[Joselyne]Siento que el mundo me está jugando una mala broma. Me quedo quieta, me muevo fuera del elevador porque Darius me empuja. No sé que hacer, pero siento como mis lagrimas se acumulan detrás de mis ojos. Que mal debo verme ahora. Thiago se preocupa, se adelanta para abrazarme demasiado fuerte. —Perdón por la espera —me dice en el oído— Tenía cosas que hacer antes de volver. —¿Qué puede ser? ¡me hiciste sufrir por mucho tiempo! No quiero escuchar las excusas que tenga para darme, no quiero perdonarlo tan fácil así que busco las llaves en mi bolsa para perderme en mi cama sin ver a nadie. —Estuve en China —me explica— Tuve que hacerlo, Joselyne. No podía no intentar salvarlo. —¿A quién? —lo encaro— Te estuve esperando mucho tiempo, me sentí humillada. ¿a caso te fuiste a una isla sin maldita señal? ¡Pudiste llamar o una cosa parecida! —Tienes que escucharme antes de que te enojes, mujer. Que me llame así solo me hace enojar más. —Doctora Esa voz me deja petrific
[Narrador]Darius corre junto al medico que ha logrado encontrar. Se ha asustado tanto cuando vio como Joselyne caía al suelo como una muñeca de trapo. Tiene el pulso acelerado y siente que en cualquier momento Thiago lo golpeará por no cuidarla bien. Al entrar al edificio, nota como un hombre sospechoso se mete a un pasillo que da a la conserjería de este conjunto de departamentos. Darius presiona el piso de Joselyne y ruega para que este se mueva lo mas rápido posible. Pero esos segundos parecen minutos. — Por aquí —dice Darius al salir para que el doctor le siga. — ¿Dónde están, Hakim? Darius solo ve al pequeño niño en la sala, quien apunta a una puerta. Darius abre la puerta y un olor desagradable le llega. La habitación está hecha un asco, Joslyne está en la cama mientras Thiago parece levantar algo del suelo. — El medio ha llegado —avisa — Sal —ordena Thiago con molestia, no quiere que nadie vea a su mujer en esas condicienes. A él no le importa, pero a ella si. — ¿Cuánto
AVISO: ¡Hola! Me desaparecí por una semana por motivos de salud, visité urgencias un par de veces estos días, pero no por mi, por mis dos hijos. La vedad no tenía cabeza para escribir, pero ahora se encuentran recuperándose. Gracias por esperarme y los mensajes que me hicieron llegar a mi insta. FIN DEL AVISO[Joselyne] La cabeza me duele demasiado, pero no quiero soltar al guerrero que tengo entre mis brazos. Trato de ignorar la mirada del hombre que no quiero ver, pero no dejo de sentirlo. —Hakim —acaricio su rostro con cariño. Jamás pensé que Hakim estaría vivo. Después de tomar el vuelo que me trajo de vuelta a casa, en mis terapias hablé sobre él. El hermoso Niño que se unió a la aventura conmigo, hablar sobre él me dolía mucho, pero ahora… ahora es felicidad pura. —¿Cómo has llegado hasta aquí? —Ni yo mismo lo sé, pero el general me ayudó mucho tiempo —dice suavemente— Creo que le debo la vida, es irónico. —¿Por qué? —Porque le debo la vida, como si fuera un padre re
[Joselyne] Mi celular vibra en mi mano, bajo la mirada atenta de Thiago que ha entrecerrado los ojos. Mi celular enciende su pantalla con el nombre de la esposa de Alphonse, así que respondo. —Buen día, señora Elric —saludo— ¿en qué puedo ayudarle? —Hola, doctora. Solo quería preguntar por la hora, mi esposo dice que nos ha citado hasta la tarde, yo le digo que no, que es en la mañana. Así que estamos en conflicto. Rio, puedo imaginármelos discutiendo por algo así de trivial. —Si, es por la mañana, en dos horas, exactamente. La señora Elric se ríe, mientras le grita a su esposo que tenía razón. Thiago me hace señas para que cuelgue, pero decido ignorarlo. —Disculpe que le llame para algo como esto, pero su seguridad me hizo dudar. Tenga bonito día, doctora Bloch. —No se preocupe, conozco a mi paciente después de todo —me rio recordando lo necio que era Alphonse cuando llegó a mi hospital— Nos vemos después.Al finalizar la llamada, Thiago ya está acribillándome contra la
[Thiago] La maldita cabeza me está jodidamente palpitando. Siento que voy a asesinar a este imbécil. Lo he visto venir, sé lo que hizo y con que maldita intención lo hizo. No sé de qué lugar estoy encontrando las fuerzas para controlarme. Desde que un soldado ingresa a mi escuadrón, conozco todo sobre él o ella. Debilidades y fortalezas, así que recuerdo su jodida y fea cara de mi investigación. Aurora es una tache para mi, debido a ella mi esposa salió herida, además mi ahora hijo lo perdió todo. Aurora es algo que aborrezco y que si por mi fuera, no solo la hubiese castigado físicamente, miles de cosas en busca de venganza haría. Pero sigo las leyes, las sigo al maldito pie de letra todo el tiempo, como ahora. El hombre me mira como si no entendiera, como si estuviera hablando en otro idioma. — ¿Aurora? —me responde como idiota. — ¿Aurora? ¿La misma Aurora que conozco? —pregunta ahora mi queridísima Dame paciencia.—Si, Acasâ —respondo un poco de mala gana— ¿Lo conoces? —N
[Narrador] La noche pasa en Londres con un clima cálido, para ser invierno. Mientras en un restaurante de lujo, hay un hombre luchando porque le crean que está casado con la mujer de su vida, en las lejanías de la ciudad, en una casa de las “buenas familias” hay una reunión llevándose a cabo que tiene como tema principal “¿Por qué odian a la doctora Joselyne Bloch?” Muchos creerían que conocer a la doctora desde la escuela, haría una diferencia, pero mientras más escucha Aurora, mas entiende que esa mujer solo vino a quitarle todo lo bueno que había en su vida. — ¿Qué te hizo a ti? Por lo que te he dicho, podrías darte cuenta que esa mujer no es nada cercano a lo bueno —dice Frederick para después dar un trago largo al vino en su mano. Frederick tiene un gran problema cuando cuenta lo mucho que ha sufrido, nunca fue una persona con buen aspecto, lo que le ha cerrado muchas puertas en la vida. — El hombre con el que la viste, éramos novios antes de que ella apareciera. Thiago Kuzan
[Joselyne] — Mmmm —intento quitarme el enorme cuerpo de Thiago, que se ha encargado de arrinconarme en mi propia cama— Hazte aún lado, debo trabajar. — Claro que no, no dejaré que vayas hoy. Necesito a mi mujer hoy —me deposita besos en la sien— te quiero jodidamente hoy. Deja que el invalido descanse, Hakim no tiene cita hoy, nadie mas importa. — Es mi trabajo —digo no muy convencida. A decir verdad, cada día qué pasa, menos deseo ir al trabajo. Me cuesta levantarme, en unos días tendré cita con el ginecólogo. ¿Será momento adecuado para decirle? Dios, de solo pensarlo me siento nerviosa. Thiago pasa su mano por mi abdomen, deteniéndolo allí. Lo que me hace ponerme incomoda. ¿Ha notado el cambio? — Me pones tanto —susurra, siento su protuberancia crecer— Tus pechos me han estado llamando siempre, más de lo que antes lo hacían. Es como si me gritaran, se ven llenos y firmes. Dios.Últimamente siento que cada vez es ma difícil alejarme de él. Me había convencido que ya no lo nece
[Thiago] La sangre parece a punto de evaporarse con el enojo que me estoy tragando. No puedo dejar de ver esa marca en su brazo, alguien tuvo el descaro de tocarla con tanta fuerza… m****a, me voy a volver loco. Joselyne es la que está conduciendo, por una sorpresa o algo parecido. Ni siquiera estoy de humor para lo que sea que ella estuviera preparando. — Haremos una parada aquí, es mi doctora —me explica— ¿Vienes conmigo? Joselyne se ha estacionado frente a una clínica de especialidades y privada. No estoy de humor para juegos. No ahora, de todos modos. — ¿Qué necesitas? ¿Te estás cuidando? — Solo vengo a revisión mensual. Deja de pensar en esto —levanta el brazo— De verdad no quiero que estes de ese humor con lo que tengo que decirte. — Dímelo y ya —espeto— ¿Por qué te lastimaron? No puedo dejarlo pasar, acasâ. Necesito nombre y los necesito ahora. Joselyne resopla con enojo acumulado. Se baja del auto y la puerta es la única que sale lastimada. La veo caminar hasta que entr