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Mi nuevo apuesto y extraño CEO

Capítulo 2

Thompson tenía los ojos desorbitados mientras que veía como Norton se burlaba de cada uno de ellos.

—Eres un Maldit* hijo de perr*. No importa lo que hagas, te haré pagar por esto —dijo Thompson con rabia.

—Amigo, pero no te molestes, solo quiero salir ileso de este asunto, leí todos sus planes, las cartas que se han enviado y además todo lo que han hecho para llegar a este momento, sabía que sin importar lo que hiciera ustedes me iban a dar esta noticia, solo quiero estar preparado, no quiero que me sigan apuñalando por la espalda mientras que a ustedes les llueve el dinero.

—Hijo, no era necesario todo este alboroto, creo que la decisión que has tomado es muy agresiva para con todos nosotros —su padre intervino, quería calmar un poco a su hijo, conocía su temperamento y además sabía que era un hombre que podía lograr lo que quisiera con la determinación y los contactos que tenía.

—Todo lo que queremos hacer cada uno de nosotros es vivir una vida tranquila, ¿No es así padre? Eso fue lo que me dijiste la vez que gané las votaciones para hacerme presidente de la compañía, pero justo anteayer enviaste un documento donde especificaste que no me considerabas “capaz” de manejar esta empresa.

—Co… ¿Cómo te enteraste de todo eso?

—Lo hice de muchas maneras, pero eso no importa ahora, lo que quiero es que firmen un documento donde ninguno de ustedes me acusará de nada y me dejarán marcharme con mi dinero, no quiero el dinero de la compañía, solo el mío por mi tiempo trabajado y todo lo que he logrado.

—Bien… —terminó cediendo el padre de Norton frente a su hijo, sabía que era un arma de doble filo, pero era lo mejor que podían hacer por ahora, darle la razón y salir de esa situación lo más rápido posible fue la decisión más acertada que pasó por su cabeza, porque de no hacerlo seguro tendrían grandes problemas.

—Señor… ¿Está seguro de eso? Es su hijo ¿No puede hacer algo para que cambie de opinión? —los inversionistas estaban nerviosos, que Norton se llevara su dinero de la empresa indicaría una pérdida millonaria, ya que las acciones bajarían de precio y además su capital se vería afectado seriamente.

—No hay nada que hacer, a no ser que quieran quedar en manos de mi hijo para que los destroce con todas las pruebas que tiene en contra de cada uno de ustedes.

—Creo que el señor Bays tiene razón. No vamos a poder lograr mucho si Norton muestra esas pruebas —otro de los inversionistas observó las pruebas que había en el sobre con su nombre, nadie le había mostrado a los demás lo que tenía en sus manos, era algo muy privado. Pero sin embargo todos sabían que el contenido de los sobres eran pruebas que podían poner en peligro incluso la vida de mucho de ellos.

Todos se quedaron en silencio un rato mientras que analizaban la situación. Todos se miraban los rostros tratando de hacer que todo fluyera de una forma distinta, pero sabían que eso era imposible, Norton tenía el control total de la situación.

—Señores, no tengo todo el día —Norton rompió el silencio —. Necesito que tomen una decisión lo más pronto posible.

—Está bien —dijo Thompson, quien fue el primero en hablar —, te voy a dejar marcharte con todo tu dinero.

—Ya no hay ninguna otra opción, vamos por ese camino —dijo otro.

Rápidamente todos estuvieron de acuerdo, así Norton le ordenó a Tom que redactara el documento allí mismo delante de todos y que lo imprimiera de una vez para que todos los presentes firmaran. Tom lo hizo, les entregó un bolígrafo a cada uno de ellos y todos pasaron a firmar el documento, imprimió dos, uno para que se quedara con la dirección de la empresa, y otro para que estuviera con su jefe.

—Me alegro de hayan tomado la decisión correcta —dijo Norton con una sonrisa mientras que se retiraba de la sala, pero cuando llegó a la puerta miró a la señorita Wilson.

—Oye Thompson, hagamos un trato…

—¿Qué demonios quieres ahora? —Thompson estaba muy estresado, no quería saber más nada de Norton.

—Te dejaré tres millones de dólares en capital, para que me dejes llevarme a tu secretaria como mi empleada —Norton sabía que la Srta. Wilson era muy capaz, pero siempre había tenido un interés especial por ella, aunque siempre había mantenido todo bajo perfil ya que no quería hacer pasar un mal rato a nadie.

—Por siete millones de capital puedes llevártela, pero solo como tu secretaria, nunca fue más nada mío.

—Bueno, creo que vale la pena el trato —Norton lo dijo con una sonrisa, mientras que la Srta. Wilson se sonrojaba tanto que parecía un tomate —. Bien, para que no digas que soy malo, dejaré diez millones de dólares como capital que será suyo. Un placer hacer negocio con todos ustedes, y si alguna vez me van a buscar, les estaré esperando…

Norton era un hombre de armas tomar, no importa quien fuera, si estaba en su camino y pensaba hacerle daño, él lo destruiría sin compasión alguna. A pesar de no haberles destrozado, todos tenían la moral baja, era evidente que Norton podría tener muchas más pruebas. Él salió de la oficina y Thompson observó a su secretaria.

—¿Qué esperas? Acabo de transferir tu contrato por diez millones de dólares, ese hijo de perr* ahora es tu jefe —le dijo mientras que le hacía seña para que fuera detrás de él, Tom seguía recogiendo las cosas y la Srta. Wilson se acercó a él para ayudarle.

—Muchas gracias —le dijo y luego salieron ambos de la oficina.

—¿Por qué el Sr. Bays pago tanto por mi contrato? —Preguntó ella, mientras que llevaba algunas carpetas y el ordenador.

—Eso no me lo preguntes a mí, es un hombre realmente misterioso, no sabía que tenía esas pruebas y menos que era capaz de tener tanto dinero en el capital de la empresa, pedí que hicieran una transferencia de todo su dinero a su cuenta personal, iré a revisar si está lista y cuanto es. Por favor ve con él y termina los preparativos para irnos, seguro ya muchas cosas están listas —fue la respuesta de Tom mientras que le terminaba de entregar todo lo que tenía a la Srta. Wilson.

—Bien, estaré atenta a todo lo que pida —así Tom camino hacia el ascensor, para no esperar tomó el presidencial y bajo en dirección al departamento financiero, Wilson caminó en dirección a la oficina, al entrar tropezó con el tapete y cuando iba a caer al piso, fue sujetada de la cintura por un brazo firme y fuerte, el brazo de Norton.

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