Ava

Es oficial. Extraño mucho a mi esposo. Solo han pasado un par de horas desde que Rowan se fue y me muero por levantar el teléfono y llamarlo.

Sé que fui yo la que insistió que él debería ir a trabajar hoy, pero ahora me estoy arrepintiendo.

Hice todas las tareas de la casa, lo cual, por cierto, no es mucho porque Teresa ya estaba encargada de todo. Estaba aburrida porque no había nada que hacer. Iris está dormida la mayoría del tiempo y Teresa está ocupada, así que no hay nadie que me haga compañía.

Intenté hornear, pero fue un intento fallido. Al igual que con los panqueques, me costó recordar la receta y también se me hizo difícil medir.

Suspirando, tomo el monitor de bebé y me voy al patio trasero. Voy directamente hacia el hermoso mirador que me dejó sin aliento en el momento en que lo vi.

No recuerdo que haya estado ahí antes, así que probablemente se agregó durante los cuatro años que no recuerdo.

Esta amnesia es una bendición y una maldición a la vez. La considero una