Gio
Puedo ser el jefe de una de las familias del crimen más conocidas, pero incluso yo muchas veces me veo superado. Hay decisiones que cambiarían la vida de personas que quiero y que están cerca de mí. Pero a veces tengo que tomar una decisión que sea solo para proteger a quienes quiero, pero a la vez que los protejo sé que las consecuencias de mis decisiones, serian algo que marcaría la vida de cualquiera.
—Hola hermano—miro la tuba de Leonardo, hace un tiempo que no lo visito. Al lado de su tuba también está la de su esposa la miro sabiendo que lo que tengo que decir es importante para los dos—Perdón por no visitarte antes, creo que quería posponer esta visita hasta encontrar otra solución al gran problema que me dejaste.
Y un problema que yo invoque desde el momento que deje solo a mi hermano, a veces me pregunto si hubiera cambiado algo qu
Gio —Angélica ya llego—me avisa Fabio entrando en mi oficina, solo asisto con la cabeza mientras tomo otro sorbo de mi trago.—Bien te puedes retirar—es todo lo que digo.Sigo tomando de mi vodka para intentar calmarme, es un buen alcohol con un buen estado de añejamiento y directamente de Rusia. La bodega no me ayudo a calmarme, pude matar a un par de tipos con una tortura lenta, fue bueno por un tiempo pero la realidad de la situación es que lo único que me ayudara a calmarme es terminar una vez por todas con esto y confesarle la verdad a Angélica.—Veo que todavía sigues bebiendo—Paolo se sienta en la silla al frente de mi escritorio.—Sabes que odio que entres a mi oficina sin anunciarte— digo haciendo que se note la molestia en mi voz.— ¿Que estas esperando? Angélica ya está aquí —es lo único que dice Paolo.—Como si fuera tan sencillo. ¿Cómo demonios le explico que toda su vida ha sido una mentira?—nunca en mi vida he estado nervioso o he tenido miedo de algo pero ahora es di
Angélica —Gio quiere verte— oigo la voz suplicante de Paolo atreves de la puerta de mi habitación pero lo ignoro. Esta es la cuarta vez en el día que ha venido a molestarme tocando la puerta de mi habitación para decirme que Gio me necesita. Pero no le he abierto la puerta en ninguna ocasión solo me coloco mis audífonos y escucho música.Vale. No voy a negar que me haya sentido la tentación de abrir la puerta e ir a la oficina de Gio a ver qué demonios quiere. Pero claro, esto no porque me interese alguna mierda que quiera decirme. Todo lo contrario, lo haría porque siento lastima de Paolo que ahora ha quedado en el medio de mis discusiones con Giovanni.Pero preferir seguir con mi huelga.Hace aproximadamente una semana me di cuenta que mi vida era una mentira, todo lo que creía ser era una farsa. Lo peor es que todos se dieron cuenta de la mentira conmigo, Giovanni no espero mucho para dar a conocer que no era hija de Leonardo. Todos se enteraron desde los soldados hasta los alto
Angélica Nunca pensé en el día de mi boda. Toda niña lo hace pero creo que fui la excepción a esa regla. Pero considerando que todavía mi vida viví protegida de los chicos, creo que se explica porque nunca quise pensar en boda, hijos y familia.Pero ahora todo era diferente desde la ventana de mi habitación podía ver la enorme carpa que habían puesto por la lluvia y las decoraciones ostentosas. Los empleados iban de un lado a otro para poder terminar cada detalle.Iba hacer un gran evento, sabía que Giovanni se encargó de invitar no solo a todos los altos rangos de la famiglia sino también a aliados y socios importantes. Sabía que líderes de otras familias vendrían para ver este acontecimiento, no solo el Don de la famiglia Moretti se estaba casando sino que lo hacía con su pupila. Era algo grande y para demostrar que no era una broma de mal gusto y que esto iba en serio el evento iba hacer anunciado por lo medios que confirmarían la noticia.No era raro que nuestro estilo de vida l
Angélica. Después de unos minutos de viaje y que nos hubiéramos alejado de la casa mire a Gio dispuesta hacerle una pregunta que había rondado por mi menté desde que entramos en la limosina y despedimos a nuestros invitados.— ¿A dónde vamos?— pregunte por fin.—Sera una sorpresa. Tenemos que disfrutar de nuestra luna de miel— lo mire con sorpresa, recordando las palabras que me dijo cuándo me hablo de nuestra boda. Planeo que este matrimonio sea verdadero.—No esperas que tengamos una luna de miel de verdad ¿cierto? — me miro con una sonrisa engreída y sentí la necesidad de quitarme mis tacones y lanzárselos en la cara.—Define verdadero— sentí mi cara calentarse pero no retrocedería. Había aprendido que nunca puedo retroceder con Giovanni porque le mostraría debilidad.—Una luna de miel con mucho sexo— dije.—Puedes tocarme si a eso te refieres porque soy tu esposo— ¡maldito idiota!—Y tú puedes tocarme porque eres mi esposo— ni crea que caeré en su juego.—Exactamente— dijo.Rode
GioSe supone que la razón de tener una luna de miel es pasar tiempo con tu pareja. Creo que esa regla no va con Angélica y conmigo. En los últimos dos días ha estado evitándome, casi incluso escondiéndose de mi lo que tengo que decir es una gran azaya considerando que estamos en una isla en medio de la nada, no tengo la paciencia de un santo y esta situación ya me estaba hartando.Estaba acostumbrando a enfrentar los problemas de frente, no a jugar al gato y al ratón. Sabía que esta situación era difícil para Angélica, pero no me gusta que crea que la solución para resolver el problema es evitándome. No está sucediendo.Por eso esta vez decido acompañarla cuando va a la piscina, por lo general le gusta nadar en la mañana y antes de dormir para hacer ejercicio, usa la piscina para hacerlo y luego el resto del día se la pasa en la playa. Al principio me molestaba que usara pequeños bikinis que no dejaban nada a la imaginación ya que mis hombres custodian todo el frente y el interior de
Gio—Quiero que sigas con tu entrenamiento— miro a Angélica mientras caminamos de regreso a la casa.—No planeaba dejarlo ni siquiera por nuestro matrimonio— me sonríe con descaro haciendo que le devuelva la sonrisa. Siempre desafiante.—Necesito también que te involucres con los negocios de la famiglia, no solo quiero que seas mi acompañante para eventos también quiero que estés a mi lado para tomar decisiones difíciles— no perdí de vista como la sorpresa cruzo su rostro.—Pensé que era raro que las mujeres se involucraran en los temas de la famigliaY lo era anteriormente las mujeres solo eran adornos para la casa, mujeres que solo cocinaban y limpiaban y servían para poder ser vistas en eventos sociales. El machismo en la famiglia es una mierda cargada de hombres que quieren ponerse por encima de sus mujeres. Eso cambio con mi padre que elimino muchas “tradiciones” que victimizaban a las mujeres en la familia, incluso su mayor y más grande cambio fue juramentar a la primera mujer,
Angélica Esta isla tenía algo de magia, o bueno esa es la única razón con la que puedo explicar que en vez de pelearnos ahora Gio y yo tengamos conversaciones abiertas y sensatas. Ahora incluso reímos cuando estamos juntos se siente tan… perfecto. Ahora incluso estamos nadando en la playa, disfrutando del hermoso clima tropical. Siempre vi a Giovanni como un hombre tan serio y amargado, incapaz de tomar un tiempo fuera del trabajo para descansar. Pero resulto que eso no era del todo cierto. Gio podía separar el trabajo para poder pasar tiempo conmigo, eso ya me lo estaba demostrando aunque odiara que nuestro intercambio de afecto fuera mínimo ya que los soldados estaban cerca. Por eso me alegre cuando Giovanni los despidió para que pudiéramos tener la playa para nosotros dos.—Me encanta tenerte así— dijo mientras me envolvía en sus brazos— Relajada y feliz hace tiempo que no te veía así.—Creo que eso se debe a que ahora no estas siendo el Giovanni petulante que quiere que haga l
AngélicaNo todo lo bueno dura para siempre y eso es lo que siento cuando nos vamos de la isla. Ha sido un tiempo hermoso, relajante incluso. Hemos podido aprender a interactuar entre nosotros de una manera más íntima, pero todavía nos faltaba un largo camino. Y a pesar de que no quiera pensar en ello sé que al llegar a Chicago muchas cosas cambiaran.Pero ese cambio ya no me asusta, necesito ser fuerte y aprender de este mundo. Soy una Moretti y mi destino ya está escrito en sangre y dolor, es un camino del que muchos huirían sin pensarlo pero por alguna razón me siento atraída hacia él. Creo que Gio tiene razón cuando dice que hay una parte oscura en mí, una parte que solo necesita ser liberada.— ¿En qué tanto piensas, esposa? — pregunta Gio haciendo que voltee para mirarlo desde mi asiento en el jet privado. El orden de los asientos en el jet permite que estemos enfrente del otro con una mesa a nuestra disposición llena de bocadillos y otros aperitivos que trajeron las azafatas pa