Cuando Austin y Neal llegaron a Chicago fueron directamente a uno de los casinos de los Winter, agradecieron que, por la gravedad del caso serían recibidos por el hermano mayor y jefe absoluto del grupo, Arnold Winter.

–Buenas tardes caballeros, soy Arnold Winter, el mayor como me dicen por aquí.

–Un placer y gracias por atendernos –señaló Austin estrechando la mano que le ofrecía Arnold.

–Debo decir que me sorprendió mucho la llamada donde me pedían recibirlos, pero no es el primer inconveniente que tengo con mi administrador gracias a su obsesión por complacer los caprichos de su hija, eso no es bueno para mi mano derecha porque me pone a mí en riesgos innecesarios.

–Exactamente por eso vine, sé que no puedo hacer nada contra él sin afectarlo a usted, por lo que consideré importante informarle personalmente, antes de tomar cualquier represalia.

–Tu padre y yo siempre hemos sido muy buenos amigos, no sé si alguna vez te habl