Capítulo 28

Todos esperan afuera, ansiosos para que los dejen entrar, por suerte está con él el doctor que lo ha estado atendiendo desde que ingreso hace dos días.

—¿Cómo te atreviste a llamarla? —le pregunta indignada a su esposo.

—No lo hice, supongo que fue la clínica, él la tenía como contacto en caso de emergencia y como tutor legal en caso de quedar inconsciente —se defiende—. Ya despertó, a menos que él quiera, no podrá llevárselo.

—Más te vale que no tengas nada que ver en esto —lo amenaza.

Ven salir al doctor y se acercan a él.

—Se encuentra en buen estado de salud, lo único es que presenta una pérdida de memoria la cual puede desaparecer con los días —les informa, no sin antes darle una importante recomendación—. Él necesita regresar al estilo de vida que llevaba antes del accidente, la misma casa con las mismas personas.

Leticia respira aliviada al escuchar al doctor, no podrán separarlo de ella y su bebé.

—Ya lo podemos ver —pregunta ansiosa por presentarle a su hij