Capítulo 847
Rodrigo se quedó sin palabras.

Se sintió resignado pero también divertido: —¿Por qué nunca estás dispuesta a perder?

Gabriela sonrió: —Lo aprendí de ti. ¿No escuchaste lo que dijo Alfredo? Dijo que cada vez me parezco más a ti.

—Está bien —Rodrigo tiró del dobladillo de su ropa. —Estoy celoso.

Entonces Gabriela finalmente se sentó.

Rodrigo levantó la mano, sus dedos limpios y bien formados tocaban los mechones sueltos de su cabello, con un tono de voz bajo y serio: —Gabi, estos días, mejor no salgas.

Gabriela se volvió hacia él: —¿Temes que el hijo del decano me haga daño? Pero si él me demanda de nuevo, no tengo más remedio que presentarme. Ahora, lo más importante es aclarar la causa de la muerte del decano.

—Buscaré a un forense...

—Ya he contactado a Aurora —interrumpió Gabriela.

Rodrigo la miró tranquilamente durante unos segundos: —¿Ella aceptó?

Gabriela asintió: —Sí.

Rodrigo reflexionó un momento: —Está bien, investiguemos primero la causa de la muerte.

Luego pensarían en un pla
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