Gabriela entendió que debió de ser durante el tiempo que ella estuvo fuera cuando la secretaria encontró la manera de volver.

Estaba tan cansada ahora que su cuerpo no podía soportar más y no quería hacer caso a la secretaria, enterrándose perezosamente en el cuello de Rodrigo y fingiendo dormir.

Al lado del coche, la secretaria abrió la puerta del coche y Rodrigo se sentó dentro con Gabriela en brazos.

Luego, directamente a su residencia.

Luis volvió a su casa sólo.

Sabiendo que su hija volvía hoy a casa, Yolanda limpió la casa por dentro y por fuera, organizó bien todas las cosas y Dalia le preparó muchos platos.

En cuanto Gabriela entró la puerta, sintió una sensación de hogar que hacía tiempo que había perdido.

Yolanda frunció el ceño, "¿De verdad has vuelto?"

Yolanda también hizo Gemio a saludar a Gabriela.

Dalia se puso de pie y estaba muy contenta, "Señorita."

Gabriela romió instantáneamente sus defensas de corazón y las lágrimas afloran a sus ojos.

"¿Por qué sigues lloras? Acab