"Ya, ya, ya."

Mikha gruñó porque Justin le estaba pidiendo su cuota por enésima vez ese día.

Justin se rió entre dientes y le robó un beso a Mikha.

"Me vuelves loco, Baby."

No importaba que Mikha lo considerara vulgar, la verdad era que siempre estaba obsesionado con el cuerpo de su esposa, después de todo, era legal, ¿quién podía impedirlo?

"Esta noche, ¿sí?", ofreció Mikha, todavía estaba cansada, también molesta con Aleta por no ser amable con ella, Mikha no quería ser tratada como una reina, pero al menos quería que la apreciaran como alguien cercano a Justin, solo eso.

"Doble, ¿eh?"

Mikha se rió entre dientes, "¿Acaso alguna vez ha sido solo una vez?", respondió ella mientras acariciaba la mejilla de Justin. "Vamos, muévete ya".

Justin se levantó de su asiento, se dirigió a su escritorio y se sentó allí, levantó el intercomunicador, Justin habló durante un rato, no se sabe con quién, pero después de eso volvió a acercarse a Mikha y se acostó en el sofá, usando los muslos de Mikha