Lidia.

Me quedo despierta hasta muy entrada la noche pensando en el beso que me dio Jack, lo había deseado desde asé tanto tiempo pero no sé si este bien en la iglesia me enseñaron que la lujuria es un pecado grabé pero Jack me dijo que tiene problemas con Tamara y no lo culpo esa mujer es un hígado, hay no sé cómo me pudo remplazar con esa estúpida, todo eso me ronda la mente hasta que por fin el cansancio me gana y me quedó dormida pero no por mucho tiempo ya que de pronto siento algo húmedo en la oreja, abro los ojos rápidamente y tapó mi oreja, miro en la puerta a Ed con una sonrisa, esté maldito me metió el dedo con saliva en el oído tomo mi almohada y se la aviento con molestia.

-Idiota, que asco.

-Arriba muñeca.

Ed salé corriendo de la habitación, con todo el pesar de mi alma me levanto de la cama, lo sigo a la cocina donde lo miro enfrente de la estufa asiendo el desayuno siendo observando por Jack con molestia, hay esto será un martirio a Jack no le cae bien Ed, me siento en