veían mis ojos, era la casa perfecta en todos los sentidos. Ni muy grande, ni muy pequeña pero acogedora. Las chicas estaban más acostumbradas que yo en vivir en este tipo de casas, pero yo no, era un sueño hecho realidad. 

-Chicas venir al salón para que os explique todo.- Dijo mi hermano caminando hacia un mueble.

Se peinó con los dedos su pelo para atrás, nos hizo sentarnos. Para mi seguro que es para darnos la charla del siglo.

-Bueno chicas, os voy a explicar un poco la casa de acuerdo.- Asentimos con la cabeza.- Esta casa fue creada para hacer misiones en el territorio humano cuando las cosas se salen de control, como sabéis nosotros nos encargamos de hacer desaparecer a esas personas para que no haya estupideces en el mundo sobrenatural. En nuestras habitaciones ya están vuestras pertenencias, yo traje las de Lavi y vuestros padres me las prepararon para traerlas aquí.- Señala a mis dos amigas. - Cada habitación tiene su propio cuarto de baño y vestidor. Aparte hay un despacho que te pertenece ati.- Me señala.- Recibiréis misiones si hay algún conflicto en estos territorios. Dentro de vuestros armarios tenéis cargamento de armas, todas las necesarias que os hagan falta. Se reponen mágicamente. Tenéis un laboratorio donde podréis hacer pócimas y una sala de entrenamiento. Chicas debéis entrenar todos los dias vuestras habilidades. Tendremos una nana donde os ayudará con las comidas y la limpieza. Todo claro.

-Todo claro.- Decimos las tres emocionadas.

-A que no se me olvide tenéis que hacer entrenamientos en el bosque. Creo que no hace falta que os explique el porqué.

-Pero Adriá tenemos el riesgo de que nos pillen entrenando y no es muy bueno que digamos.- Dice Hirune con cara de preocupación.- Esas tierras le pertenecen a Black Moon, al mate de tu hermana.

-Hirune no debes de preocuparte, ya que hay es donde entre Lavinia y Katixa. Pueden levantar un muro para que nadie las detecte, sobre todo con Lavi.- Le dice con una sonrisa en el rostro.- Y si supuestamente es su mate, esas tierras también le pertenecen a ella ¿no crees?

Mi hermano es demasiado inteligente y eso da miedo. Aparte apuesto una sonrisa diabólica, como diciendo, si él intenta haceros algo su cabeza estará en una estaca en menos de tres minutos. Cuando lo dice lo hace.

Aunque el ahora no me diga nada, sé que tenemos una charla pendiente por lo de mi alma gemela o pareja predestinada como lo queráis decir. Hay donde lo ven es muy protector y celoso conmigo, no permitiría que me dañara una mosca.

-Bueno chicas me marcho, Septune me espera para ir a cenar con unos amigos.- Se acerca ami y me da un beso en la cabeza.- Escucha para lo que sea, ya sabes di mi nombre o el de Danae. Aunque ella no pueda venir me enviara a mi o a Kendall. Sabes que el te tiene mucho cariño y te protegerá de todo.

-Deacuerdo, pero se protegerme solita hermanito, lo sabes bien.- Lo abrazo fuertemente.

Se despide con la mano y sale por la puerta.

Las chicas y yo nos miramos, sonreímos y corremos a nuestros cuartos. Esto es una pasada, mi cuarto es una pasada mola demasiado. Estoy demasiado feliz para pensar en el idiota del alpha de Black Moon.

-¡¡LAVI!!

-Katixa no grites, no estoy sorda.- Salgo de mi cuarto tapando bien los oídos.- ¿Qué quieres?

-Noche de pelis, chocolate y pizzas ¿Qué dices?

-Vamos a por las pizzas.- Digo esbozando con un sonrisa.

Cada una nos retiramos a nuestra habitación para cambiarnos y buscar una pizzería.

Cuando salimos, saco mi móvil y busco una pizzería cercana que queda a unos cinco minutos andando. Emprendemos a caminar mientras charlamos amistosamente, todo lo que hemos visto hoy en la uni y la gente que hemos conocido. Esquivamos el tema de mi alma gemela, la verdad para mi es mucho mejor así.

Entramos a la pizzería y pedimos tres pizzas una carbonera, otra barbacoa y otra cuatro quesos, nuestras favoritas.

Mientras esperamos entran unos chicos a la pizzería, no les hago mucho caso hasta que uno de ellos se acerca a Katixa.

-Hola- Saluda a Katixa con una sonrisa. Ella nos mira a nosotras con intriga.

-¿Hola?

-Heres la nueva en nuestra carrera, perdón por no haberme presentado, me llamo Isaac. Me siento cuatro sitios detrás de ti.

-A encantada yo me llamo Katixa y ellas son Hirune y Lavinia mis amigas, también son nuevas en la uni como yo.

-Pues bienvenidas a la uni.- Dice el chico con una sonrisa, sinceramente ami me da mala espina este chaval.- Chicas, este Sábado mis amigos de la uni y yo vamos hacer una fiesta si quereis podeis venir, asi conoceis más gente de la uni que os parece.

-No se, nos acabamos de mudar y tenemos que ver muchas cosas.- Digo para ver si el chaval se va de nuestro lado una vez. Que pesado.

-Venga animaos, tenéis todo un año. Me das tu numero Katixa y yo te envío la ubicación del lugar. Será divertido.- Nos mira con una sonrisa.

-Lavi creo que tiene razón, hay podríamos conocer a más gente y socializar más.- Me dice Hirune.

-Venga Lavi, yo tengo ganas de divertirme un poco, si por nosotras- Me mira con ojitos de gato apunto de llorar.

-Vale, de acuerdo, pero luego no quiero quejas cuando os meta caña, os a quedado claro.- Las miro señalándole con el dedo.

Las chicas asienten y se emocionan. Katixa le da su número al chaval y este se larga con sus amigos. Sigo diciendo que me da mala espina estos tipos, pero mejor me lo voy a guardar para mi ellas están muy emocionadas por integrarse.

Nos dan nuestras pizzas y nos marchamos a casa, para seguir nuestra noche de chicas. 

Cenamos vemos, pelis, reímos, hablamos un rato y al final nos retiramos a la cama.

Estoy suplicando que la semana pase lenta, porque me da un mal presentimiento todo esto.