ATENCIÓN: ESTE CAPÍTULO CONTIENE SPOILER DEL LIBRO "LA DAMA DE LA COMPAÑÍA"
- ¿Qué haces aquí? preguntó Amanda, levantándose de inmediato, tratando de cubrir sus senos.
Martim Collins permaneció sentado, con los botones de la camisa entreabiertos.
- Tú... Estás enfermo, sórdido...
Martina entró y observó la escena, visiblemente sorprendida:
- ¿Quién eres, Collins?
Me di la vuelta para irme cuando Amanda corrió hacia mí:
- No es lo que piensas, Megan.
La miré y me reí con sarcasmo:
- ¿Cómo sigues perdiendo el tiempo diciéndome eso?
- ¡Maldición! ¿Que haces aqui?
Martina la miró de pies a cabeza y le preguntó:
- ¿Te acostaste con Noah también?
"No…" dijo ella.
- Porque
No me dijeron nada, así que continué:- Cuando Magnus le pidió a Katrina que se casara con él, en el baile de máscaras donde estaría oficialmente comprometido con la duquesa Victoria, le dio un anillo, que era parte de la familia de su padre. Para él no era solo una propuesta, sino la confianza de que ella podría llevar el anillo que perteneció a los antepasados de su familia para siempre.Abrí la bolsa y saqué el anillo que había dentro.- No creas que fue Noah quien me dio el anillo, Antonella… - dije al notar que ella estaba confundida, entrecerrando los ojos al ver el objeto en mi mano. Entonces miré a Noah. – Fue Axel quien me lo dio… De hecho, Amanda se lo quitó de su propio dedo y me lo dio, cuando me pidieron matrimonio con ella…Se acercó y tomó el anillo de mi mano, observándolo.- Fue... De mi
Cuando llegué a casa, Martina estaba hablando sola con las sartenes. Me apoyé contra el marco de la puerta y me reí:- ¿Cuál es tu relación con estas cacerolas, Martina?- Amor y odio. - Dijo mirando el objeto que tenía en la mano. – Supongo que tendré que pedirle ayuda al gilipollas… ¿Por qué las sartenes son tan diferentes? ¿Afecta el sabor?- ¿De verdad te estás cuestionando sobre esto?- Por supuesto... Soy la cocinera oficial de esta casa. ¡Y este bebé depende de mí!- Voy a bañarme. - le advertí subiendo.Cuando llegué a la habitación, Martina estaba detrás de mí.- ¿Adonde fuiste?- No lo creerías...Me dirigí al baño con ella pisándome los talones, pareciendo preguntarme qué acababa de pasar. Me quité
- Megan, todavía estoy tratando de asimilar que viste a mi padre ya Amanda juntos... - Dijo bajando la cabeza confundido.- Entonces prepárate para lo que aún tengo que decirte, Axel.- ¿Puede haber algo peor que Martin y Amanda Collins teniendo una aventura?- Tal vez no para ti, pero para mí, sí.- Entonces dímelo de una vez, Megan.Mientras le contaba lo del chantaje de Martim para quitarme la herencia, Martina bajó las escaleras dejando claro su mal humor ante la presencia de Axel en la casa. Aún así, ella fue a hacer el almuerzo. Y apuesto a que estaba pensando que solo lo estaba haciendo por el bebé y no por mí. Conocía a mi hermana tan bien que estaba bastante seguro de que estaba hablando sola y maldiciendo mientras escuchaba las ollas golpeando.Axel no me interrumpió, escuchó atentamente. Sonó el intercomunicador y me det
- Es una niña.Gritaron y el doctor los regañó en voz baja:- No puedes hacer eso aquí...Se quedaron en silencio de inmediato. martina dijo:- Cariño, mami se va a llevar una sorpresa impresionante esta noche...- ¿Como asi? preguntó Axel.- No todo lo que sabes o sabrás. - le dijo Thomas, serio.- Aquí estamos listos, Megan y su hijita... - dijo cariñosamente el doctor. – La enfermera vendrá pronto a ayudarle. Puede esperar en recepción. – miró a los tres, quienes inmediatamente se retiraron.La enfermera me ayudó a quitarme el gel. Esperé hasta que me entregó el cd con la grabación de la primera aparición de mi bebé, que pretendía regalarle a Noah lo que había perdido al principio. Cuando salí de esa habitación estaba seguro de que algo en mí hab&i
Colgó la llamada y me miró:- Martin Collins está con Strange.- ¿Como asi? ¿Qué hace ese hombre con mi perro? No tienes idea de lo que le hizo a Strange cuando estábamos en esa casa...- Sí, quiero... - dijo Martina.- Habla, ¿qué quiere?- Que te reúnas con él mañana en la cafetería de la zona A.- ¿Qué quiere todavía este hombre de mí? No tengo nada más que hablar con él...- Sí, por eso secuestró a tu perro. Para hacerla ir allí.- ¡Dios mío, no otra vez! ¿Que es lo que quiere ahora?- Vamos a averiguar... - Dijo tomando su bolso. - Y ahora.- Ni siquiera he logrado disfrutar de mi pequeña todavía... Y voy a enfrentarme de nuevo a su abuelo. ¿Qué me espera? Tengo miedo.- Vamos, Megan... Puedes hac
- Es aqui. – dijo Axel mientras pasábamos por el edificio del que no podía ver la parte superior.Martina estacionó y estaban bajando del carro cuando dije:- Voy sola.Los dos me miraron.- Necesito hacer esto solo.- Piso veinte. dijo Axel.Respiré hondo, agarré mi bolso y salí del auto. Ya eran las ocho de la mañana. Viajé casi una noche entera y esperaba desde el fondo de mi corazón que Noah ya estuviera allí en ese momento, porque increíblemente Axel solo sabía la dirección donde trabajaba su hermano y no su casa.Atravesé la puerta giratoria de cristal y entré en el enorme vestíbulo de cristal. Había tanta gente allí, corriendo de un lado a otro que me quedé allí tratando de encontrar el camino a donde se suponía que debía ir. El mundo de Noah era tan diferente al m&iacut
Cuando llegué al lugar concertado con Martim Collins, la cafetería de la Zona A, respiré hondo antes de entrar. Martina se había quedado en el coche. Él había dicho que yo debía ir solo. Parecía sacado de una película de suspenso, pero era real: el viejo había secuestrado a mi perro.Lo vi sentado en una mesita junto a la ventana, lejos de los demás. Cuando me vio, fijó sus ojos en mi vientre y sonrió irónicamente:- Un bebé...Saqué mi silla y me senté, ignorando sus palabras.- Quiero a mi perro, o voy a la policía. Y no tengo dinero para pagar el rescate, si eso es lo que quieres.- ¿Quien es el padre? ¿Noé o Axel? - le preguntó.- No es de tu incumbencia.- Al final, soy un abuelo como...- ¿Eso te genera algún tipo de sentimiento? Yo pregunté.
Al día siguiente, Axel se mudó a la casa de campo. Obviamente escuché a Martina quejarse sin parar cada minuto del día. Esa broma suya con Axel fue tan “anormal” que tuve que preguntar:- Martina, ¿cómo están tú y Dex?Ella me miró sorprendida por la pregunta y respondió:- Bien.- ¿Bien? Esa no es una buena respuesta.- ¿Porque? ¿Quieres que diga que no estamos bien?- ¿Por qué no ha firmado todavía algún tipo de compromiso? ¿Cuántos años lleváis juntos?- 6 años.- Incluso te quedaste embarazada de él... ¿Qué falta?- Yo... estoy empezando a pensar que no me gusta Dex como siempre imaginé.- ¿Porque piensas eso?- No puedo decir... Al principio todo iba bien... Pero parece que lo que tuve con él siemp