—es curioso, —dijo el con una sonrisa mirando a su alrededor cómo si hubiera algo más importante que hablar con nosotros, sus brazos estaban atrás de él manteniendo esa postura recta e intimidante para algunos—yo les pregunto lo mismo
Wow, wow, wow, alto. Está no es la parte que quería contar, tengo que volver más atrás para que todo tenga sentido ¿Me entiendes?, Bien ahora sí empecemos con lo que quería contar.
Una vez que mi hermano me lanzo el libro y lo atrapé, vi como me hacía una señal de que me fuera a lo que yo me dí la vuelta para comenzar a caminar hacia la puerta, sin embargo esta se abrió por lo que tuve que esconderme, podía escuchar claramente como estaban hablando sobre el libro que tenía y como le preguntaban a mi camarada. Mi hermano sabía mentir a la perfección, pude ver como empezaban a buscarlo, por lo que si me quedaba ahí me descubrirían; así que tuve que salir de mi escondite para comenzar a caminar encorvado, vi como mi camarada me veía salir de la biblioteca, ¡Al fin!, Dije en mis pensamientos para después mirar a mi alrededor, nadie estaba a la vista, un suspiro profundo y eso fue toda para caminar hacia la cabaña donde estaba Sun-hee. Una vez que entré y cerré la puerta caminé hacia la otra habitación.
—¿Sun-hee? —dije, ella bajo de un brinco frente a mí por lo que yo solo la mire
—¿Lo consiguieron? —dijo ella, yo asentí y saqué el libro de mis ropas, ella me miró asombrada y me abrazó con una sonrisa
Yo me quedé ahí quieto, sin saber que hacer, admito que no es la primera chica que me abraza, porque tuve una hermanita y ella nos abrazaba mucho, pero después de tantos años yo ya no sabía cómo reaccionar.
—Gracias —dijo para luego separarse de mi aún con esa sonrisa —bueno tengo que irme
—ah... si —dije, realmente no quería que se fuera, me gustaría decirle quédate aquí y no te alejes de mi, pero no tenía las agallas para decirlo, le di el libro a lo que ella lo tomo para después dirigirse a la puerta, pero yo la sujete del brazo
—¿byung yoen?—me miro un poco confundida
—¿Te parece comer algo antes de irte? —le pregunté, ella se sorprendió y se acercó más a mi
—¿Te encuentras bien? —dijo preocupada
—Si, no, yo olvida lo que dije, perdona. Sólo, yo... Olvídalo —coloque mi mano atrás de mi cabeza mientras miraba a otro lado
Ella soltó una risa, por lo que mi vista fue atraída hacia ella, obviamente le pregunté "que te pasa", pero ella seguía riendo para después tomar algo de aire y limpiar unas lágrimas que salían por la risa.
—estas asustado, ¿Verdad?, No quieres estar sólo en lo que llega Shane ¿No?—dijo ella con una sonrisa
M****a!, Realmente es buena, yo sólo solté una risa para después mirar a otro lado mientras negaba su sospecha, obviamente no funcionó así que se quedó conmigo hasta que anocheció, la verdad es que me gustaba su compañía, era muy agradable platicar con ella y recordar cosas de nuestra niñez, claro que todo un buen momento tiene su final. Una vez que se fue con el libro yo di un suspiro para después voltearme eh ir a mi catre, quería descansar un poco y ese era el momento, si no fuera porque tocaron la puerta, me dirigí a esta para abrirla pero.
—Joven Kim byung yoen —dijo el
—primer ministro —hice una leve reverencia —digame, ¿Ocurrió algo?
—es muy gracioso que preguntes, porque si, si ocurrió algo. ¿Puedo? —me preguntó, a lo que yo me hice a un lado dejándolo pasar, mentalmente había agradecido que Sun-hee ya se había ido
Yo sólo lo mire entrar, veía como observaba todo a su alrededor, tragué algo de saliva mientras seguía ahí parado
—dime byung yoen, ¿Dónde estuviste estos días?, El jefe kim estaba muy preocupado por ti—se dio la vuelta mientras me seguía observando
Maldicion!, Me repetía una y mil veces mentalmente, mi dedo acariciaba sutilmente la prenda del costado izquierdo mientras la traía puesta.
—yo.... Salí al pueblo...—dije, ambos seguíamos manteniendo la mirada fija y sería, era obvio que no se la había creído
—¿Una semana?,¿En el pueblo?—dijo el dudoso, a lo que yo asentí con la cabeza diciendo "si" —entonces, te puedo preguntar ¿en donde estuviste hoy?
Entrenando!, Pensé rápidamente pero mi mente me detuvo, "Estás mintiendo", eso diría el, y lo peor es que conseguiría pruebas de si realmente estuve entrenando, estaba comenzando a ponerme pálido, ni siquiera me había dado cuenta de que me había sentado en mi cama, el primer ministro seguía ahí parado viendo a su alrededor. Pero mis latidos regresaron al ver entrar a mi hermano, yo lo saludé levemente mientras seguía ahí si saber que decir.
—Primer ministro—Dijo mi hermano, mientras cerraba la puerta para quedarse ahí—¿A qué debemos su visita?
—es curioso,—dijo el con una sonrisa mirando a su alrededor cómo si hubiera algo más importante que hablar con nosotros, sus brazos estaban atrás de él manteniendo esa postura recta e intimidante para algunos—yo les pregunto lo mismo
Mi hermano y yo abrimos los ojos, para luego mirarnos, sabía que el también estaba asustado como yo.
—¿Señor?—dijo mi hermano lo más calmado posible
—lo siento, esque hoy es un día muy estresante para mí—dijo mientras nos miraba—ahora que los veo, me recuerdan a alguien
Yo no dije nada, sabía de quién hablaba, en cuanto a mi hermano el estaba apretando con fuerza el mango de su sable, podía ver cómo sus nudillos se estaban poniendo blancos por la fuerza que estaba ejerciendo.
—bueno, eso no es importante, que tengan una excelente noche—dijo para después salir de ahí
Ambos dimos un suspiro cuando cruzó la puerta, pude sentir como mi estómago se relajaba al igual que mis hombros, pude ver a mi hermano que ahora estaba incado en el suelo. Me levanté con rapidez para ayudarlo, pero caí al suelo debido a que mis piernas estában temblando, mi camarada y yo nos miramos para después sonreír, no importa lo que pasé ambos estaremos juntos siempre.
Estábamos sentados mientras cenabamos tranquilamente, sin embargo mi mente no dejaba de olvidar lo que había pasado horas antes, baje mi taza y la dejé en la mesa para después mirar a mi consanguíneo, el estaba serio y sus ojos estaban perdidos en la comida, pero no porque tuviera hambre, era por lo que el ministro había dicho; yo estába dudando si decirle lo que estaba pensando o quedarme callado, pero cómo decía mi mamá, "El que no habla, dios no lo oye". Usualmente no me importaría esos dichos, pero ahora que no están mis padres entiendo muy bien a lo que se referían, un suspiro bastó para comenzar a hablar.
—Shane—dije algo dudoso, por lo que el dejó de masticar para mirarme —¿Porque nos habrá dicho eso el primer ministro?—vi como su expresión cambió por completo, era obvio, podía sentir como me decía "¿Es encerio byung yoen?, ¿Ahora?". Pero no era mi culpa tenía que decirlo, y al parecer el lo entendió perfectamente
—trago la comida que tenía en la boca, para sentarse correctamente y mirarme seriamente—No lo sé byung yoen, pero estoy seguro que algo trama
—¿Crees que nos descubrió?, Desde que llegamos al palacio el nos miraba muy... —no encontraba la palabra para describir en la forma en que nos miraba
—¿Sospechosos? —dijo el
—No, siempre nos miraba como si ya supiera quienes éramos —dije a lo que él me miró asustado
—es verdad —dijo el colocando su mano en su mentón
—Creo que deberíamos decirle al jefe kim —comente
—no, todo estará bien, no tienes porqué preocuparte—dijo el no muy convencido—es hora de ir a dormir—comento el mientras se levantaba y caminaba al baño
Yo no dije nada, pero sabía muy bien que sólo me lo decía para estar tranquilo, tenía un mal presentimiento, pero sólo opte por quedarme callado.
(....)
—byung yoen
Podía sentir el tacto de su piel en mi hombro desnudo, una sacudida bastó para que me despertará y lo mirará.
—¿Que pasa, Shane?—dije aún soñoliento mientras bostezaba y tallaba con delicadeza mis ojos
—tenemos problemas —dijo el con seriedad
Apenas escuché eso, el jefe kim entró de la nada para después mirarnos.
—jefe kim —dijimos al unísono mientras mi hermano hacia una leve reverencia y yo sólo agachaba mi cabeza en señal de una
—vamos chicos, dense prisa, el rey está reuniendo a todos los guardias del palacio en el patio principal —una vez que dijo eso, el se fue como si nada mientras yo sólo miraba a mi hermano
Bastó con ver sus ojos para que yo me levantara y me comenzará a vestir con rapidez, no tarde mucho para salir junto con mi hermano, yo me terminaba de amarrar mi cabello mientras el cerraba la puerta y sujetaba mi sable.
—¿Cuál crees que sea el motivo? —pregunte
—no lose —dijo el preocupado
—¿Crees que sea obra del primer ministro? —le dije mientras ambos caminábamos al patio principal, yo terminaba de amarrar mi sable a mi cadera cuando escuchamos la voz del heredero
—majestad —dijo mi hermano haciendo una reverencia a lo que yo hice lo mismo
—dejen las formalidades para después, ¿Se dirigen al patio principal? —pregunto con una sonrisa
—asi es su alteza —dijo mi camarada
—bien en ese caso iré con ustedes, no me gusta ir acompañado del primer ministro —nos susurró para después comenzar a caminar
Ambos sólo nos miramos para después caminar atrás del príncipe, me gustaría decir que no paso nada y que todo sólo fue una reunión para colocar guardias en el festival, pero no fue así.¿Conocen el dicho que dice, Cría cuervos y te sacarán los ojos?; Bueno pues parece que mi hermano y yo los estuvimos criando y no nos dimos cuenta. Apenas llegamos el primer ministro nos miro para después volver su mirada al frente, el joven heredero se colocó a lado del Rey, ambos estában ahí en silencio al igual que los demás, iba a preguntarle al jefe kim que pasaba, pero entonces el decidió hablar.
—la razón por la que los reunimos a todos, es porque..... ¡Hay traidores entre nosotros!—dijo el
Apenas escuchamos esa palabra, los tres nos tensamos, el primer ministro pidió que trajeran a uno de los guardias del palacio, claro que este no tenía el uniforme, tenía ropa blanca que sólo los prisioneros llevaban, vimos como lo tiraron al suelo, aún con la cara en este el nos miraba. Podía entender muy bien esa mirada ya la había visto antes, claro que el era uno de nosotros y ahora ya había sido descubierto.
—habla, si lo haces mi Rey te perdonará la vida, dinos quienes son los demás traidores y dónde estan —dijo el primer ministro mirándolo con repulsión
El seguía con la cabeza agachada, llena de polvo y sudor, pero no sé dejo intimidar por el aún sabiendo que tenía a dos guardias atrás de el, este se enderezó para mirar fijamente al primer ministro.
—Prefiero la muerte, antes que darle la espalda a mis hermanos —dijo con orgullo y coraje al mismo tiempo
—Entonces, estás Traicionando a tu Rey — exclamó el primer ministro con enojó
—El no es mi Rey
Justo en el momento que terminó su oración, el ministro dió una señal de que lo ejecutarán frente a todos, yo iba a ir a detenerlos pero el jefe kim me detuvo, para luego ver a mi hermano.
—Vayanse de aquí, ahora!—Susurro
—pero... —dijo mi hermano a lo que el jefe kim, lo tomo de su playera con fuerza
—es una orden —volvio a susurrar mientras lo miraba, mi hermano lo miro para luego cerrar sus ojos, si algo llegaba a pasar nuestra orden era escapar y sobrevivir, no importaba a quien tuviéramos que sacrificar o dejar, esa era nuestra orden
Finalmente mi camarada asintió para luego mirarme y tomar la ropa que cubría mi hombro, me jalo con fuerza y comenzamos a correr dejando al jefe y el segundo líder de nuestro clan atrás, apenas llegamos a "nuestra casa" mi hermano cerro la puerta mientras se agarraba la cabeza, podía ver la desesperación y lo asustado que estaba; sus hombros no dejaban de subir y bajar rápidamente sabía muy bien que estaba entrando en pánico y si tardabamos nos podían matar. Rápidamente me di la vuelta para acercarme a nuestro baúl y tomar mi bolso de la otra vez, comencé a guardar todo lo que teníamos, tal vez mi hermano no tenía un plan de donde ir pero yo sí, guarde los mapas que yo había tomado de la biblioteca y el que le había entregado el príncipe a mi consanguíneo, cerré la bolsa y lo mire, el seguía ahí de pié, su mente estaba bloqueada tomé el otro bolso, y lo sujete del brazo a lo que él me miró asustado y desorientado, una mirada mía bastó para que se calmará. Su mirada se volvió sería y sus ojos volvieron a recuperar ese brillo que por un momento había desaparecido, tomo una tabla de madera para atrancar la puerta y evitar que entren, ambos salimos corriendo hacia la puerta trasera, antes de salir escuchamos como intentaban abrirla. Cerré la puerta y comenzamos a correr en dirección a la cocina por la parte trasera de las demás casas, una vez que llegamos mi hermano toco la puerta la cuál no tardó en abrirse, lin miraba a mi hermano para luego mirarme a mi. Ninguno dijo algo sólo sus ojos expresaban lo que sentían, ella tomó el bolso que tenía mi camarada en la mano y lo comenzó a llenar de comida para después dársela y cerrar la puerta, los dos giramos rápidamente nuestros rostros, las voces de los guardias se escuchaban no los veíamos por ningún lado, así que comenzamos a correr nuevamente hacia la única puerta que sólo los dos conocíamos, mi hermano jalo la enredadera del otro lado cubriendo la entrada, de alguna puerta que nadie conocía sólo nosotros. Su cabeza se recargo en ella, sabía muy bien que ahora ambos éramos fugitivos y nos estarían buscando en todos los pueblos, yo me coloqué mi sombrero que había comprado la otra vez para comenzar a caminar, mi hermano estaba detrás de mí mirando a todos lados, nuevamente volví a comprar otro y se lo di, a lo que él se lo colocó. Así ambos comenzamos a caminar entre la gente, pude ver la salida del pueblo pero los gritos de las personas provocaron que nos detuvieramos para mirar atrás de nosotros, los guardias revisaban quitandoles los sombreros a los ciudadanos, asegurándose de qué no fuéramos nosotros y el primer ministro estaba en un caballo con otros dos guardias reales. Claro que mi consanguíneo y yo tuvimos la culpa por voltear a ver, obviamente este nos vio y dió la orden de que nos persiguieran, lo único que pudimos hacer fue correr hacia la salída del pueblo para llegar al bosque y escondernos.
Bum, Bum, Bum, Bum; era lo único que yo podía sentir en mi pecho, los relinchos y pisadas de los garañones podía escucharlos en mi oído, sentía que en cualquier momento uno de los guardias me agarraria de mi brazo para clavarme su arma en mi pecho. No podía voltear a ver qué estaban haciendo, pero si vi cuando mi camarada cayó al suelo, me detuve para ver que tenía una flecha clavada en su espalda baja.
—hermano!—dije mientras me acercaba rápidamente a él y lo ayudaba a levantarse, otra flecha le dio en una de sus pantorrillas provocando que cayera
—vete!—me dijo el en el suelo, tomando con fuerza mi brazo mientras sangraba—¡Vete, Es una orden!—me gritó él
No, no iba a dejar que mi hermano también diera su vida por mi, pude escuchar como se acercaban a nosotros, me pare de inmediato y abrí un poco la bolsa que tenía, buscando una de esas bombas de humo, uno de los guardias estaba cerca de mi el ya tenía lista su espada para clavarla en mi pecho. Mi hermano me gritaba, pero yo seguía ahí buscando esa bomba hasta que la encontré, justo en el momento correcto la tomé con fuerza y se la lanze provocando una cortina de humo negro; claro que el caballo se detuvo y el tallaba sus ojos para recuperar su vista, cerré la bolsa y tome a mi camarada el cual pasó su brazo a un lado de mi cuello. No tenía tiempo para revisar si no había dejado algo, lo único que quería era salir de ahí con mi consanguíneo, nos fuimos por uno de los atajos más rápidos, para llegar a la cueva, podía ver cómo la punta de la flecha salía de su abdomen.
—falta poco, resiste—le decía mientras seguía caminando con el hacia la salida de ese atajo y llegar a la cueva
El no decía nada, pero sabía que necesitaba descansar, me detuve un momento y lo senté en una roca, saqué una de las vendas que tenía, lo mire un momento y luego a su pierna.
—necesito sacar la flecha —le dije a lo que el sólo asintió
Me acerque más y le saque con cuidado la flecha de la pantorrilla para después comenzar a vendarla, en cuanto a la evidencia sólo la deje en el suelo y la cubrí de hojas, mi hermano trató de incorporase, pero soltó un quejido por la flecha de su abdomen; no podía sacarla, no aquí, si lo hacía podía morir desangrado.
—ven, recargate en mí...—le dije, a lo que nuevamente paso su brazo por mi cuello
—¿Desde cuándo me cuidas?—me preguntó el, a lo que ambos nos reímos para seguir nuestro camino
Tardamos dos horas en llegar, por lo que entramos a la cueva, claro que mire hacia atrás para ver que no nos siguiera alguien. Una vez que cruzamos el oscuro túnel, di un suspiro de alivio al ver que ese lugar estaba como si nada, caminé hacia el templo, varias personas nos veían pero pronto seguían en lo suyo.
—¿Aquí es donde está Sun-hee? —me dijo mi camarada
Yo asentí mientras le decía "si" cruzamos el puente que atravesaba el río y toque la puerta aún sujetando a mi hermano, esta se abrió y ella abrió sus ojos con sorpresa.
—¿Byung yoen, Shane?...¿Que pasó?—dijo ella asustada mientras se acercaba a mí hermano para ayudarlo a entrar
—es una historia larga —le dije
(.....)
Estaba afuera en el jardín que había visto antes, estaba sentado en una roca mientras mi dedo tocaba con rapidez mi rodilla. Esperaba a que terminarán de curar a mi hermano y que todo estuviera bien, una mano en mi hombro me asusto, así que me levanté con rapidez mientras colocaba mi sable en su pecho.
—lo siento, creó que debí hablar antes—dijo ella, yo guarde mi arma mientras la miraba ahí
—no, yo ... Perdón, esque...—ella me interrumpió
—estas preocupado por tu camarada —dijo ella con tranquilidad
Miraba como estaba ahí de pié mientras sus brazos estaban frente a ella con sus manos entrelazadas, sabía bien que era ciega y sus sentidos estaban desarrollados por la falta de visión, eh ahi la razón por la siempre trae esa venda rosa en su rostro.
—¿Quieres que te enseñe algo? —dijo ella—esto le puede ayudar a tu hermano a sanar más rápido
—¿Cómo?—pregunte
—Hay una flor medicinal, está plantada en el jardín, si la encontramos podemos dársela a tu hermano para que se recupere
—pero, yo no sé cómo es esa flor —dije, a lo que ella me contestó que no había problema y que la siguiera
No sabía si confíar en ella o no, pero si mi hermano tardaba más en recuperarse, esa planta le ayudaría, había escuchado hace mucho tiempo sobre una planta, pero. Claro que cuando eres niño a ti no te importa eso, te importa jugar con tus hermanos y divertirte. Ella me llevo a una habitación donde era la biblioteca, sólo que está era pequeña, yo me quedé ahí parado en la puerta, podía ver cómo sus dedos se deslizaban sobre las pastas de los libros con delicadeza. Ella caminaba con lentitud para después detenerse y tomar el libro, este era de color verde menta; ella se giró con lentitud y se acercó a una mesa que estaba ahí, tomó una silla y se sentó para después extender su mano hacia mi.
—ven, este libro nos dirá cómo es la planta medicinal y como debemos preparar el procedimiento de la medicina —dijo ella con tranquilidad, por lo que yo me acerque a ella lentamente
Una vez que me quedé a un lado de ella, abrió el libro con mucho cuidado, como si de algo frágil se tratara. Estaba sentada correctamente mientras el libro estaba abierto, en la mesa, ella giró un poco su cabeza; como si algo me quisiera decir.
—¿Sucede algo? —pregunte
—sientate, no tienes porqué quedarte de pié —extendio su mano a un silla que estaba a mi lado, yo la tomé y me senté en ella para después mirarla, tenía una sonrisa de satisfacción para comenzar a pasar las hojas con cuidado, estaba impresionado a pesar de ser ciega podía hacer las cosas con tranquilidad, sus dedos se detuvieron en una hoja que estaba a punto de pasar, su dedo índice acarició lentamente el centro de la hoja hasta chocar con el pétalo de una planta. —Es está —me dijo para después voltear el libro y enseñarmelo
Yo la miraba con curiosidad, ¿Realmente era ciega?, Ella estaba ahí en el mismo lugar con la cara en alto, su venda, tenía ganas de quitársela y ver sus ojos. Pero ella me saco de mis pensamientos.
—¿Perdona, no escuché lo que dijiste—le dije
—te decía si quieres un poco de té, ya que estaremos aquí un rato estudiando como hacer el remedio, creó que sería bueno tener algo caliente y un poco de comida a la mano...¿No crees?—me dijo ella con una sonrisa
—si, tienes razón, ¿Quieres que te ayude?—pregunte, realmente no quería pero dado al caso que estamos en un lugar donde nos están ayudando, no podía darme el lujo de ser grosero
—no, descuida, tu ponte a leer sobre esta planta, te puede ayudar mucho más adelante —dijo ella mientras se levantaba y salía de la habitación
La mire un momento para después mirar el libro, realmente había acertado era la página correcta, había una hoja de la planta en la página, con su nombre y un dibujo de cómo era, abrí los ojos sorprendido, venía toda la información de aquella flora, y un procedimiento de cómo se debía preparar correctamente.
(....)
Ni siquiera sé cuánto tiempo estuve en la biblioteca, pero podía sentir como me movían lentamente, abrí los ojos poco a poco, me había dormido, estaba cansado después de correr por el bosque para que no nos matarán, talle con delicadeza mis ojos para después ver a Sun-hee. Ella estába sentada en el lugar donde anteriormente estaba Kirin, mire a mi alrededor pero no había señal de ella.
—le está rezando a los dioses para que protegan y ayuden a tu hermano en su sanación —dijo ella, a lo que yo sólo asentí para después ver el libro—¿Qué estabas buscando? —me preguntó ella con curiosidad
—Una planta medicinal, una que ayude a sanar más rápido a mi hermano—pause un momento y luego la mire— kirin la encontró —le di el libro para que viera la planta
—¿la caléndula o calendula officinalis? —pregunto ella
Déjenme decirles de que trata esta planta, ¿De acuerdo?, Bien la Caléndula o Calendula Officinalis, es una planta que contiene muchas propiedades, y entre las más conocidas destaca su función antiinflamatoria y cicatrizante, también cuenta con colágeno lo que previene la aparición de arrugas y el envejecimiento prematuro de la piel. Entré a la habitación donde estaba mi hermano, el estaba acostado en un catre por lo que me acerque a él sólo para ver que estaba durmiendo; tenía el abdomen descubierto por lo que podía ver el vendaje que cubría su herida, coloque mi mano en su frente, un suspiro de alivio salió por mi parte, no tenía temperatura así que podía estar tranquilo.
—byung yoen —susurro el mientras levantaba su mano
—aqui estoy —dije mientras la tomaba
—escucha, no te tienes que preocuparte por mí, yo voy a estar bien ¿oíste? —me miraba con sus ojos entre abiertos por el cansancio— tu tienes que luchar por qué no te encuentren, ¿Quedó claro?
—si, pero aquí estamos seguros, nunca encontrarán este lugar —o Almenos eso espero yo, me decía una y otra vez en mi cabeza, realmente esperaba que no hubiera dejado algo, un rastro de sangre o huella
Sonaba como un idiota, nuevamente parecía el estupido niño que sólo hacia las cosas sin pensar, tenía miedo, pero no por mí, era por ellos. Pensar que pueden volver a perder todo sólo por dos extraños.... Era algo que no me dejaba tranquilo, ni siquiera me había dado cuenta de que Shane se había vuelto a dormir, acaricié su frente y salí de la habitación para que pudiera descansar con tranquilidad.
—¿Cómo está? —pregunto ella, me gire para verla, ella estaba de pie con las manos entrelazadas esperando mi respuesta
—esta un poco mejor, eso creo —dije a lo que ella sólo asintió
—¿Estás listo?—me pregunto para después sacar de una de sus largas mangas una pequeña caja y dos palas
Yo sonreí para luego agarrar la pala, ella soltó una risa leve, mientras agachaba su cabeza.
—estas sonriendo eso es bueno —me dijo ella
Me quedé en shock, estuve a punto de decirle, ¿Que no eres ciega?, Pero.
—¿Cómo es que?... —no terminé la frase pero ella entendió a lo que me refería
—no puedo ver, pero puedo sentir las emociones de los demás —dijo, para luego estirar su mano hacia a mi, yo sólo la mire confundido iba a preguntarle si necesitaba algo pero ella hablo primero—¿Me dejarías tocar tu rostro? —dijo ella con una sonrisa, yo la mire sorprendido, no sabía que hacer, quería darme la vuelta y salir corriendo de ahí— lo siento, no queria incómodar, no es necesario que...
Tome su mano para acercarla a mi rostro interrumpiendo lo que iba a decirme, ella tocaba con delicadeza cada facción de mi cara, era raro, pero me gustaba mucho sentir sus caricias, cerré mis ojos por un momento pero, Dios, ¿Que estás diciendo byung yoen?, Concéntrate!. Me aleje un poco a lo que ella sonrío mientras asentía con su cabeza.
—ahora entiendo de lo que hablaba Sun-hee—dijo
—¿Ella te comento algo de mí?—pregunte con curiosidad
Ella sonrió para luego tomar mi hombro y decirme, "vamos, encontremos esa flor antes de que se haga de noche". ¿A qué se refiere con eso?, ¿Es un sí o un no?, Me quedé ahí parado viendo como ella caminaba con tranquilidad hacia la mampara que daba al jardín, yo di un suspiro profundo para después seguirla, no era la primera vez que veía el jardín, pero me seguía sorprendiendo lo grande y hermoso que era.
—yo buscaré en esta parte, en lo que tú buscas en la sección de haya —me señaló el lugar que estaba cerca de un estanque
—de acuerdo, pero... ¿No necesitas ayuda? —comente
—descuida, se muy bien en donde estoy, no tienes porqué preocuparte byung yoen, eh vivido con mi cegera por 15 años, puedo con esto—me comentó
Yo sólo la miré caminar hacia el lugar donde dijo que estaría buscando, no sabía si realmente dejarla sola o buscar en mi sección, aún no confiaba del todo en ella pero tampoco quería que algo le pasará. Cielos byung yoen, ¿Quien te entiende?, me estaré volviendo loco o ¿simplemente será por el estrés que tengo?.