Felipe le saludó rápidamente, "Señor Lozano."

Rodrigo le lanzó una mirada y le preguntó, "¿Has encontrado ya un sitio?"

Felipe respondió, "Lo encontré y probablemente estará disponible en uno o dos días."

Rodrigo dijo,"Vale." Sin expresión en su cara.

Felipe miró al hombre que tenía al lado, el hombre llevaba un traje formal, su piel era excesivamente blanca, con una expresión seria, pero daba la sensación de parecer menos soleado...

"Señor Lozano, este es..."

Rodrigo no le contestó.

En su lugar, llevó al hombre al quirófano.

Felipe le siguió con la duda en mente.

El hombre puso la caja a un lado, y luego la abrió, primero se puso un par de guantes, y luego levantó la tela que cubría la cabeza de Gabriela, cuando vio la cara del muerto, sus cejas se frucieron, "...Esto, me temo que no puedo devolverle el aspecto original, se trata de una quemadura, si a la persona viva se le puede seguir implantando, la piel se regenera, pero al muerto no, no puedo arreglarlo."

Rodrigo encontró al mejo