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Capítulo 4: Conexión de miradas.

Capítulo 4: Conexión de miradas.

Al tener la mirada de aquel hombre justo frente a ella su corazón empezó a latir con muchísima fuerza  velocidad, esta no sabía qué hacer, tampoco que decir, lo único que podía hacer era simular que todo había sido un tonto error.

— ¡Vaya, muchas gracias por no dejarme caer, en serio, si no fuese por ti ya hubiera ensuciado mi vestido! – dijo Irene mientras lentamente se levantaba y soltaba las manos de aquel hombre. – Es hora ya de formarnos en la fila, así que le deseo feliz noche. – Enseguida se dio media vuelta y comenzó a caminar hasta el lado contrario.

— ¡Oiga señorita! Deténgase ¿Usted no es la que estaciona los autos? Eso fue lo que me dijo el hombre de seguridad ¿Ahora a quien me voy a dirigir para que estacione mi lujoso automóvil? – Menciono este misterioso hombre con un tono en su voz bastante cálido y dulce, aunque un poco engreído.  

Al escuchar lo que este hombre acababa de decir, Irene ignoro totalmente sus palabras y tomo la mano de su amiga Charly para comenzar a caminar hasta la entrada.

Luego de tanto caminar y llegaron hasta la parte delantera de la fila, el lugar se encontraba muy bien ambientado, se podría ver por las ventanas, pero lo que más sorprendía era la cantidad de personas haciendo la fila para entrar a Sunshine, había aproximadamente doscientas personas en la fila.

Charly se encontraba mirando hacia todos lados en busca de su más que amigo Sebastián Morris mientras Irene la miraba fijamente.

— ¿Y a dónde se encuentran tus amigos? Ya me estoy aburriendo y ni siquiera hemos entrado. – Dijo Irene con un tono de voz algo  ansiosa, hostil y sería mientras miraba a Charly.

— ¡Por favor Irene no vayas a empezar a quejarte cuando ni siquiera hemos entrado! ¡Además, acabas de perder una superoportunidad, aquel hombre se veía muy interesado en ti y tú lo que hiciste fue alejarlo!  – Dijo Charly de manera ansiosa y hostil, además de un poco seria mientras miraba a todas partes – ¡Ah mira, allá se encuentran mis amigos! ¡Vamos, vamos! – Está le agarro la mano a Irene para arrastrarla con ella y se comenzó a acercar más y más hasta donde se encontraba su más que amigo Sebastián.

Irene al escuchar lo que su amiga acababa de decir lanzo malos ojos y se cruzó de brazos, Al llegar al lugar Sebastián se encontraba solo, pero Charly realmente deseaba era verlo a él, así que con un beso en el cachete lo saludo.

— Hola Sebastián, mucho tiempo sin vernos ya. – Dijo Charly sonando ya menos hostil y ahora más melosa y dulce mientras miraba que no se encontraba con nada, está disimulando la pregunta, trato de susurrarla mientras con sus ojos señalaba que allí se encontraba Irene – ¿Y tu amigo no viene? ¿Qué pasó con él?

Sebastián respondió con una sonrisa en su cara de manera dulce. – Sí, mucho tiempo sin vernos, pero lo importante es que ya estás aquí conmigo – Rasco su cabeza demostrando lo ansioso que se encontraba – Mi amigo se encuentra comprando las entradas para los cuatro, ya estamos pagando.

— ¡¿Tu amigo?! De esto se trataba tu supuesta sorpresa ¿No? Es que me trajiste un chico para que ligue conmigo. – dijo Irene sonando algo ofendida y a la vez elegante pero orgullosa, está extendió su mano para así saludar a Sebastián – Mucho gusto, mi nombre es Irene Coleman, gracias por decirme lo que mi amiga nunca me comentó.

Charly Morris al ver lo que Sebastián dijo volteo la mirada de manera incómoda y la dirigió hasta el auto que aún seguía parado de manera misteriosa.

— El gusto es mío, yo soy Sebastián Morris y sí, traigo un amigo para que se conozcan, pero no te preocupes, no tiene nada de malo que queden como amigos, Charly me dijo simplemente para que se conocieran, así que no malinterpretes a tu amiga, quiere lo mejor para ti. – Dijo Sebastián de manera suave y dulce mientras miraba a los ojos a Irene.

— ¡Tienen el mismo apellido, qué casualidad! ¿Son primos o qué? Nunca Charly me había hablado de ti. – Respondió Irene de manera espontánea y dulce mientras miraba a Sebastián.

— No, ¡Ah no te ha contado de mí! Qué mal, yo le he contado a todo mi alrededor sobre ella... – Respondió Sebastián bajando la mirada de manera incómoda.

Charly se encontraba tan concentrada en el auto que sospechosamente aún seguía parado en el mismo lugar sin dar ninguna señal de vida hasta que un hombre, alto de aproximadamente 1.80 cm, comenzó a bajarse de aquel auto lujoso, Charly al ver a este apuesto hombre rápidamente comenzó a tocarle la mano a su amiga Irene y con mucha fuerza empezó a agitarla.

— Irene, mira para allá, lo que se está bajando de aquel auto lujoso. – dijo Charly de manera suave, pero rápida a la vez mientras sus ojos no paraban de mirar fijamente a aquel hombre.

Irene de manera suave y calmado volteo su mirada y observó la manera tan sensual que lucía este hombre de aproximadamen treinta años de edad, su cuerpo era atlético, se notaba que iba al gimnasio, además de que su barba lo hacía ver muy maduro y lindo a la vez, Irene al mirar a este hombre sin lograrlo ver el rostro, pues tenía una máscara en su cara quedó encantada de una vez.

Luego de eso, estas dos se miraron y sorprendidas dijeron al mismo tiempo:

— ¡Wow! Qué hombre.

Luego de escuchar eso Sebastián bajo la mirada algo enfadado mientras miraba el sueño, este con fuerza apretó su mano, este se sentía muy mal el hecho de que quisiera tanto a Charly y de que está no correspondiera sus sentimientos.

Aquel hombre misterioso caminando de manera muy suave y elegante comenzó a caminar hasta la puerta de Sunshine y al estar allí miro a su alrededor y al estar viendo al alrededor la mirada de este y de Irene se cruzaron, ambos mantenían una mirada fija mientras este hablaba con el portero.

La mirada de aquellos ojos verdes eran penetrantes y a la vez muy pícara, no podía ver realmente el gesto que hacía con sus hermosos ojos, pero el solo hecho de tener la mirada de este encima de ella la hacía querer saber todo sobre esté, Irene se encontraba muy sorprendida ¿Un hombre tan hermoso como este que haría mirándola a ella una chica tan común y corriente? Pero está, tampoco podía evitar dejarlo de mirar.

Este hombre se acercó lentamente hasta la oreja del guardia de Sunshine y susurrando le dijo:

— Soy Adrian Rinaldi, estoy en la parte VIP de Sunshine, ahora por favor déjeme entrar, no vaya a estar divulgando mi nombre, si llego a enterarme de que usted le haya dicho a una persona mi nombre lo demandaré ¿Entendido? – Dijo Adrián de manera seria y hostil mientras su mirada no se movía de los ojos hermosos de Irene.

— Adelante señor X, pase y disfruté la noche como se debe. – Dijo el guardia de Sunshine, tragando grueso de manera nerviosa, pues este hombre colocaba a cualquier nervioso.

Adrian rápidamente tomo su postura recta y sonriendo sutilmente con su voz gruesa y muy varonil dijo:

— ¡Muchas gracias, amigo! Tenga feliz noche usted también. – Dijo Adrián mientras se encontraba mirando fijamente a Irene, este le giño su ojo a Irene y sin más miro hacia el frente para así comenzar a entrar hasta Sunshine.

— ¡Lo notaste Irene! Te sacaste la lotería, ese apuesto y muy musculoso además de rico hombre, no te quito la mirada de encima mientras hablaba con el guardia ¿Lo notaste no? – Mencionó Charly de manera emocionada, está tenía sus manos en el brazo de Irene y comenzó a agitarla mientras la miraba.

— No, no lo noté, estás loca, él no me estaba mirando, creo que te ha de haber confundido Charly, estás metido loca. – Dijo Irene de manera suave y calmada mientras lentamente comenzó a subir su mano hasta su pecho y con esta ya allí comenzó a sentir los latidos de su corazón, este se encontraba agitado, no sabía lo que le había hecho este hombre, pero la había hecho acelerar.

— ¡Claro que sí, si te estaba mirando no estoy nada loca como tú alardeas! – Dijo Charly mientras dejo de mirar a su amiga Irene y comenzó a mirar hasta el frente.

Sebastián, luego de estar por tanto tiempo callado, vio acercándose a su amigo y con una sonrisa en su rostro comenzó a agitar su mano en el aire.

— ¡Por aquí! ¡Aquí estamos! – Dijo Sebastián haciéndole señas a su amigo para que así este comenzara a acercarse a dónde se encontraban.

Su amigo era muy lindo, alto de ojos azules, cabello liso negro y lentamente comenzó a acercarse hasta donde estos se encontraban, la sonrisa de este sujeto era hermosa también como él y sin más comenzó a apresurar su paso para así acercarse hasta donde se encontraban todos, hasta que al fin llegó hasta donde se encontraba Irene y Charly.

— ¡Mucho gusto, mi nombre es Jackson Rizzo! Mi amigo del alma Sebastián me invitó a venir, pues se supone que debería de conocer a alguna de ustedes ¿Cuál es la afortunada la noche de hoy? – Dijo Este hombre con aire de grandeza y superioridad mientras miraba con su hermosa sonrisa a ambas.

Irene al escuchar lo que este acababa de decir se volteó para así lanzarle unos malos ojos sin que este se diera de cuenta, Charly miro rápidamente a su amiga y noto la actitud que está había tenido y sabía que las cosas con este sujeto no iban a funcionar, este era el tipo de hombres que Irene detestaba.

— Mucho gusto – Dijo Charly Miller estirando su mano con una sonrisa en su rostro – soy Charly Millers y no soy la chica de tu noche, pero un gusto en conocerte.

— Entonces supongo que si no eres tú, es tu gran amiga, bueno, la verdad no me quejo, se ve muy linda – Dijo este hombre de manera muy creída y prepotente mientras extendía su mano hasta donde se encontraba Irene la cual ya se había volteado lentamente. – Mucho gusto lindo, soy Jackson Rizzo tu cita de esta noche.

Esta estiró lentamente su mano y con una sonrisa irónica y sarcástica comenzó a mirar a este chico. – Me alegro mucho, mi nombre es Irene Coleman, pero creo que te estás confundiendo un poco ¿Mi cita de esta noche? No estoy buscando citas ni nada por el estilo y si estuviera interesada créeme que no le diría a mi amiga para que me consiguiera un hombre, pues esto es lo que más me sobra, tú serás solo mi conocido en esta noche ¿Entendido?

Charly al escuchar lo que su amiga le acababa de decir a Jackson soltó una leve risita burlona mientras miraba hacia otro lado, está sabía que Irene lo iba a colocar en su lugar y le parecía muy divertida la manera en como lo hizo.

Jackson se quedó sorprendido escuchando lo que está le acababa de decir, pero esto no hacía que borrará su sonrisa de su cara y acercándose al oído de su amigo Sebastián, este le Susurró.

— Que prepotente tu amiga, la verdad por eso debe de andar solterona. – soltó una leve sonrisa

 Irene había escuchado lo que este había dicho, pero prefería ignorarlo por completo, pues no era de su interés realmente gastar su tiempo en un tonto como este.

— ¡Por favor los siguientes a entrar en Sunshine! – Dijo el guardia de seguridad de manera seria.

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