Capítulo 4
Érica observa el inmenso cariño entre padre e hijo, sonríe viéndolos.— Papá, quiero presentarte a Erica. Erica, este es mi padre, Cassio Durant.Ella sonríe y extiende su mano, Cassio mira los delicados dedos con las uñas bien cuidadas."Señor Durant, es un placer conocerlo".Te mira a los ojos aceptando el saludo dándote un apretón firme y cálido.Erica siente que todo su cuerpo se le pone la piel de gallina, nunca se puso así con solo un apretón de manos."Bienvenida, Erica", dice secamente.- Gracias Señor.Sin decir nada más, Cassio toca el ala de su sombrero y se aleja, dejándola desconcertada por las extrañas sensaciones que sentía en su cuerpo.- Disculpame. No suele ser tan seco, siempre ha sido agradable. Algo debe estar pasando.- Todo bien. No debe ser fácil trabajar en una finca tan grande y tener tantas responsabilidades, su día hoy no debe ser el mejor.— No existes, siempre tan educado y comprensivo. Eres la mejor persona que he conocido – dice abrazándola.— No soy nada — dice sonriendo mientras le devuelve el abrazo.- Es si. Vamos, vamos a montar a caballo.- ¿Grave? Tendrás que enseñarme.- Eso es lo de menos. Te enseñaré a ser una amazona.Ella comienza a reír dudando de lo que dijo su amiga.***Cássio finge que está mirando al veterinario, de momento en momento observa a su hijo y a su amigo. Conversan hasta que se van, abrazándose, sonriéndose, él vuelve a mirar a la veterinaria y suspira profundamente, no le gusta lo que siente al ver a la joven.“Muy bien, Sr. Durant. De nuevo, perdón por molestarte.- Todo bien, gracias."Órdenes, Señor".El veterinario se va, Cassio se pone la camisa mientras se acerca al capataz."Rodrigo, ¿hiciste la ronda esta mañana?" – Cassio pide más para deshacerse de ese extraño sentimiento que lo dominaba."Lo siento señor, no tuve tiempo". Estoy muy ocupado hoy, no pude enviar a nadie en mi lugar - responde el capataz Rodrigo.“Está bien, lo haré.- Gracias Señor.Cássio ensilla un caballo y lo pasea por la finca. En cierto momento encuentra a su hijo y a la chica de la que dijo estar enamorado, ella no sabe montar, su hijo toma las riendas mientras hablan distraídos.Los ojos de Cassio observan a la hermosa muchacha, es muy linda y encantadora, comprende por qué su chico se enamoró de ella.Honestamente, no le gustó lo que sintió al verla, si a su hijo no le gustara y no fuera tan joven, habría coqueteado con ella.¿Qué estoy pensando, Dios mío? Apenas vi a la chica y me estoy volviendo loco – piensa mirándolos.La joven levanta los brazos para estirarse. Cássio mira todas las curvas de su cuerpo, una llama se enciende en su interior, no hay forma de evitarlo, tiene un cuerpo impresionante con la ropa puesta, si ella es así con la ropa puesta, él sigue preguntándose cómo se sentiría si la vio desnuda.Pero, ¿qué es esto? ¡Estoy completamente loco! - piensa regañándose a sí mismo.Mejor regresa, él no quiere tener este tipo de pensamientos incorrectos con su futura nuera, está más que comprobado que si comienzan a salir no será fácil para él.Tan pronto como gira el caballo, el hijo lo ve."¿Papa a donde vas?""Vine a hacer las rondas". ¿Puedes encargarte de esto por mí? Tengo que volver, hay mucho trabajo.- Claro. Ven princesa, el viaje será un poco más largo.— Intenta terminar rápido que es casi la hora de comer.- Si padre.Cassio echa un último vistazo a la chica y se va. Erica no tiene dudas, este hombre la conmueve, lo ve irse, nota su ancha espalda.Una campanita en su mente la saca de su trance, le sonríe a su amiga y van a hacer lo que su padre les pidió.***En el camino de regreso, Cássio está más caliente que de costumbre, lamentablemente sabe que es por la chica, no hay otra explicación, solo puede ser por ella.Va a salir esta noche, está muy ocupado y cansado en la granja, pero necesita relajarse, beber y tal vez llevarse bien con un gato.Debo estar ardiendo por esta chica, después de todo no hay otra mujer en la granja además de ella y Lucinda, eso es todo y eso es todo. - piensa tratando de engañarse a sí mismo.***A la hora del almuerzo, una gran mesa en el área gourmet está llena de hombres parlanchines, uno más guapo que el otro, todos parecen salidos de una portada de revista. Érica llega tímida, hay mucha gente y no conoce prácticamente a nadie.La mesa está llena de comida, terrible charla entre los hombres, parece que compiten por ver quién habla más fuerte."La atención de todos, por favor". Esta es Erica, una amiga de la gran ciudad, se queda con nosotros este fin de semana o tal vez más si la convenzo”, dice Lucas en tono juguetón.Todos la saludan, cada uno dice su nombre y se levanta para quitarse el sombrero y la reverencia.Lucas se va para ayudar a Lucinda a traer lo que falta y Dito es el último en saludarla.“Soy Dito, más conocido como Dito Cujo. A estas plagas les gusta molestarme, pero estoy acostumbrado. ¿Qué más remedio! no? Bienvenida.Dito se levanta y también hace una reverencia, al final se vuelve a poner el sombrero y esboza una sonrisa impresionante con la comisura de la boca.Lucinda tiene razón, una más hermosa que la otra, no hay manera de no mirar el hermoso pecho de ese Dito Cujo que está sin camisa, no tan hermoso y sexy como el Sr. Durant, por supuesto.Cássio se acerca a la mesa, ella es la primera persona que lo ve, él observa hacia dónde fueron los ojos de la niña.Enojado, llama la atención de Dito:— Ditto, todos llevan camiseta, ponte la tuya.- Si jefe.Dito se levanta de la mesa, los demás siguen hablando. Érica sigue a Dito con la mirada, él levanta su camisa de una silla, la forma en que la lleva es lo más sensual que ha visto.- ¿Chica?Érica se lleva tanto susto que hasta salta.- ¡Ay Dios mío! ¡Que susto! ¿Señor Durant?"Siéntate a comer", dice con el ceño fruncido.Érica le presta atención a sus ojos, son negros, no se le ve el iris desde donde está ella.- ¿Chica?"Ya voy, señor".— Jovencita, siéntese aquí conmigo — dice Ditto mientras se sienta.— No, siéntate aquí, niña bonita — dice Daniel con coquetería.— No, se va a sentar a mi lado — dice Benê.Cassio ya estaba viendo problemas con sus peones, tendrá que ser estricto con ellos.— Siéntate aquí a mi lado — dice Cassio, poniendo fin a su diversión.— En serio, jefe — se queja Daniel.- Sin comentarios. Casio le advierte.Los peones se callan ante la voz ronca del jefe y comienzan a comer. Lucas llega con lo que falta y se sienta frente a Erica.- ¿Todo bien? - pregunta Lucas viéndolo un poco tenso.— Sí, son todos muy educados.— Es porque eres una mujer querida, y caliente.— A... — dice avergonzada mirando hacia abajo.— Jefe, hay una vaca a punto de parir. No se ve muy bien, Señor, la separé de los demás – advierte Daniel.— Después del almuerzo iré a ver cómo estás.Cássio nunca mira a Érica, pero ella sí lo mira a él, lo nota todo, la piel bronceada de su cuello y brazos, su rostro con rasgos un poco duros y una belleza que nunca antes había visto, ni su amigo Lucas logró dibujar toda la belleza de su padre. .- ¿Chica? ¿Ey?Si se da la vuelta en cuanto oye que la llaman, se muere de vergüenza porque el padre de su amiga podría haberla pillado babeando.- ¿Sí?Dito notó la forma en que miraba al jefe y frunció el ceño diciendo:“Mmm, lo entiendo.- ¿Qué? pregunta con las mejillas rojas.- ¿Qué? - Pregunta también Lucas.Dito lo piensa y piensa que es mejor quedarse callado, estos momentos de silencio son raros, pero fue la mejor decisión en ese momento, eso pensó.- Nada, no.Terminan de comer y todavía tienen algunos tipos de postres.- Um Lucinda, me voy a tener que casar contigo mujer. Todo está delicioso”, dice Dito, lamiéndose el dedo.- Por tonta – dice Lucinda avergonzada.“Es realmente delicioso. Jefe hoy es sábado, salgamos, ¿vamos juntos? — Invita a Daniel.— No sé, estoy muy cansada.— En serio jefe, hace tiempo que no sale con nosotros, vámonos. Vamos, el domingo descansas más temprano. Daniel insiste.— Vamos a por unas guapas — dice Dito.- ¿Uno? Eres un semental. - dice Daniel cruzándose de brazos.— Yo puedo, tengo mucha energía. - Dice Dito."Está bien, yo también voy".“Así es como lo dices. Vamos Rodrigo?! dice Daniel.Rodrigo el Capataz responde:- No gracias.“Eres muy recto. - Habla ídem.“Sí, tal vez lo soy.— Jefe a las 19 h, en el Bar dos Primos. ¿Tendrás un paseo? dice Daniel.“Está bien, tal vez.Todos se levantan y van a trabajar, Cassio también se levanta y se va. A Érica le resulta extraño que este hombre sea tan contundente con ella, ya no le dice una palabra y habla con todos como si ella no existiera.A las tres de la tarde todos salían temprano para descansar o salir.Cássio va a la cocina a tomar un café."¿Qué pasa con los niños, Lucinda?""Acaban de ir a la piscina, señor". El calor me está matando”, dice Lucinda, volviendo a concentrarse en sus tareas.Se acerca a la ventana y mira hacia donde están. Sigue mirando a la chica como si no hubiera nada ni nadie a su alrededor, solo ella frente a él.Capítulo 5Érica sonriente sentada al borde de la piscina luciendo un diminuto bikini, sin dejar casi nada a la imaginación. Cássio desliza la mirada por el cuerpo de la joven, fijándose en cada detalle.- ¿Señor?Cassio no se asusta fácilmente, pero salta tan pronto como escucha la voz de Lucinda."¿No es así, señor?"- ¿Qué? preguntó, mirando a Lucinda por un momento, pero luego volvió a mirar a la chica que lo había estado volviendo loco desde el momento en que llegó.“El calor está matando.— Sí, ni te imaginas cuánto — dice, pasándose los dedos por el cuello de la camisa, sintiéndose asfixiado.Ella frunce el ceño, tuvo la impresión de tener un doble sentido en las palabras de su jefe."No entiendo, señor.- Nada olvida. ¿Tienes ese delicioso pastel, que solo tú sabes hacer? - dice tratando de disimular sus sentimientos, echa un último vistazo por la ventana y se aleja.Cássio termina su café con un trozo de pastel y se va a dar una larga ducha para ver si estos pensamientos se v
Capitulo 6Cássio aparca la camioneta frente al Bar dos Primos, se quita el cinturón y se baja. Está en silencio, sus pensamientos lo perturban, nunca había sentido tantas ganas de estar cerca de una mujer y tenerla, como las que siente con la chica que dice que le gusta a su hijo.Se siente mal con tales pensamientos, pero no puede evitarlo, en su opinión la mejor decisión que decidió tomar fue ir al bar Primos a ligar con unas nenas, como dicen Dito y los demás.Mira a sus muchachos salir del auto, ya que siempre son ruidosos y habladores y pelean por todo o nada.— ¡Qué lindo, jefe! dice Dito cuando entran al Bar.Su sonrisa, como siempre, va de oreja a oreja, nunca lo ha visto triste, pocas veces lo ve serio.Cássio va directo a la barra y pide una cerveza sin mirar alrededor."Jefe, ¿se encuentra bien?" Nunca lo había visto tan callado — preguntó Daniel, asombrado.- No es demasiado. Solo he estado pensativo y un poco preocupado — dice, terminando su cerveza de un trago, y ordena
Capitulo 7Cássio sube las escaleras, es inestable, cada paso es como un precipicio. Necesita urgentemente una ducha fría para ver si esta borrachera se le pasa de una vez por todas.- Papá, ¿necesitas ayuda? - Preguntó Lucas preocupado."Está bien", dice Cassio, su voz un poco temblorosa.Cássio abre la puerta de entrada a la casa, mientras camina sus piernas parecen no obedecerle. Apenas entra, apoya su cuerpo y cabeza contra la puerta luego de cerrarla, suspira un par de veces con los ojos cerrados.- ¡Maldita sea!Segundos después, abre los ojos y en cuanto logra dominar su cuerpo, se dirige directo a la recámara.***Todavía en el porche, Erica mira a su amiga con un signo de interrogación en la frente.- No puedo creer que haya venido conduciendo en ese estado - preguntó Erica con la boca abierta.- Seguramente, de haberlo sabido hubiera ido a buscarlo.- Bueno, dijiste que vendría al amanecer. ¿Qué pasó?"No tengo idea", dice Lucas, al escuchar sonar su teléfono celular.- Vaya,
Capítulo 8Al día siguiente, Érica tarda más de lo normal en despertarse, porque pasó toda la noche deseando cierto vaquero.A las nueve de la mañana, encuentra a Lucinda en la cocina comenzando a preparar el almuerzo."Lo siento, perdí el tiempo de café", dice Erica.- Está bien, querida. Siente que hay café en la botella, pan y pan de queso en la mesa debajo de la tela."Gracias", dice mientras se sentaba.Cassio entra a tomar un sorbo de café, el momento en que se ven a sí mismos es como si el tiempo se hubiera detenido. Érica es el primero en decir:- Buenos días, Sr. Durant.- ¡Buen día! - Dice perturbado y se va sin tomar el café.- ¿Qué fue eso? Lucinda preguntó la actitud del jefe. "¿Sabes una cosa, querida?" Sospecho que te metas con él. Él era incómodamente torpemente para verte.- Imagínese, creo que no."Conozco a mi hijo desde hace años, es diferente desde que llegaste".Dicho ingresa a la cocina de Sherry:- Hola, mi maravillosa diosa. -Says referiéndose a Lucinda. - ¿Qu
Capítulo 9¿Está embarazada? ¡No! Debe haber sido sólo vértigo o algo así. Cassio piensa mientras camina hacia el establo para mirar a la vaca y al ternero recién nacido.- ¿Todo bien por aqui? preguntó Casio al entrar.'Eso está bien, señor. Los animales están bien”, respondió Daniel.— Perfecto — dice, mirando el ternero que está pegado a los pechos de su madre.Incluso tratando de distraerse, su mente no se detiene, en su cabeza, solo está ella y nada más, nunca había estado tan fascinado por una mujer, incluso por su ex esposa a quien amaba tanto cuando era un adolescente y al principio de su matrimonio hasta que ella hizo ese sentimiento tan grande y hermoso de morir con sus traiciones y borracheras.Aunque ya no está excitado, está ardiendo por dentro, su cuerpo necesita alivio y no puede estar con esta chica, pero quiere volver a la cocina, inclinarse sobre la mesa y hacerla completamente suya.Suspira con resignación, porque siente que el fuego le sube por el cuello de nuevo y
Capítulo 10Veinte minutos después, está sentada en las escaleras de la entrada de la casa y ve a Cassio acercarse a ella.Ahora, tendrá la oportunidad de aclarar el malentendido, creando coraje y levantándose.—Señor Durant, yo...Lucas sale de la casa al ver a su padre preguntarle a la yegua."Padre, ¿cómo está la yegua?"— Está bien, nació el potro — dice acercándose.Erica suspira y se queda en silencio, no sabe cómo acercarse a él para hablar y exponer sus sentimientos, especialmente frente a su amiga."¿Qué ibas a decirme?"No quiere hablar con su amigo que está cerca. Es una conversación que solo debería tener con Cassio, pero su torpeza a su alrededor pierde varias oportunidades.'Nada señor.Entra y toma la guitarra, va al área gourmet donde los peones están tirados, descansando después del almuerzo.— Ven Lucas, cantemos un poco.Cássio se sienta en el banco y comienza a rasguear, el sonido de las cuerdas bien afinadas llena sus oídos como una agradable melodía.— Buen traba
Capítulo 11En el camino, Lucas conduce con habilidad y velocidad, lamentablemente se ve obligado a reducir mucho la velocidad debido a la gran cantidad de curvas en el camino, perdiendo el tiempo.Nerviosa por la demora en llegar al hospital, pregunta:— ¿Dónde está el hospital más cercano?“A casi cuarenta kilómetros de aquí.- ¡¿Qué?!Ella mira hacia atrás, él todavía está inconsciente, tiene un corte en la cabeza y sangre en la pierna. Vuelve a mirar al frente, afligida con lágrimas en los ojos.— Lucas, se está poniendo pálido — dice Dito poco tiempo después.Lucas mira por el retrovisor:- ¡Ay mi Dios! — Acelera más el coche intentando ir aún más rápido.Erica vuelve a mirar hacia atrás, está tan pálido que su piel es blanca como el papel.— Debe estar perdiendo mucha sangre para estar tan pálido — dice y mira sus pantalones que están empapados de sangre.Ella se quita el cinturón y va a la parte de atrás.- ¿Qué estás haciendo? preguntó Lucas."Tengo que hacer algo o él va a mo
Capítulo 12Una hora después, regresan de la cafetería y esperan a que se libere el horario de visitas. Minutos después la enfermera avisa que pueden ir a la cama. Cuando llegan, Erica se levanta de su silla de ruedas. Acercándose a la cama, lo ve durmiendo y gracias a Dios fuera de peligro, el hermoso rostro ya no está pálido.“Tú…” Lucas suspira, tratando de encontrar las palabras adecuadas. "¿Te gusta mi padre?""Sí, me gusta mucho", respondió ella, pasando la mano por su rostro, acariciándolo. - Usted va a esta bien.La enfermera entra al final del horario de visitas:“Lo siento, las horas de visita casi han terminado. Solo el acompañante puede quedarse.— Está bien, gracias — dice Lucas y mira a Erica. "¿Entonces te quedas?"- Sí. Me quedaré con eso."Está bien, volveré mañana". Aquí tienes, quédate con mi celular. Envía un mensaje de texto al celular de mi papá si necesitas algo.- Gracias.Lucas besa la frente de su padre y se va. Erica se queda despierta todo el tiempo que pue