-no debiste decir eso – me dijo angel apenas salimos de la oficina de m padre, sabia que no podía decir nada pero no podía seguir aguantando aquello ¿Cómo ese hombre era tan descarado? ¿Cómo era que no podía tener vergüenza? Seguía mintiendo una y otra vez.- te pedi que no dijeras nada que solo miraras- me reprimió una vez mas.

Suspire.

-¿crees que no lo se?-le pregunte – claro que lo se, lo se pero no podía seguir callando, el seguían mintiendo como un maldito mitómano- le dije

De camino al auto ninguno de los dos pronuncio una palabra mas, yo no dejaba de pensar en ella ¿Por qué se había ido? ¿acaso mi padre la había amenazado? Seguramente era eso, el había hecho que ellos se fueran.

Necesitaba saber de ellos, saber cómo están mis hijos, los había visto solo una vez y había ocurrido ese maldito accidente que me había alejado de ellos ¿Cómo mi padre fue capaz de alejarme de mis hijos? Solo para lograr sus objetivos, era un maldito desgraciado, tenia que meterlo en la cárcel, el debia