Calvin había llamado inmediatamente después de recibir la notificación de llamada perdida. Había explicado que la razón por la que no contestó era porque estaba en una reunión y su teléfono había estado en silencio.

Quería regresar a casa de inmediato, pero le dijo que todo ahora estaba bien. Que había resuelto la situación y que Gunner estaba bien. Ya no lloraba. Tampoco estaba triste. Eso fue suficiente para mí.

Estaba reacio, pero al final aceptó porque su reunión iba a demorar.

Ahora estaba cocinando la cena para nosotros. Con miles de pensamientos pasando por mi cabeza. Es como si no pudiera descansar de mis propios pensamientos. Están constantemente ahí y ahora hay algunos que se suman acerca de Gunner.

"¿Qué vamos a cenar, mamá?", Noah pregunta sentándose en el mostrador.

"Sí, ¿qué? Me muero de hambre", Gunner agrega sonriéndome.

Ahí estaba de nuevo. Esa maldita sonrisa. No es que la odiara. Nunca podría odiar ninguna sonrisa que Gunner me diera. Es solo que me molesta muc