—Escúchame Asher, mamá y papá ya no están, ahora solo somos tú y yo— dijo Samanta mientras sujetaba con fuerza la pequeña mano de su hermano, desde muy pequeña, Samanta fue mucho más independiente qué Asher, mucho más madura.A sus siete años, Asher no lograba comprender la gran magnitud de aquel accidente en el que sus padres habían estado involucrados, había sido amado por su madre y por su padre, ¿Por qué se irían así como así?, para Asher eso no tenía sentido alguno.Miró a su hermana y las lágrimas que no dejaban de cesar de sus azules ojos, le acarició el rostro y sonrió, su padre siempre le decía antes de irse al trabajo, que él era el hombre de la casa cuando él no estaba, y que tenía que cuidar de mamá y de su hermana, para Asher esa era una tarea muy importante, así que eso iba hacer. —No llores, yo voy a cuidar de ti hasta que ellos vuelvan.Esas palabras fueron sinceras e hicieron qué Samanta se sintiera mejor, pero después de una semana, aquella promesa se volvió difícil
A la mañana siguiente, mientras Bastián esperaba a su madre en aquella cafetería, sus manos temblaban un poco, había bebido un trago de Whisky para sentirse un poco mejor, pero eso no ayudó en lo más mínimo, había fumado ya dos cigarros, y sus nervios aún estaban muy alterados.Miró hacía la entrada y regresó su vista a la taza de té frente a él.No estaba seguro de como empezar, había decidido solo decirlo y ya, pero sentía su lengua pegada a su paladar.Y cuando finalmente su madre llegó, Bastián dudó, pero en su cabeza estaba Asher, en todo lo bueno que le esperaba al otro lado, solo eran unas cuantas palabras, solo eso, ¿Qué tan difícil podía ser?.—Había mucho tráfico, ¿Por qué te fuiste anoche así?, tu padre se enojó mucho, no dejaba de preguntar dónde estabas, tienes que pensar un poco en él y no actuar de ese modo— dijo su madre mientras le daba un beso en la mejilla.—Lo siento mamá.Su madre tomó asiento cuando Bastián jaló la silla para ella y sonrió al verlo, ahora su hijo
Asher iba y venía, mientras se mordía las uñas de sus dedos, un poco desesperado, se sentía mucho mejor, haber descansado y ser cuidado por Bastián hicieron que su recuperación fuera mucho más rápida, estaba emocionado y a la vez un poco preocupado.Tenía la esperanza de que todo iría bien, y que por fin podría empezar una relación en serio con alguien que le gustaba mucho.Habían pasado más de cuatro horas desde que Bastián se fue está mañana, dijo que volvería, pero ya había tardado mucho, impaciente, tomó su teléfono y sin poder soportarlo más, marcó el número de Bastián.Apenas la llamada se conectó, Asher preguntó: —¿Cómo salió todo?, ¿Aún estas con tu madre?.Hubo un silencio largo y por fin Bastián habló. —Ella está en el hospital, por mi culpa….—¿Qué?, ¿Qué pasó?.—Se lo dije, le dije todo, fui un estúpido…no debí de ser tan brusco…y ahora ella…se debate entre la vida y la muerte…lo siento Asher…ahora no tengo cabeza para nada…te llamo después…—Dime en que hospital estas, ir
—¡No me iré!.Bastián se detuvo en seco y volteo a verlo, podía ver que Asher estaba a punto de explotar, y quería abrazarlo y disculparse, pero hacer eso solo sería condenarlo, había pensado en todas sus posibilidades, irse con él muy lejos fue una opción, pero eso definitivamente acabaría con su pobre madre, no estaba seguro de poder cargar con eso por el resto de su vida, enfrentar a su padre a toda costa, no le aseguraba que su padre dejaría de lado a Asher, ¿Qué era capaz de hacer su padre?.Asher lo miró lleno de coraje y apretó los puños. —Me he esforzado por esta pasantía tanto como los demás, ¿Por qué debería de renunciar solo porque sí?.—Hablemos en privado—Dijo Bastián al ver que algunos empleados veían la situación.—¿Por qué?, ¿Tienes miedo de que todos sepan?.—Asher, no lo entiendes ahora, pero créeme, esto es lo mejor para ti, te daré una recomendación, dime donde quieres trabajar, y yo…—¡No quiero nada de ti!.Bastián sintió que algo se retorció dentro de su pecho.
(Últimos capítulos).Durante todo ese tiempo, Asher no supo nada de Bastián, le había marcado un par de veces, pero seguro había cambiado de número, porque las llamadas no entraban, por unos días todo estuvo bien en el trabajo, pero de la nada empezaron a llegar rumores entre los grupos de trabajo.Asher miraba su teléfono sin dar crédito a lo que veía.《El señor Klutz se fue porque iba a casarse, miren esto》.Y debajo, había una foto donde estaba Bastián con aquella mujer bonita qué sonreía muy feliz y se sujetaba de su brazo.Bastián no se veía feliz, pero no era sorprendente para nadie, él nunca se veía muy alegré.《¿Entonces si se casó?》.《Si, alguien cercano a él me lo dijo》.Asher golpeo su escritorio y se puso de pie para ir a toda prisa al baño, no podía creerlo, todas sus esperanzas se estaban yendo por el caño.Se lavó la cara para ocultar sus ojos enrojecidos por querer llorar y se limpió la nariz.Se sobresaltó un poco al ver que la puerta del baño se abrió y se aclaró la
—Malditos idiotas— se quejaba Elías mientras llegaba a su oficina, se detuvo en seco y miró a todos los que estaban en sus cubículos observándolo con atención. —¿Acaso no tienen trabajo?—Preguntó malhumorado.Todos se despabilaron y continuaron trabajando.Cuando Asher llegó a su lugar de trabajo, el señor Morris se acercó a él y se aclaró la garganta. —Señor Arum, necesito que junte sus cosas y se marche en este momento, esta despedido por actos indebidos dentro de estas instalaciones.Asher lo miró detenidamente, el señor Morris había dicho aquello en voz alta, era obvio que quería humillarlo más de lo que ya lo habían hecho.Pudo haberse avergonzado y enterrado la cabeza en sus hombros, pero Asher sonrió y se reclinó en su silla, estaba harto de siempre ceder ante los demás y sentirse como si él fuera el del problema.—¿Actos indebidos?.—¿Tengo que explicárselo?, lo vieron en el baño besándose con otro hombre, ¿Cómo considera eso?.—En el reglamento de Koro no hay nada sobre prohi
El corazón de Asher latía con fuerza mientras miraba aquella elegante casa, se sujetó él pecho y respiró hondo, nunca antes había sentido algo así por alguien, esa emoción y ese miedo que difícilmente podía controlar, pero que sin duda estaba dispuesto a hacer lo que fuera para jamás dejar de sentirlo.No quería alimentar más sus esperanzas, pero una pequeña flama se negaba a extinguirse.Llegó hasta la entrada y tocó el timbre, cuando la puerta se abrió, sintió un ligero escalofrío, por un momento pensó que sería Bastián quien lo recibiría, pero no fue así.—¡Vaya!, qué alegría verte, por un momento pensé que no vendrías— dijo Jeff, el organizador de aquellas reuniones.—Hola, cuanto tiempo—Dijo Asher dando un largo respiro.—Lo sé, y mírate sigues igual de guapo, vamos pasa.Asher entró y observó el lugar, era una casa muy grande, la sala era enorme, pero apenas y había unas personas ahí.—¿Es muy temprano?—Preguntó él algo extrañado, estaba tan nervioso que no había visto bien la h
Asher empezó a sentirse algo mareado, pero Bastián lo abrazó y lo hizo volver en sí.—¿Qué?...¿Qué estás diciendo?—Preguntó Asher sin entender muy bien.—Al carajo— Se dijo Bastián así mismo. —Voy a decírtelo solo esta vez, no lo volveré a repetir…me gustas mucho Asher, todo de ti me gusta, esa estúpida amabilidad tuya que me hace sentir celoso de otros, tus ojos, cuando sonríes, cuando te sonrojas, cuando me miras de ese modo, y en especial, me gusta que estés conmigo, no me había dado cuenta de lo solo que estaba, hasta que llegaste tu…—Bastián lo sujetó del rostro. —Te amo, y haré cualquier cosa para poder estar contigo, solo si tú quieres lo mismo, si he vuelto aquí, es solo por ti.Las pestañas de Asher revolotearon, sujetó las manos de Bastián y sonrió. —¿Ya te has vuelto loco?.—Si, creo que sí.—¿Qué hay de tu madre y tu padre?.—Hablé con mi madre esta mañana, ella quiere conocerte, nos dará su bendición, así que lo que diga mi padre, ya no importa.—¿Hablas en serio?, ¿Ella