Moira Miro la libreta de notas que encontré junto a un teléfono en la inmensa cocina de esta casa y supongo que esto es demasiado mediocre para considerarse investigación.Después de pasar toda la mañana analizando las últimas setenta y dos horas he descubierto que:Dillon tiene mucho dinero, es adicto al trabajo y le gusta la vainilla.¿De qué me sirve esto?¡Para nada!No he conseguido encontrar un buen material, qué mafioso no guarda en su casa facturas o fajos de billetes.¡No lo entiendo!Mi pecho da un ligero saltito cuando otro descubrimiento viene a mi mente. Me dejo caer sobre mi espalda en medio de la cómoda cama e intento ignorar mi respiración agitada.También descubrí que es muy bueno haciendo otras cosas, pero no sería capaz de escribirlo. Ni siquiera puedo creer que esté aquí sonrojada porque recordé el beso de un Lycan.¿Es esto síndrome de Estocolmo?¡Soy una de esas desequilibradas que se enamora de su secuestrador!Aunque tampoco esto suena como un secuestro, tengo
DillonMis dedos sujetan la hoja de papel donde la información de Moira está escrita e intento encontrar algo fuera de lo normal, pero todo parece en orden.Se graduó de la universidad de periodismo en el viejo distrito central, trabajó un tiempo para la BTT y desde hace doce meses es redactora de la revista LivStar.Su familia tampoco parece extraña, es hija de una madre soltera. El padre se marchó a los dos años de que la niña naciera y luego su madre fue asesinada.Paso a la siguiente hoja dónde los nombres y números me dicen que es una chica inteligente, sus notas son bastante buenas o al menos lo eran hasta los doce.Quizás fue la muerte de su madre la causa de dicho cambio porque unos tres años después las notas vuelven a ser increíblemente buenas. Inspecciono un poco más los papeles deteniéndose en el informe forense de su madre.Mordeduras en ambas muñecas, varios rasguños en espaldas y muslos.Causa de la muerte:Desgarro de la vena Aorta por un objeto punzante (garra)Dejo l
MoiraLa puerta de mi habitación se abre un momento después de que el sonido del coche fuera, me diga que esa mujer se ha marchado y yo sigo encerrada en esta mansión. Escucho sus pasos un segundo antes de que la puerta de mi habitación se abra.—¿Qué haces aquí?Digo nerviosa de estar en una habitación sola con este lycan que me hace sentir extrañamente sofocada. Sus pasos pasan el umbral arrastrando con él un objeto familiar para mí.La maleta rosa con estampado de rosas es un regalo de la última señora que entreviste antes de ser secuestrada.—Creí que querrías tus cosas.Bajo de la cama donde he estado sentada hasta ahora y arrebato el asa negra de la maleta.—¿Cómo conseguiste esto?Cuestiono confusa, Él lleva sus dedos hasta su cabello en ese gesto que comienzo a pensar es de frustración.—Envíe a alguien a tu casa en la zona humana—explica—revisa el contenido y dime si necesitas algo más.—¿Sabes lo que necesito?—digo cruzándome de brazos—irme de aquí, lejos de ti o de cualquie
DillonReviso los documentos que mandé a pedir en la oficina y supongo que las cosas están yendo bien en mi negocio, pero todo está demasiado tranquilo para mi gusto.Las personas bajas con las que suelo mezclarme siempre están buscando más o tratando de engañarme de alguna manera, así que no puedo confiar simplemente en un informe. Tomo el móvil que siempre guardo en la primera gaveta de mi escritorio y marco uno de los números en él un momento después.—¿Señor Anderson?—la voz rasposa de Íker me desagrada—¿Sucede algo con el informe?—Dónde está ese dinero—respondo—mi contador me dió una cifra inferior.—No puede ser señor, soy muy cuidadoso con el informe, así que...—Crees que llevo dos días aquí—cuestiono—no estás jugando limpio Íker y realmente me da igual si robas o no a los demás, pero a mí no—le advierto—más te vale que reciba una llamada de mi contador en veinticuatro horas o vas a pasarlo mal ¿Entiendes?—Señor, le prometo que...—No quiero tus promesas, quiero mi dinero, t
Moira Dillon desapareció durante casi toda la tarde después de nuestra conversación, por mi parte pasé todo ese tiempo intentando encontrar una forma correcta de empezar esta investigación.Hice una lista bastante completa de todo lo que me gustaría saber.Sé que debería estar muy asustada o preocupada por estar encerrada en medio de los seres espantosos que he odiado toda la vida, pero está es una buena oportunidad.No sé si saldré de aquí o si realmente lograré publicar esta información en algún momento, pero la periodista dentro de mí solo puede pensar en describir algo que nadie más conoce.Pongo en orden mis cosas sobre la mesa de café que decidí usar como estudio. Ni siquiera sé cómo puedo sentirme tan cómoda en este lugar,aunque teniendo en cuenta que los muebles son la cosa más cómoda que he probado en mi vida es bastante comprensible.La puerta de entrada suena cuando ingresan el código de acceso y toda esa emoción en mi pecho me hace sentir incómoda. No debería sentirme así
Dillon.—¿Moira?Insisto ante la mirada fija en mi pecho de esta mujer que simplemente se ha empeñado en volverme loco. No solo insinuó que podría ser gay, sino que ahora me mira como si fuera el pedazo de carne más apetitoso que ha visto en su vida.¿Cree que soy de piedra?Fue un infierno no atacar a Adam cuando la hizo llorar, fué aún más difícil bajarla de mi regazo, a pesar de que solo quería sacarle ese short absurdamente corto que lleva para enterrarme fuertemente en su interior.¿Quiere que me vuelva loco?No la entiendo, me dejó bien claro que no quiere nada conmigo o al menos eso dice, pero ahora está aquí, mirándome de esa forma tan...—Yo... he... tengo hambreMis oídos captan el latir acelerado de su corazón, sus ojos suben a los míos sin poder evitar esconder los pensamientos que probablemente esté teniendo y abro mis ojos en shock cuando se acerca a mí con prisas.Su mano toca mi pecho, bajo mi vista hasta ella, pero solo consigo excitarme un poco más.—¿Qué haces?Preg
Moira Muevo mis ojos hacia el espejo, he intento ignorar la ligeramente oscura piel bajo mis ojos. Anoche cuando...Cuando mi cuerpo dejo de obedecerme para lanzarse sobre Dillon estaba confundida, aunque era incapaz de parar, así que cuando él simplemente se alejó dejándome sola en esa cocina pensé que moriría.La sangre que antes latía ardiente en mis oídos dejo de fluir devolviéndome a la loca realidad en la que estoy viviendo y solo me sentí mal conmigo misma.¿Saben que era lo más loco de esa sensación?Que no me sentía mal por haberme besado con un lycan, por sucumbir a este irracional deseo por uno de los seres que más he odiado toda la vida. Sin embargo, fue abrumador que se fuera corriendo lejos de mí.¡No podía dejar de llorar porque se marchó!Lo único que podía sentir era dolor, dolor de ser rechazada, de verlo correr cuando debería ser yo quien lo hiciese. Estoy aquí en contra de mi voluntad, me entregaron a él sin mi consentimiento, por eso no entiendo qué pasa conmigo.
Moira.Sujeto con fuerza mi libreta mientras nos adentramos en el área lycan. Cuando la AIS llegó a un acuerdo con el gobierno humano, cambiaron los nombres de nuestra ciudad. Los tres jefes del consejo tienen sus propios nombres para dominar sus territorios, en el caso de Dillon.«Darkfall»es el nombre de su manada, aunque eso es algo que ya sabía. El coche comienza a adentrarse en la ciudad rebelándome una réplica sofisticada de Nueva York con la única diferencia de que no hay nadie en toda la ciudad.Los lycans tienen fama de ser buenos trabajadores, tengo que admitir que los lycans periodistas que pude conocer eran diligentes, así que se me hace extraño. Dillon dobla en una de las avenidas principales, no veo muchos coches en las calles teniendo en cuenta que son las nueve y cuarenta de la mañana.—¿Dónde están todos?Cuestiono intentando hablar de alguna cosa, Dillon responde mi pregunta con voz aburrida.—Probablemente en la cama—no parece extrañado—tenemos un ritmo de vida dis