CAPÍTULO 9.

FIESTA EN LA MANSIÓN DE TEXAS.

Maldito Damon. Lo maldigo al punto de no querer ni verlo a los ojos, pero bueno, tengo que aguantarlo por el resto de mi vida si es que no se muere en alguna misión o si es que no me muero yo primero.

Estaba apunto del maldito orgasmo y enciende el maldito avión para que yo saliera volando por la parte trasera, tuve que ponerme el jodido vestido a la velocidad de la luz para no morir mientras el avión tomaba vuelo.

Han pasado dos horas de vuelo aproximadamente ya que teníamos que rodear la frontera para no aparecer en los radares de los drones. Aterrizamos en las fronteras de Texas y llevo mi máscara lista en mi mano para el momento en el que subamos al auto, no está lejos de la mansión pero si está lo suficientemente lejos para lograr no ser detectados.

Bajamos del avión y los nervios o miedos q