Capítulo 787
Gabriela miró hacia la persona que se acercaba.

—Señora Lozano, el señor Lozano me ha instruido que la lleve al cuarto de descanso.

Pero Gabriela no confiaba tan fácilmente y miró hacia Rodrigo.

Justo en ese momento él también miraba en esta dirección.

Asintió ligeramente con la cabeza, sus ojos señalando que había sido él quien lo había arreglado.

Solo entonces Gabriela se tranquilizó y dijo: —Gracias.

—Por favor —dijo el hombre y caminó delante de ella como un caballero mostrando el camino.

Resultó que había una habitación para descansar aquí.

Era muy espaciosa y estaba decorada opulentamente.

Ella se sentó en el sofá.

Quería frotarse el tobillo, pero sintió que no era el momento adecuado y aguantó el impulso.

—Señora Lozano, ¿le gustaría beber algo?

—Jugo, por favor —ella dijo.

—Bien —el hombre respondió respetuosamente.

Pronto le trajo un jugo.

Al dejar el jugo, dijo: —Si necesita algo, llámeme, estaré afuera.

—Gracias —dijo Gabriela.

Con la puerta cerrada, ella tampoco se atrevía
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP