El cuerpo de Gabriela fue llevado a la morgue para hacerle una autopsia, Henry le habló con un perfecto italiano al oficial de la policía sobre el paradero donde se iba a encontrar “Aisha” luego de eso la escena fue despejada y el mayor de los Montecristo miró a su novia.

_ Ve a traer tus cosas, te llevaré a la mansión de mi abuela para que te quedes ahí ya que ni de broma te voy a dejar sola.

_ Pero Henry en esa casa no soy bienvenida y bien lo sabes, estaba a unos cuantos días para que mi vuelo saliera pero con esto que pasó no puedo irme sin embargo no deseo causar molestias.

_ Es cierto que en la mansión Santorini no eres santa de la devoción de nadie sin embargo ninguno de ellos es inhumano y estoy seguro que van a comprender por la situación en la que estás pasando.

_ ¿Estás seguro? _ él asintió _ bien, no tardó ya que las cosas se encuentran en su mayoría listas así que espera un momento.

“Aisha” fue por sus cosas y las alistó lo más rápido que pudo, ella sonreía con victoria a