Dinora volvió a salir de la empresa, pero sola, no quería compañía de nadie, iría a un lugar a donde podía expresarse libremente aunque no fuera escuchada.Tomó el auto y lo puso en marcha, en poco minutos llegó a su destino, la tumba de Eduard.Al llegar ahí cayó de rodillas y rompiendo en llanto, se de odiaba a ella misma, siente arrepentimiento, furia y asco, miles de sentimientos que la están destruyendo.Las lágrimas empezaron a caer si reparo, le pedía perdón a Eduard por lo que había hecho, aunque no mencionaba que era exactamente.Expresó todo el dolor que sentía, lo extrañaba mucho, incluso lo seguía amando después de muerto, solo ella sabe que sus sentimientos son verdaderos.—Eres una hipócrita —la voz de Randall hizo sobresaltar a Dinora, la cual se levantó de inmediato y secó sus lágrimas.—¿Qué haces aquí? Vete—reaccionó molesta.—Dinora, eres una típica reina del drama, ¿No lo dijiste? Tu marido está muerto y que por eso necesitabas a otro hombre, entonces no entiendo p
Randall al verla, quiso quitar todo si enojo con ella y se abalanzó encima se Dinora, lo que la hizo asustarse mucho, la expresión de él era de enojo, se podía ver la furia en sus ojos.—Randall...—No digas nada—espetó y tomó sus manos para sujetarla sobre la cama, quiso besarla pero ella apartó su rostro.—No lo hagas, no tú.—¿Qué quieres decir? —Ya lo hice con Landon, me obligó pero luego me dejé llevar, no lo hagas tú también o terminarás por destruirme—confesó con sus ojos cristalizados.—¿Qué? —el rostro de Randall se tornó sombrío y se bajó de encima de ella.—Fue mi culpa, todo es culpa mía, pero amo a Eduard, y a mis hijos también, todo lo estoy haciendo por una razón—declaró bajando su mirada.—¡No te creo! ¡Tú no lo amas! ¡Tampoco a tus hijos! ¡Mentirosa! —exclamó furioso al escuchar lo que ella le confesó.—¡Ya te dije que tú no sabes nada! ¡Cometí un error y me arrepiento por eso, pero no tienes el derecho de hacerme todo esto, pones más carga en mis hombros y sufro po
Randall llevó a Dinora a su casa, se arregló el asunto entre ellos y todo quedó en el pasado, ahora lo importante para ella era encontrar al verdadero culpable de su desgracia y para eso, ya tenía la ayuda asegurada con Randall.La estrategia que plantea Randall, es muy riesgosa, ya que, por medio de lo que Dinora tiene que hacer, la empresa puede destruirse y quedar completamente arruinada. Tenía que ceder ante la guerra de los Colleen, es decir, darles la ventaja para que el verdadero infiltrado salga a la luz por sí solo y quiera obtener el poder de todo, o si no, lo que hizo solo terminará siendo una perdida de tiempo.—Mamá, ya estás en casa—se escuchó la voz de Aiden al llegar, corrió a los brazos de su madre.—Hijo, ¿Te encuentras bien? —preguntó Dinora acariciando su cabello.—Si mamá, ¿Por qué no lo estaría? estábamos con Randall, fue muy divertido —respondió Aiden entusiasta.—Mamá, ¿Estás bien?—interroga Alison al ver el rostro decaído de su madre.—Estoy bien, ¿Ya cenaron?
A la mañana siguiente, Dinora salió temprano para la oficina mientras que sus hijos tomaban el desayuno, Aiden esperaría a su profesor privado, y Alison iría personalmente a la escuela como lo ha hecho los últimos días.Alison terminó su desayuno, así que salió de la casa con Jack y se subió al auto, pero esta vez de la parte delantera al lado de él.El auto se puso en marcha, en poco minutos llegaron a la escuela, Alison se iba a bajar pero Jack la detuvo tomando su brazo como siempre lo hace cuando quiere algo de ella.—¿Qué pasa?—preguntó ella mirando a Jack.Él se quedó en silencio sin decir nada, lo único que hacía era observarla detalladamente. En ese instante, la toma a de la cadera y la sube sobre sus piernas quedando frente a frente.—No puedes irte sin darme un beso—dijo mientras tenía sus manos en la cadera de Alison.—Oh, es eso, solo tenías que pedirlo—respondió ella rodeando el cuello de Jack con sus manos—sin embargo, alguien puede vernos.—No lo harán, los vidrios so
Alison y sus amigos llegaron a casa de Hanna donde más chicos estaban entrando, Jack le abrió la puerta del auto, pero ella no lo miró, él la tomó del brazo antes que se fuera, mientras que Joseph y Sofía los miraban extrañados.—Aquí no—susurró Alison soltando el agarre de Jack, él la dejó ir con sus amigos y se adentraron a la casa, Sofía ya sospechaba lo que pasaba, y obviamente Joseph también, tenía que darse prisa lo antes posible.Jack se adentró a la casa, ya que, es el guardaespaldas personal de Alison y tiene que cuidarla en todo momento por órdenes de Dinora.Hanna los recibió muy emocionada, y les ofreció bebidas mientras bailaban.—Se ven sensacionales chicas, gracias por venir—habló tomando su sorbo de su vaso.—No nos íbamos a perder de esta fiesta, hay muchos chicos guapos, elegiste bien—dijo Sofía en tono pícaro.—¿Y tú Alison? ¿Por qué tan callada?—inquirió Hanna mirándola.—No es nada, mejor vamos a bailar—sugirió.—Me parece bien, ¡vamos a divertirnos!—gritó Sofía.
—Entonces… ¿Sigues enojado conmigo?—preguntó Alison con timidez.—No. Ya no lo estoy—dijo con seguridad—, dijiste que correspondías mis sentimientos de la misma forma en la que me traes completamente loco por ti.Declaró él, colocando un mechón de cabello rebelde detrás de la oreja de Alison, lo que la hizo estremecer, el contacto de sus suaves dedos con su piel la hizo erizarse de inmediato. Sentirlo cerca la hacía sentir en extremo nerviosa, pero deseaba, anhelaba en los más profundo de su ser… ser besada por ese hombre frente a ella. Las manos de él viajaron por su mejilla lo que la hizo cerrar los ojos por décimas de segundos en los que creyó que el mundo a su alrededor había desaparecido por completo y que solo existían ellos dos. A él le encantaba ver la leve sonrisa que se dibujaba en los labios de ella, al ver cómo disfrutaba de su delicada caricia. Sus mejillas teñidas de rojo no pasaron desapercibidas para él, ella le estaba proporcionando la mejor de las vistas en ese mo
Jack llevó a Alison a casa, su madre la recibió muy emocionada preguntándole si se había divertido, ella mintió y le dijo que sí, no podía decirle que estaba con Jack y que ahora son novios, no era el momento todavía, tenía miedo de que si le contaba, él pierda su trabajo.Ellos actuaron normal delante de Dinora, se miraban poco, pero una miradas llenas de amor y dulzura que se clavaban en los más profundo de sus débiles corazones.Alison se fue a dormir despidiéndose de su madre con un beso en la mejilla, Jack también se retiró haciendo una reverencia ante ella.Dinora se quedó por un momento más en la sala, seguía pensativa, su mente no dejaba de maquinar todo el problema de la empresa, el miedo la invade y la lleva como ansiedad como vecina, sus manos sudaban de solo imaginar cómo encontraría la empresa al día siguiente.Llegó la mañana soleada, Dinora salió apurada a la empresa, no pudo dormir en toda la noche, ni siquiera tomó el desayuno con sus hijos, en su cabeza solo estaba e
Dinora llegó a la empresa, lo primero que escucha en los pasillos son murmullos de preocupación de los empleados, el grupo Collins estaba en un caos terrible.Ella se adentró a su oficina, y como siempre Maicol llega dando un portazo muy preocupado, también está en pánico, todo el peso se encuentra en los hombros de Dinora y todos la presionan, sin embargo ella no puede ceder todavía, solo falta un poco más.—¡Señora! ¡Estamos en crisis!—exclama Maicol sacando unos papeles de su portafolio.—Lo sé Maicol, ya me enteré de todo—habla sin ánimos, ella es la causante de todo.—Pero mi señora, ¿No piensa hacer nada? Lo Colleen tienen toda la ventaja y no van a parar hasta destruir nuestra empresa por completo —enfatizó tomando asiento dándole una mirada preocupante a Dinora.—Maicol, ¿Confías en mí?—inquirió con una mirada suplicante.—Su pregunta me ofende señora, por supuesto que confía en usted—aseguró.—Esto solo es una estrategia, el enemigo saldrá en cualquier momento, solo falta poc