[Isabel]
— Corazón, te presento a Vincent Cassals, mi cuñado.Me quedo en silencio mientras todo mi cuerpo trata de sobrellevar todas las emociones que siento en este momento, éstas corren entre rabia y vergüenza.—¿Vincent? — Pregunto en un murmuro.—Sí, Vincent.— Me contesta él sonriente.— Para después estirar la mano y saludarme un placer ¿señorita?—Isabel Osher.— Hablo seria.—Osher, es usted muy guapa.— comenta sonriente.—Lo sé, es la mujer de mis sueños.— Responde Quentin mientras me toma de la cintura.—Es un gusto cuñado que hayas venido por fin a visitarnos, tu hermana estaba un poco preocupada por ti, ya sabes, después de la muerte de Nadine te alejaste aún más, creo que ya ni recuerdas a tu sob[Isabel]Sé que me prometí que no me sentiría atraída por las cosas tan lujosas, pero debo admitir que estar rodeada de todo lo que Quentin me ofrece es en verdad abrumador y a veces llega a ganarme porque me veo bien, me va bien, y debo aceptar que poco a poco Quentin me va transformado en la pareja que necesita aunque sea sólo en el exterior porque él me repite varias veces en el día que por nada del mundo se me ocurra cambiar lo que pienso, digo y hago, que es lo que más le enamora de mi.Comúnmente en los inviernos iría vestida con ropa térmica debajo de los pantalones de mezclilla y la blusa o playera, un abrigo grueso de color negro y un gorro de lana hecho por mi sin embargo, hoy luzco una ropa que me hace ver increíblemente sofisticada y que hizo sonreír a Quentin cuando salí de la habitación.Ho
[Quentin]Sigo a mi hermana hacia la habitación donde ella se cambiará la blusa que trae y antes de entrar voltea y me ve a los ojos. —No me gusta esa chica.—¿Disculpa?— Le respondo. —Isela o Isabel, no me importa, ella no es para ti y lo sabes. —Jacky ¿no me trajiste hasta acá después de tantos años para esto ¿o si?—No, pero aprovecho para decírtelo. Esa tal Isabel no me gusta, seguro será una mujer más que te quiera quitar el dinero. —¿Una mujer más? ¿Cuántas han pasado según tú? —No lo sé, tengo cuatro años que no te veo, cinco… y ahora te apareces con esa mujer que no tiene clase, ni buen gusto y es una grosera, ahora huelo a vino blanco por todas partes. —No sé quién eres tú
[Quentin]―Isabel, ¿de qué estás hablando? ¿Cómo sabes esa información?―Vincent, me lo confesó… ― Habla fría.—¿Qué? No entiendo ¿Por qué Vicent te confesaría algo así?Ella tomo un respiro.― Porque Vicent era mi novio.Me quedo en silencio tratando de asimilar lo que ella me está diciendo.―¿Vincent? ¿Qué? Explícame bien Isabel.―¿Me vas a creer?― Me pregunta.―Te voy a creer.― Contesto.
[Quentin]Nadine me era infiel con mi propio cuñado ¿desde cuándo? ¿Por qué no vi las señales? Me siento de pronto como un verdadero idiota, yo pensando que tenía el matrimonio perfecto y ella viéndome la cara. Tal vez debí ser un poco más como mi padre, más estricto, más firme, mantener las cosas en control, pero no, tenía que ser un romántico empedernido que hiciera tantas cosas por su mujer y al final así me paga, supongo que an Nadine no le caía muy bien el romance.Volteo a mi lado y observo a Isabel dormir plácidamente mientras su hermoso cabello negro roza su espalda. El perfil de su cuerpo se mueve ligeramente con la respiración tranquila como la conciencia. Me pongo a pensar en todo lo que posiblemente le pasó por la mente cuando vio a Vincent, coraje, confusión e incluso ella no me lo dijo pero yo h
[Isabel]La reportera se nos veía sin saber qué decir, mientras del otro lado Vincent se quedaba mudo sin saber dar una explicación. Ya lo viví una vez, no sé quién siente más vergüenza, la amante o el que engaña.—¿Vincent? — Pregunta Jacqueline.—Es mi amiga.— Contesto.—¿Una amiga? — Pregunta Jaqueline un poco indignada.—Sí, le dije a Isabel que podía invitarla, porque después de aquí partimos al aeropuerto y bueno, Isabel no podrá verla después.— Habla Quentin.—¿Cómo? ¿Invitaste una invitada de ella a la fiesta de tu sobrina?—No pasa nada Jaqueline, digo, no creo que no tengas suficiente comida
[Quentin](La mañana siguiente)—Quentin yo te sugiero que no lo hagas así.— Me ruega Isabel mientras yo me bajo del auto para entrar al edificio donde vive mi hermana.—No, ya esperé al otro día tal y como me dijiste, no puedo esperar más, él se pude ir o se puede salir con la suya y no lo puedo permitir.— Expreso enojado. —Quentin, te lo pido.— Me dice ella mientras me toma la mano.— Piensa. —Isabel ¡Cómo quieres que reaccione! Creo que ambos leímos lo mismo ¿qué no? Así que tienes dos opciones, o vienes conmigo o esperas abajo, no hay de otra. —Voy contigo.— responde de inmediato y me toma fuerte de la mano.— Siempre contigo. —Bien.— Digo y vuelvo a retomar mi camino hacia el elevador. Cuando se abre las puertas de éste, caminamos lo más rá
[Quentin]Se escucha otro disparo más y tanto Vincent como yo volteamos a ver de dónde viene.Así que veo a mi hermana parada en medio de todo con amabas manos en el arma y apuntándonos.—Jacqueline.— Murmuro, pero ella sigue apuntando pero no sé a quién."Hmmmmm" Se queja Isabel mientras la pierna sangra manchando el pantalón blanco que trae.—Isa.—¡Cállate! — Grita mi hermana enloquecida.— Cállense todos ¿qué van a decir los vecinos? — Nos dice angustiada —¡Qué van a decir!— Repite entre lágrimas.El silencio se hace en la sala por completo.—Te lo pido Jaqueline, déjame ir con Isabel.— Le ruego.Ella lanza un disparo a la nada y me protejo. Mi hermana ha enloquecido.—¿Nun
[Isabel]“No te preocupes Quentin, ya vi sus signos vitales e Isabel estará bien”.Escucho la voz de mi madre a los lejos.“Es lo único que deseo… sólo que aún no despierta, me tiene preocupado”.Dice Quentin preocupado.“Es normal, estuvo en cirugía y perdió mucha sangre, pero ella es fuerte y se está recuperando”Habla mi padre.“Necesito que abra los ojos, quiero asegurarme que está bien.”«Estoy bien» Pienso mientras mi cuerpo comienza a reaccionar y mis sentidos comienzan a agudizarse.En mi vida había sentido un dolor tan grande como el de un disparo en la pierna cerca de la ingle. Recu