La doctora saludo a la familia Montecristo que estaban igual de sorprendidos que sus hijos, ella después de saludar a todos los presentes miró al hombre que ante sus ojos era un imprudente de primera categoría.

_ A ver, dígame en qué demonios está pensando al hacer semejante escándalo en el hospital, ¿Acaso usted no sabe que aquí hay doctores que necesitan una concentración muy grande para hacer procedimientos muy delicados de los cuales depende la vida de otras personas? Este sitio no es un mercado de verduras donde puedes gritar a los cuatro vientos.

_ Ustedes le dieron el alta a mi hija sin decirme nada al respecto, esto no se va a quedar así de tranquilo.

_ ¿Su hija es menor de edad? _ preguntó la doctora tranquilamente _ vamos conteste.

_ No lo es, pero me tenían que avisar de que le habían dado de alta.

_ Claro que no señor, si su hija no es menor de edad no tenemos la responsabilidad de contactarlo, además si estaba tan preocupado por ella por qué se fue y la dejó aquí.

El seño