MALLET DE LA REINA NAIR LEVI

Decir adiós a Max al final fue más fácil de lo que esperaba. Imaginé que habría un vacío dentro de mí después de decir adiós. Pero no. Porque Catriel estaba conmigo. Y él había ocupado todos los lugares de mi corazón y apenas tenía espacio para otras personas.

Le advertí a Max que recibiría una amnistía. Pero no le agradecí por ser el autor intelectual de todo, ya que si no hubiera sido por su propia denuncia, nada de eso hubiera sucedido. ¿Entendí lo que pasaba por su cabeza cuando hizo eso? Si entendí. Fue en el momento del enfado, de una actitud irreflexiva. Sigue siendo incorrecto.

Cuando regresamos a País del Mar, nos dirigimos al Hotel.

- Estoy orgulloso de ti. – Mi padre dijo lo que hice con Donatello y Brendon, obligándolos a decir gran parte de la verdad.

- ¡Sabía que no iría a Alpemburg por nada! – Mi madre me besó en la frente – Les mostró a todos quién es realmente Aimê D'Auvergne Bretonne, hija mía. ¡Usted creció! Y estoy muy orgulloso de ti.