Las sirenas se acercaban cada vez más, y las personas, que habían estado inmersos en el juego, habían oído las sirenas y salieron corriendo de los contenedores, y cuando vieron a Alvaro, se arremolinaron hacia él, preguntando, " ¿Por qué viene la policía?"

El juego de azar era ilegal y todos temían ser detenido.

Alvaro dijo enfadado, "Si no queréis que os detengan, callaos ya."

Se abrió paso entre la multitud hacia Rodrigo, "No es bueno para ti si esto se descubre, no olvides que yo también soy de la familia Lozano, ¿no temes arruinar la reputación de la familia Lozano?"

El juego de azar fue ilegal, pero él dirigió un casino.

Casi todo el mundo lo conocía.

Si esta noticia saliera a la luz, él tendría problemas con la justicia y a Rodrigo, un miembro de la familia Lozano, tampoco le iría bien.

"¿Haces esto sin considerar ninguna consecuencia?" Preguntó Alvaro.

Rodrigo estaba indiferente, sus labios se curvaban con desprecio y frialdad, "¿Por qué me importa a mí lo que le pase a la famil