Lidia.

Me duele todo el cuerpo y escucho voces a lo lejos, intento abrir los ojos siento como si los párpados me pesan una tonelada por fin abro los ojos y veo un techo blanco, miro a mi izquierda y hay un monitor que está conectado a mi brazo, me siento y me percató que estoy en la sala de un hospital no tengo la menor idea de cómo sobrevivi a la caída, me intento mover pero un fuerte dolor se instala en mi pierna derecha muevo las sábanas y me doy cuenta de que tengo un yeso.

-Gracias a Dios has despertado.

La voz de una mujer lláma mi atención y miro entrando a una enfermera es casi de mi misma edad que me mira con una sonrisa y se acerca con una tablilla.

-Bueno nos alegra que por fin hayas despertado duro dos días en coma.

-Como llegué aquí

-La encontraron unos pescadores flotando en el río justo a tiempo ya que tuvo una fractura expuesta y estaba perdiendo demasiada sangre, tiene algunas contrucciones en los brazos pero nada grave, solo quiero llenar el formulario del hospital.