Tres años después
Me levanté de la cama siguiendo todo mi cuerpo adolorido. Hice mi rutina diaria me coloqué una falda de tubo una camisa blanca con botones y un blazer, mis tacones usuales y salí directamente al cuarto de los gemelos. No me sorprendí al verlos ya despiertos, les sonreí. — Buenos días mis dormilones. — Buenos días mami— Sonreí — Que hacen ustedes en la misma cama?— Pregunté mientras les hacía cosquillas, ellos se escondieron debajo de las sábanas, les quite las sábanas y les hice más cosquillas, amaba sus risas en las mañana. — Basta mama— Pidió Said entre risas. Deje de hacerles cosquillas. — Bueno, ya basta de cosquillas, es momento de levantarse por hoy vamos a la escuela Ambos se levantaron corriendo. Mis niños eran unos niños muy sociables lHabía pasado toda la mañana de reunión en reunión no sabía realmente lo difícil que sería comenzar una empresa desde cero pero esta era una de las cosas que me había ayudado muchísimo a salir de casa, concentrarme en algo más que no fuese mi dolor. Siempre me había encantado la arquitectura, y aunque nunca había podido estudiar esa carrera logré abrir una empresa sobre ellos de hecho también estudié la carrera me había tomado dos años y medio culminarla claro había hecho muchos extracurriculares para poder pasarla era difícil hacer todo eso tener una empresa y tener dos gemelos en casa. De verdad que agradecía demasiado el apoyo de mi familia. Escuché mi teléfono sonar podía haber jurado Que era Susana en su lugar era Santiago tomé el teléfono — Hola —atendí — Hola hermosa Cómo estás? — Muy bien y tu?! — oye crees que hay alguna posibilidad de que pueda buscar a los gemelos en la guarderia más tarde? — Preguntó — es que Sami tiene una fiesta y realmente no queremos
— Lara!— Regresé a mi realidad y mire a Susana que me miraba con el celo fruncido.— Estás bien amiga?— preguntó evidentemente preocupada — Te quedaste idaQue vergüenza En ese momento note que Enrique y lisandro me miraban también.— Si, lo siento me quedé pensando en los niños — Tienes hijos?— Preguntó Enrique — Si, de hecho tengo dos, son gemelos— Sonreí al hablar de mis hijos, eran lo más hermoso de mi vida.— Me encantaría conocerlos Bueno...— Podemos ir algún sitio, los gemelos son muy hermosos, se llaman Said y Sebastián — Dijo Susana, la miré mal para que dejara de hablar de ellos y de hacer planes.— Bueno creo que es hora de irme — Me levanté — Amiga podrías tomar un taxi?— Preguntó Susana Debí suponer esto y traer mi auto.— Claro— No! No hace falta, yo puedo llevarte No sé si yo era paranoica pero... Eliminé esos pensamientos de mi cabeza y asentí.Nada estaba mal y sabía que Julián estaba cuidándome desde lejos pero lo hacía, el nos diaria que nada me sucediera.—
Camino furiosa hacia la puerta nuevamente y la abrí. — Clara!!— grité esperando que mi asistente llegara lo más rápido hacia mí. Esto tenía que ser una maldita broma! Quién era tan desalmado para enviarme flores y hacerse pasar por mi difunto esposo! Por qué mierdas atraen a jugar con mi estabilidad emocional?!Mi asistente llegó a mí corriendo con una taza de café en sus manos y una expresión de susto. No podía culparla yo solía ser muy tranquila y bastante dócil y ahora estaba enfurecida y pegando gritos— Si señora ¿Sucede algo?— Claro que sucede algo! ¿Que mierda es esto?! ¿Cómo permites que eso llegue hasta aquí?!— Le grité molesta.Sentía un enorme nudo en la garganta, sé que clara no tiene la culpa, sé que no debo estar gritándole porque ella es inocente en todo esto pero estoy tan furioso y solamente quiero sentarme a llorar porque acabo de venir de una cita extraña pero estoy aceptando salir con alguien más y ahora resulta que llegó a mi oficina y encuentro una nota que
Maximiliano Petrova — Señor está bien?— Preguntó Guzmán mientras me colocaba otro sobre en la mesa Suspiré. — Por favor déjame solo Mi mano derecha salió de mi despacho dejándome completamente solo con las fotos esparcidas en el escritorio. Mi ojo se cristaliza cada vez que veía una foto de mi familia en el cementerio frente a una tumba que llevaba mi nombre pero estaba completamente vacía. Me partia el corazón ver como Lara lloraba mi muerte. Habían pasado 3 años desde que fingí mi muerte para poder hacer todo desde las sombras para mi fortuna había podido dar con Natanael y había podido asesinarlo lo que no me esperaba es que una furiosa Maya agarrara todo lo que le pertenecía a Natanael en su momento y ahora estuviese en contra Y preparando su ataque hacia mí. Ya que ella sabía que yo estaba vivo No había necesidad de que si que era escondido sabía que era hora de presentarme ante mi familia pero no tenía el valor ni las agallas para hacerlo. Era mucho más fácil verlos
La noche llegó rápido así que tomé un baño dispuesta a salir a dejar de pensar me coloqué un vestido y fui a la habitación de los gemelos Santiago los había traído hace rato completamente agotados para mi buena suerte me había encargado de decirle a las niñeras que se quedaran en la habitación mirándolos hasta que yo llegara. Lo sé era una madre sobreprotectora pero no estaba lista para dejar de serlo todavía después de todo ellos solo me tenían a mí para protegerlos. Dejé una foto de Maximiliano en una pequeña mesa de noche que había en el medio de las dos cunas, quería creer que él en dónde estuviera lo estaba protegiendo. Le dio un beso en la frente a cada uno de ellos y luego salir de aquella habitación bajé las escaleras cuidadosamente y me sorprendió llegar a la sala y encontrar a mi cita de hoy ahí sentado esperando por mí. Me regalé una sonrisa él vestía casual lo cual estaba bien ya que d
Julián me ayudó a levantarme del suelo y con mucho cuidado me ayudó adentrarme a la casa no podía dejar de llorar Me sentía una crisis — tú también lo viste no es así?— le pregunté a mi mano derecha quién asintió con la cabeza — Lo siento mucho señora No estaba loca ni me había imaginado todo esto, esto era real, él era real! Por qué? Por qué me había hecho esto Simplemente no lograba entender que lo había llevado a hacerse pasar por muerto 3 años entiendo que la situación con Natanael era difícil pero abandonarme a mí y a sus hijos recién nacidos. Said y Sebastián Me solté de Julián y corrí directamente hacia sus habitaciones.— Largo!Las niñeras me vieron confundidas pero ambas salieron de la habitación de los gemelos me quedé allá en el suelo en el medio de ambas cunas frente a la foto de Maximiliano que solía colocar cada noche la tomé intentando hacer el menor ruido saqué la foto de aquel retrato y despedacé aquella foto. No quería que tuviesen mis hijos una foto de él
Llegué al lugar en donde creía estaba su cuerpo, no pude evitar arrodillarme y tocar con mi mano derecha aquellas palabras Maximiliano petrova Padre, hijo y amado esposoLas lágrimas nuevamente rodaron por mis mejillas una tras otra. Si él no está aquí entonces quién diablos está enterrado en esta tumba? ¿A quién lloré durante 3 años? ¿Quién diablos enterré?¿O es que acaso hay una tumba vacía aquí y solo le lloraba a la nada?Todavía no entiendo cómo Maximiliano pudo ser tan desalmado y no pensar en mí No me importa cuáles fueron sus excusas para mí son excusas baratas y puedo tomar el teléfono llamarme y decirme que estaba bien que no me preocupara y que en algún momento volveríamos a estar juntos Hubiese preferido esperarlo 3 años pero saber que estaba bien que llorar durante todo ese tiempo Tomé el teléfono que estaba en mi bolsillo y lo marqué a Santiago — Hola, voy camino a tu oficina ¿Desayunamos juntos? — estoy en el cementerio — Lara ya hemos hablado sobre el tema
Había decidido pasar todo el día de ayer en casa con los gemelos me había hecho muy bien estar con ellos había dejado de pensar tanto en lo que estaba sucediendo en la noche Mary me informó que Maximiliano había llamado que quería ver a los niños Le pedí que por favor viniera mañana en horario de 8 a 4 de la tarde que yo estaría en el trabajo había tomado la decisión de no llevar a los niños a la guardería así podían estar más tiempo con su padre y yo podía llegar y no verlo sabía que esto era una solución temporal porque no podía no llevar a los niños a clase todo el tiempo y tampoco podía evitarlo toda la vida después de todo era el padre de mis hijos. El día había amanecido y yo tomé la decisión que era momento de ir al trabajo la había dejado los niños a la niñera y yo simplemente me monté en mi auto y me fui quizás el trabajo me mantuviera distraída Al llegar al edificio me encontré con Enrique lo había olvidado por completo después de todo lo que había pasado estos días.