Las semanas pasaron y la tensión en el matrimonio de Ian y Rachel era más que evidente. La omega cumplió con su amenaza de quedarse en la habitación de sus hijos, mientras que el alfa ni siquiera podía dormir.
Prefería quedarse en el palacio presidencial que ver como su esposa se cerraba cada día más. Ni siquiera le permitió que alguna de sus amigas fuera en su auxilio, ella debía de salir sola de ese hoyo que había creado a su alrededor.
Dejó salir un largo suspiro leyendo la carta de sus padres, y vio la foto de sus hijos. Estaba demasiado ocupado con todo como para ponerse feliz.
— Aquí tienes el informe que pediste — Zaid entró con más documentos —. Si deseas, puedes dejar
<<— Ellos me entregaron ropa para que uses esta noche, Rachel — murmuró algo cohibida —. Es lencería… antes de que digas algo todas debemos usarla por órdenes de Tommy, pero tu usaras la más provocativa.— Entiendo, creo que si lo hago…— No lo haces — lo interrumpió —. Todas sabemos que fuera de estas puertas, que Tommy está detrás de ti desde hace tiempo, él tiene todo calculado para ti esta noche. Si nadie te compra él se encargará de ti y ambas sabemos cómo serán las cosas — el pequeño cuerpo de Rachel comenzó a temblar y pequeños temblores se hicieron presentes.Ahora sí que su destino estaba escrito, ah
Cinco meses después.Ian se quedó mirando la foto que tenía en sus manos, era el día de su boda y se veía claramente feliz de haber dado ese enorme paso. Odiaba de sobremanera tener que depender de alguien que le pagó de la manera más ruin de todas. Quiso protegerla, tenerla con él y darle todo lo que quería sin ningún problema.— ¿No han sabido nada de ellas? —le preguntó a Leonard, en cuanto entró a la oficina —. Michael parece que también desapareció de la faz de la tierra junto con ellas.— Lo entrenaste para cumplir tus órdenes y eso es lo que está haciendo, protegiendo a tu esposa — le pasó un sobre —. Aquí están la casa de tus padres, disfrutan
Rachel sacó la bolsa de basura a la acera, y regresó a la casa con mucha intranquilidad. Sus hijos estaban en la sala, jugando entre ellos con toda la inocencia del mundo.No tenían la más remota idea de que estaban huyendo y que todo un país estaba en su búsqueda para matarla por lo que había hecho a su presidente.Dejó salir un largo suspiro, dándose cuenta de la gravedad del asunto, de la estupidez que había cometido, pero ya todo estaba hecho, debía de ser consciente y dejar que todo estuviera más que bien.— Willow, deja de molestar a Joseph, por favor —dijo Rachel, agarrando a su hija por una de orejas —. Es tu hermano, pero eso no te da el derecho de molestarlo por gusto —la niña la vio con
Valeria abrazó la almohada, mientras sollozaba. Le había fallado a sus amigas, ya las habían encontrado y todo se sentía tan vacío que estaba segura de que en cualquier momento iba a colapsar por la falta de amor propio que no se tenía en ese momento.Zaid le dio la noticia de que Ian ya se encontraba de camino a la isla, en busca de Carla y Rachel, descuidando el país una vez más.Era horrible, no podía ni imaginar que le harían a ellas, si las encontraban. Escuchó la puerta de la habitación abrirse y Zsid prosiguió a entrar con unas nuevas cadenas y esposas, ya que las antiguas estaban oxidándose.— Levanta la pierna, por favor —no se movió de su lugar —. ¡Que levantes
— Meses buscándote —la agarró por el cuello —. Meses en los que no pude pegar un ojo por más de dos horas a menos que sea por pastillas —hizo presión, dándole a entender que la mataría en cualquier momento —. Fueron unos putos meses en los que pensé como te mataría con mis propias manos cuando te tuviera en mis manos, pero ahora lo único que quiero hacer es torturarte hasta que mueras y de paso morir yo.— Por favor…— ¿Por favor? ¿Me estás pidiendo por favor? —preguntó, dejándola poco a poco sin aire —. ¿No me ves que estoy muriendo? ¿Qué por tu culpa no puedo ni caminar bien?— Suéltame —golpeó su mano —.
Rachel despertó por el ruido que había en alguna parte de la habitación. El dolor en su cuello era horrible, su cuerpo de igual manera dolía más de lo acostumbrado. Llegó a pensar que alguien se había metido en su casa en su segunda noche, pero lo único que pudo percibir en el aire fue el olor de Ian.— Ya estás despierta —Ian entró con una bandeja en las manos —. Bebe esto, es un té verde y unas pastillas para el dolor —Ella lo miró asustada —. Recuerdo haberte follado, pero no que me hayas dado una mamada —chasqueó la lengua —. No le hagas repetir la misma mierda nuevamente.— Tengo miedo —soltó —. Por favor…— No hay favores que deba
La relación entre Leonard y Carla parecía ser una batalla de quien aguantaba más, todo indicaba que mi había amor, sólo que estaba muy oculto.Zaid dejó a Valeria, dejó que ella fuera feliz. Aunque, su felicidad no estaba a su lado.Ian…Estaba mirándola dormir tan cálidamente que se preguntó qué diablos estaba siendo mal con ella para que lo odiara a tal grado de que tener sexo con él provocara que saliera huyendo hacia el lugar más cercano a vomitar o a quitarse las marcas de su cuerpo durante largos minutos.Ella era tan hermosa, tan llena de vida que no entendía muy bien qué hizo con mal para que todo estuviera de cabeza.
Estaba mirando cómo las personas hablaban del atentado que había recibido ese día por parte de unos guerrilleros que no estaban de acuerdo con que fuera el nuevo presidente del país.Estaba harto de estar rodeado de personas incompetentes que sólo estaban allí sentados ganándose un sueldo sólo con eso. Puso los ojos en blanco soltando un suspiro lleno de exasperación, que fue causa de la risa del vicepresidente del país.Dejó caer ambas manos sobre la mesa, logrando que todos dejaran de hablar.— Quiero saber porque demonios aún están aquí dentro sin decirme una sola palabra que valga la pena — los miró, con ojos cazadores de alguna presa.Todos guardaron