Esa cara de ahí arriba era tan familiar.

Gabriela también estaba despierta.

Hubo unos instantes de consternación bajo sus ojos, "¿Cómo has entrado aquí?"

El temperamento de Yolanda era algo que aún conocía.

Ahora Yolanda creyó que Rodrigo le había traicionado a Gabriela.

No le dejó entrar en casa.

"Mala."

La voz era baja y ronca .

Gabriela le fulminó con la mirada.

¡La mirada de Rodrigo se puso seria, sus dedos levantaron el rostro enrojecido de ella y bajaron la cabeza, sus labios se posaron en su frente, en sus ojos, en la punta de su nariz y finalmente no pudo controlar la tentación de aprovechar la bruma del momento y besó la suavidad que le hacía anhelarla!

Besaba cada vez más profundo, cada vez más caliente.

El aire que les rodeaba estaba impregnado de un poco de lujuria.

La respiración de Rodrigo se volvió agitada.

Gabriela también jadeó ligeramente por el beso.

Estaba a punto de hacer algo más.

En el momento crítico, Rodrigo abandonó sus labios y se tumbó de lado junto a ella.