AMNISTÍA REAL- Yo nunca...Ni siquiera terminé de hablar y Catriel caminó alrededor del cuerpo de Donatello hasta llegar al bastón que había tirado. Lo recogió del suelo y regresó hacia nosotros, deteniéndose frente al periodista, que todavía estaba en el suelo, ensangrentado.- No... – preguntó Donatello, temiendo lo que haría el príncipe.Catriel agitó el fino bastón de madera en el aire y miró a Donatello.- ¡No, gato! – supliqué cuando lo vi levantar el objeto, dirigiéndolo a la cabeza de Donatello, cambiando la ruta en el último minuto, haciéndolo tocar el suelo con fuerza, con un estallido resonando al mismo tiempo que se partía por la mitad.Incluso puse mis manos frente a mis ojos, evitando ver lo que sucedería. Mi corazón se calmó cuando noté el bastón roto en el suelo. Catriel, a su vez, la recogió y se la arrojó a Donatello:- ¡Tendrás que levantarte solo, mentiroso! ¡Todo el mundo ya sabe que no necesitas esta mierda!- Puedes estar seguro que me vengaré haciéndote tragar
- ¿Qué exactamente? - Quería saber.- De la pasión que aún ardía dentro de nosotros... Lamentablemente la llama se apagó en algún momento. No podemos mantenerlo encendido. Cuida esto... Si la llama de la pasión se apaga, el amor por sí solo no supera todas las barreras. – Dicho esto se fue.- Mi hermana está presentando un recurso de divorcio contencioso – le expliqué – Aunque su ex marido es un tipo maravilloso, ella ya no quiere estar casada. Y en mi opinión Pauline usó a Henry para escapar...- ¿Huir de qué?- Del trono. Ella nunca quiso ser la reina.- Aún así, parece estar mejor informada sobre las leyes que su propio padre.- ¿Y cómo no? Ella nació para reinar.- Sé cómo es. Ariel también tuvo muchas más obligaciones desde temprana edad que yo. Más horas de estudio, más tareas, tomado más en serio… – Suspiró.- Incluso critiqué a Pauline cuando regresó a casa… – miré hacia abajo, avergonzado – Pensé que estaba tratando de llamar la atención. Y no me equivoco, ella tiene muchas g
PECADOS EN EL PARAÍSO- Fijemos la fecha, Cat - dije inmediatamente.- No quiero presionarte, Aimê. Sé cuánto sueñas con este momento y todo el tiempo que necesitarías para organizarlo como siempre quisiste. Intentaré aprobar una enmienda, ya que todo el mundo sabe de mi compromiso con Aimê. Lo que tal vez tengamos que hacer es hacer una fiesta pública, ya que yo la pedí... Bueno, fue cuando nos despedíamos de mi padre. – Noté que su voz se quebró en la última frase, al recordar el momento.- Quiero fijar la fecha. A menos... que no tengas prisa. – Estaba inseguro.- ¡Lo que más deseo es que seas mi esposa, Aimê! – tomó mi mano, dando vueltas nerviosamente alrededor de mi dedo el anillo que me había regalado.- Se aman. No hay motivo para posponer la fecha. - Mi padre dijo.- Falta poco para la coronación. Tres meses después de convertirme en reina es tiempo suficiente para organizar todo para la boda. Antes de esto… debo prepararme definitivamente para asumir el trono. Así que tengo
- La decapitarían... El primer “fuera de su cabeza” pronunciado por la reina. - Me reí.- Sinceramente creo que esos dos ni siquiera se atreverían a entrar en nuestros sueños, ya que están “muy bien, gracias”.- Pero te gustó la forma en que follaron.- Me gustó y apuesto a que cambiarás tu libro favorito.- Tal vez cambie... Y querré reproducir todo en un futuro próximo.- Lo siento, pero marqué algunas páginas con post de neón, está adentro. Entonces, mientras navegas, encontrarás “ideas” o lugares que podemos explorar.- ¿Puedo empezar a leer?Le guiñó un ojo:- Siempre y cuando no vaya directamente al post -es .- Está bien.Recibí un casto beso en los labios mientras se dirigía al baño. Corrí a la cama, me quité los zapatos y hojeé las páginas hasta que encontré uno de los post- it's , que decía:“Me senté en la cama y le quité la camisa. Luego lo arrojé sobre el suave colchón, besé su pecho y bajé hasta su miembro duro y palpitante, que hábilmente le di la bienvenida a mi boca.
PAULINA- ¿Pero como asi? - Yo pregunté.- Fue anoche.- ¿Como se atreve?- Me atrevi. – Pauline se rió – Y me gustó el beso.- ¿Porqué me estas diciendo esto? – Sentí cierta tristeza, por culpa de Henry.- Porque... ¿A quién más se lo diría? – Parecía confundida.Decirle que lo sentía por Henry prácticamente eliminaría la posibilidad de que Pauline volviera a confiarme sus secretos. Al mismo tiempo, aceptar eso podría animarla a involucrarse con el guardia de seguridad.Sí, lo había besado. Entonces, ¿qué moralidad tenía él para exigirle algo? Pero… ¡Dios mío, qué situación más complicada! Allí estaban sus hijas, sufriendo todavía la pérdida de su padre y la separación. La propia Pauline dijo que todavía estaba confundida.- Di algo… – Preguntó.- Quiero que seas feliz, Pauline. Y encuentra lo que buscas. Hace un tiempo no creía en el amor. Hoy en día no creo que nadie pueda ser feliz sin él. Pero no olvides que no sabemos nada sobre este hombre. Sin mencionar que él... es nuestro gu
- Ella y Henry siempre fueron perfectos el uno para el otro.- Y aun así no funcionaron – levantó los hombros – No pensé que fueras la mujer ideal para mí…- ¿No?- Como mencioné antes, además de que atropelló a alguien estando borracha, la encontré mimada y superficial. Sin mencionar que solo tenía 18 años y era completamente inexperto sexualmente.- Y te gustaban las mujeres mayores... Y con experiencia.- Pero hoy estoy completamente loco por ti y no me imagino sin tu compañía… Para siempre. – Me tocó la pierna.- Tampoco pensé que fuera ideal para mí... Excepto por el hecho de que era un príncipe. El hombre más arrogante que he conocido...- En otras palabras, en ninguna parte está escrito que las personas necesitan ser perfectas unas para otras para ser felices.- Yo se...- Cada uno sabe lo que le conviene, Aimê. Si Pauline no dice que está feliz con Henry, tiene derecho a intentar encontrar a otra persona que la haga sentir bien nuevamente. Puede que Henry sea amable ... Pero e
LOS CATRIÉIS- No, no se lo merece. Sé que mentiste para no ser castigado, ya que Donatello inventó toda esa mentira.- ¡Bastardo!- ¿Sabías que Catriel le dio una paliza y tiró ese bastón? El hijo de puta se levantó sin ella. Un maldito mentiroso. Y no tenemos pruebas de que no pidió ayuda esa noche, Max.- No, no lo hacemos.- Pero sabemos que no necesitaba preguntar, Max. Aún así era nuestra obligación ayudarlo.- Por eso soy culpable... Por haberla hecho huir, por haberla denunciado... Por todo, Aimê. – Bajó la cabeza, arrepentido.- Max – puse mi mano sobre la suya, que estaba apoyada en la mesa – En cuanto sea nombrada reina, usaré la amnistía real para sacarlo de aquí.- Pero... Sólo puedes usar esto una vez durante tu reinado.- Lo sé.- Y no deberías gastar eso en mí.- ¿Con quién más lo usaría, Max? - Sonrisa.- Con alguien que no la haya traicionado, como yo.Apreté su mano con mis dedos y miré profundamente a sus ojos marrones:- Tenemos toda una historia de amistad a lo l
- Avión – confirmé, mirando el reloj – ¿Podría retrasarse diez minutos y satisfacer el deseo de una novia desesperada por su príncipe?Catriel abrió la puerta del auto sin la ayuda del conductor y salió, empujándome hacia el mismo lado por el que bajó. Lo seguí hacia el avión, con los dedos entrelazados cuando me encontré con Sasha frente a nosotros, bloqueando nuestro paso. Llevaba traje, corbata y gafas de sol.- Lo siento, alteza. Pero no puedo dejarte abordar este vuelo.Catriel se dirigió hacia él sin pensarlo dos veces, furioso, cuando me paré frente a él impidiendo que atacara al guardia de seguridad.- No, Cat... Sólo está haciendo su trabajo.- No interfieras en la vida de mi prometida, ¿entiendes? – Señaló con el dedo en dirección a Sasha.- Me pagan para protegerla, alteza.- Dijo que nunca sería una autoridad para ti. ¿Por qué me llama Su Alteza ahora?- Porque estoy en el trabajo, Alteza. Y no, no creo que sea una autoridad para mí. Sin embargo, respeto al prometido de la