¡Adiós Leona! Tristeza y dolor por la perdida de la hermosa Leona, pero todavía no se ha dicho nada, Kelly seguirá con sus planes malvados de matar a Míster Fritz.
“No sé bien cuál es la leyPor la que la casualidadNos metió a los dos en laMisma redAunque no seamos tal paraCual. Hoy por hoyNo sé ni quien soyHasta para respirarMe haces faltaEstoy fatal” Gatos en el balcón, Fey No podía concebir que alguien lastimara a un animalito por mucho que este no le gustara, algo no caminaba en ese asunto, estaba en el veterinario y vio como a Míster Fritz le sacaban el suero que le ponían. El doctor le explicó entonces: —Hay que cuidar bastante el hígado del animalito, un suero de vitamina una vez por semana y los medicamentos que le envié y se pondrá bien, ahora su dieta… Le cambiaron la dieta a una más adecuada para gatos con problema de hígado, entonces lo llevó a casas y lo recostó en su camita: —Todo va a salir bien, loco. “Sobreviviré, men, tengo seis vidas todavía”. Se durmió al poco rato, su equipo se había llevado las latas y la comida y la habían hecho analizar por si estaba envenenada, en redes todos preguntaban por el gatito y é
“El más pequeño de los gatitos, es una verdadera obra de arte y como tal, hay que cuidarlos” Abigail ahora dormía allí algunas veces y Míster Fritz tenía compañía con Ash, ese fue el nombre que se escogió en redes y hacían todo un alboroto el departamento, persiguiéndose mutuamente. “Vuelve acá oscuridad” “Atrápame si puedes, viejo” Los cojines que adornaban el departamento estaban en el piso y Brian al salir vio todo el relajo: —Son solo dos gatos y parece que hubiese cien… Abigail salió con una taza de chocolate y miró todo: —Es normal, así es cuando se tiene mascotas. Ash tiró un jarrón: —¡Ese jarrón me lo dio mi madre! —Cálmate, Ash no seas malcriado. “Si él puede tirar algo, yo también” Míster Fritz tiró un portarretrato de Brian al suelo: —¿Tú también? “Oye men, cuidado con el colerín” —Escucha me piden presentar a un gato vivo, pero puedo presentar a un garo disecado. La joven comenzó a limpiar y le dijo: —Ellos son como niños, les encanta jugar y no se miden.
“A los gatos no les gustan mucho los cambios, especialmente si no han sido decididos por ellos” Roger A. Caras Brian estaba de pie mirando la calle sin dar crédito de lo que le habían dicho, por más disculpas que le diera el dueño de la veterinaria, lo cierto es que ya no tenía a Míster Fritz. Abigail esperaba que él fuese por ella y miró la hora, no aparecía, temió un retraso mayor y entonces lo llamó y estaba el número ocupado, llamó a Tania que le contestó: —Hola, Tania, esperaba que Brian me recogiera y no ha llegado. —Pasó algo… —¿Qué pasó? La joven llorando le dijo: —Se robaron a Míster Fritz. —¡Qué! —Sí, Brian está destrozado, ven pronto. Ella tomó un taxi y se apersonó en el departamento y al llegar vio al equipo de Brian con carteles con la imagen de Míster Fritz. —Tenemos que encontrarlo. —La presentación es mañana…—dijo un chico. —Al diablo la presentación, tenemos que hallarlo—dijo fuera de sí. Abigail tomó una de las volantes y vio que ofrecía una recompensa
“Todo lo que necesitas es amor y un gato” Anónimo Kelly llegó pasada la media noche al departamento, estaba un poco bebida y se encontró con Clark dando vueltas por la sala. —Querido… Somos ricos. Clark tenía las manos en los bolsillos y se mantenía en silencio y cabizbajo: —¿Escuchaste lo que dije? Entonces rompió el silencio y le dijo a su esposa. —Tenemos que hablar. Ella se le acercó coqueta y lo rodeó con sus brazos y le dijo contenta: —Nuestros problemas se han acabado, amor, seremos ricos, el gato vale medio millón de dólares, ¿puedes considerarlo? Dan una recompensa de MEDIO MILLÓN DE DÓLARES. Eso era mucho dinero. Él la apartó suavemente y ella miró en torno: —¿Y el gato? —Sobre eso quería hablarte. —¿Qué pasó? Entonces soltó lo que sabía: —El gato se escapó. —¡QUÉ! —Se escapó… Lo perseguí por la calle… y… Ella se llevó las manos a la cara aterrada: —¿Un carro lo mató? Clark entonces se encontró diciendo: —Sí, lo siento. Ella cayó sentada en el piso y lo
Como todo dueño de un gato sabe, nadie es dueño de un gato. (Ellen Perry Berkeley) Brian se mira ante el espejo, no le gustaba lo que pensaba hace, pero si quería saber algo de su gato se tenía que entrar en el terreno salvaje de la fashion, mundo en donde personas como Kelly Roberts y hasta hace poco tiempo él. No podía creer que de un CEO ganador haya pasado a un CEO sin trabajo, sin corona y éxito y todo por culpa de… Kelly Roberts, sí, para sorpresa de todos, Brian se había dado cuenta de que la verdadera causante de sus males era esa bruja de pechos grandes y cuerpo perfecto, que lucía espectacular en ropa interior… Con una sonrisa perfecta, demasiado, ahora se daba cuenta de eso y que solo le salían lágrimas cuando no le salía el contrato de algún desfile. Ella que lo hechizo, porque esas mujeres hechizaban, no enamoraban, era la que un día quiso llevar al altar y darle la boda de los sueños en New York, para plantarlo en pleno altar e irse con su amigo, esa tipa se la debía y
“El problema con los gatos es que siempre tienen la misma apariencia en su cara, ya sea que vean o a un asesino con un hacha” Paula Poundstone El lugar estaba lleno, se estaba sirviendo unos suculentos piqueos de queso y jamón, se acercaron al bar y le preguntaron que se servían, entonces Brian le dijo al Bar Tender: —Ella toma un Sexo en New York, ¿verdad querida? —Es cierto. —Déjeme, yo se lo preparo. Dio la vuelta y le dieron los instrumentos y le iba contando: —Claro que me acuerdo que es tu favorito, recuerdo que te chiflaste con la serie y cómo se veía el coctel y tuve que aprender a hacerlo. Ella sonrió, no se olvidaba de ella… —Necesitamos Vodka, Cointreau, un poco de zumo de arándanos, un toque de limón, hielo—lo colocó todo en una coctelera y comenzó a agitarlo con fuerza. Verlo hacer eso le pareció sexi, todos lo miraban con atención, se robaba las miradas, Brian siempre fue así de especial, todo un showman. —Usamos una copa de Martini—tomaba la copa ya preparada
He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior. (Hippolyte Taine) La fianza era bastante alta y los cargos fuertes: alteración del orden público, además de subir videos fuera de tono y agresión física… Pero lo valía, al menos tenía algo de Míster Fritz, sabía lo que le había pasado… Era triste lo que ese par de arpías le habían hecho y ahora no había nada más qué hacer… Míster Fritz estaba muerto. Roger llegó en esos momentos a la jefatura en donde había reunido un montón de gente con carteles que decían: “LIBEREN AL CEO”, imágenes de Fritz y de “DESCANSA EN PAZ ANGELITO”, “CONDENEN A KELLY ROBERTS”, entonces pidió hablar con Brian y cuando lo tuvo en frente: —¿Qué pasa allá afuera? —Hay un montón de locos que te apoyan y que quieren golpear a Kelly. No se arrepentía, su gato lo valía. —Tu madre viene en camino… Está furiosa, la fianza es bastante alta. —¿Todos lo vieron? —Todos, creo que Abigail lo vio y no contesta el móv
“Los gatos están destinados a enseñarnos que no todo en la naturaleza tiene un propósito”. Garrison Keillor Cabía una pequeña posibilidad de que en alguna parte de esa ciudad su gato estuviera con vida, tal vez extrañándolo, aunque no sabía si eso era posible. Escuchó detrás el ruido de cosas cayendo y vio a Ash intentando alcanzar lo alto de una lámpara, entonces tuvo que ir a impedir un desastre por parte de ese gatito y cuando lo tomó lo miró y sintió un pesar bastante grande. Abigail salió en ese momento con un servicio para café y vio a Brian abrazando al pequeño Ash con adoración y le indicó: —Si es como dice el señor Puchi, él volverá a ti. —¿Crees que me extraña? Digo he escuchado personas que dicen que los gatos no aman y que no extrañan. —Eso no es así… Los animales se acostumbran a uno y sienten la falta del amo o del que era su proveedor. —¿Entonces me extraña? —Sí… —No sabe llegar a casa—expresó con pesar. —Tampoco lo veas de esa manera, hay gatos que buscan a su