Había amanecido y yo casi no había podido dormir, había estado pensando toda la noche en como salir de este lugar.

Amy no había regresado al menos yo no había oído su voz, solo la de aquel hombre que traía mi comida y la de supongo su novia, aunque ella no había entrado si que la había escuchado.

Me levanté cuando la puerta se abrió, era aquel hombre con la bandeja del desayuno, sinceramente se veía bastante apetitosa.

Era frutas

- Mi novia te preparo comida y aquí esta tu ropa, duchate- Me miró como si yo apestara.

Dicho eso solo se fue de la había tanto.

Decidí hacerle caso, hoy sería el día.

Tome una ducha algo larga, me coloque la ropa limpia y comí debía tener fuerzas además tenia hambre mucha hambre esta comida que me servían, no me llenaba lo suficiente.

Pude sentir como mi bebé se movió lo que me hizo sonreír.

-¿Estás listo para salir de aquí hoy bebe? -sentí una patadita- vas a volver a oír a papa

Fui al baño en donde estaba aquella ventana que había visto el día anterior p