Capitulo 48

Rodrigo se despertó temprano y se quedó recostado recordando lo sucedido la noche anterior. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien. Besó el hombro desnudo de Juliana, se levantó, se arregló y se fue.

"¡Buenos días!", dijo Cássio al verlo entrar a la cocina.

"Buenos días, jefe".

"¿Te levantaste temprano?" Cássio notó algo diferente en él.

"Ni siquiera pude dormir".

"Yo, por mi parte, dormí como un bebé". Ambos rieron, eran amigos desde hacía muchos años, y todo era motivo de una sonrisa o una broma.

"Escucha, pienso mantener a esta chica, Juliana, aquí".

"¿En serio? ¿Por qué?"

"Para que despiertes con esa sonrisa de quien ha tenido sexo toda la noche".

Rodrigo sonrió nuevamente. Su viejo amigo lo conocía muy bien, sabía cuándo estaba feliz y cuándo estaba triste. Y tenía razón, estar cerca de Juliana lo hacía feliz, y no tenía intención de distanciarse de ella.

"Es porque la niña se está recuperando bien".

"No es muy diferente de ti, ¿verdad?"

"Esa chica es muy lista.